•°Mi Querido Hermano°• [P&F]

✦ღ Amor es amor ღ✦

Aviso: este capitulo tiene contenido adulto, de ser de los que prefieren únicamente el romance, no lo leas.

Abrazados en la cama, Phineas sobre las caderas del peliverde, parecían realmente cómodos uno con el otro, se habían confesado mutuamente su amor, ambos estaban felices; ahora que sabían sobre esto no había nada que pudiera separarles, o eso creían.

La mascota de los chicos les observaba desde las sombras, entendía que justo este momento no era adecuado para molestar a sus dueños, por lo que prefirió marcharse de aquel cuarto con discreción.

— Bebiste, hueles a alcohol — habló el menor de los dos, a lo que Ferb sonrió, algo avergonzado. 

— Bueno, necesitaba olvidar que dijiste odiarme, me dolió mucho en su momento, ¿sabes? — pasó una de sus manos por detrás de su cabeza, desordenando un poco el cabello de su nuca en señal de nerviosismo.

El más bajo hizo un puchero, y colocando todo su peso en sus brazos, logró hacer que Ferb cayera sobre la cama; este le miró sorprendido debido al repentino acto.

— ¿Piensas que a mi no me dolió? Ferb... ¡Fue horrible! Me sentía mal por haberte gritado así, además, tú te fuiste con Vanessa. ¡¿Tienes idea de como me sentí?! — pequeñas lagrimas comenzaban a formarse en sus lindos ojos sobre sus sonrojadas mejillas, Ferb odiaba ver a Phineas llorar, pero saber que lo hacía por él, de algún modo, le encantaba.

— T-Tranquilo Phineas — acaricio su cabello admirando la belleza del chico sobre él, pasó una de sus manos a lo largo de la espalda del menor en un intento de consolarle.

— ¡No! Me dolió que te fueras con ella, sé que ella te puede dar muchas cosas, que es una buena persona, es hermosa y que con ella estarías mejor que conmigo, pero soy egoísta — se aferró a la camiseta de Ferb mientras este le contemplaba, entre maravillado y alarmado — no quiero que estés con nadie más que conmigo, haré lo que tenga que hacer para conseguirlo, daré todo de mi para satisfacerte y hacer que me ames tanto que no puedas amar a nadie más que a mi.

Phineas se veía tan lindo, sus palabras eran firmes pero sus manos temblaban, fue inevitable para Ferb no reír, amaba tanto a ese chico, amaba cada cosa que hacía y cómo lo hacía, abrazó el delicado cuerpo del menor y lo atrajo a su pecho, de pronto se vio repartiendo besos en el rostro y cuello del más bajo, que en respuesta se sonrojaba y gemía por lo bajo.

— ¿Así que no amaré a nadie más que a ti? — le sonrió burlón al más bajo, que sólo desvió la mirada con el ceño fruncido y rojo hasta las orejas. 

— Sí —  no dudó, estaba seguro de lo que decía, se lo había propuesto y Phineas Flynn siempre cumplía lo que se proponía. 

Ferb se acercó a los labios del menor y robó un pequeño beso de ellos.