31 de Diciembre - Un "buen" fin de año

6.5K 162 37
                                    

CAPÍTULO 2

Me había recuperado de todo aquel desastre.

Cada vez que pasaba por la calle o la veía en el instituto ya no tenía ningún problema en mirarla. 

Lo peor ya había pasado. Mi herida se estaba curando y por eso estaba teniendo el apoyo de aquel chico que me salvó de mis malos tiempos. Aquel chico que intentaba mejorar la cicatriz que se había creado en mí ante la amarga despedida de Paula.

Todavía no lo conocía muy bien. Yo le sonreía y el me sonreía. No sabía que decirle. No sabía ni como ni porque pero justo se había presentado en el momento oportuno para poder ayudarme.

Habían pasado varios días desde que aquel chico me salvó del desastre cuando mantuvimos nuestra primera conversación:

—Mmm... Hola... ¿Aitor, verdad?— preguntó el otro chico algo dudoso

—Sí, ¿tú si no me equivoco eres Jon no?

—Efectivamente, lo siento es que tengo un lío con los nombres— dijo Jon mientras me sonreía

A simple vista parecía un chico agradable y majo, teniendo en cuenta que me había estado apoyando estos días.

***

Estaba a punto de firmar el final de un libro que contenía 365 páginas, era el  último día del 2013 y tenía que despedirme del año a lo grande. A las 20:30 mi familia y yo íbamos a tener una agradable cena de Noche Vieja en casa de los abuelos. Comencé a vestirme para salir a hacer las últimas compras para la cena. Mientras lo hacía estaba también pendiente del móvil, por si llegaba algún mensaje suyo. Jon y yo chateábamos diariamente y a ambos nos gustaba comunicarnos entre los dos.

Me había pasado toda la mañana preocupado. Quería expulsar todos mis malos sentimientos y comenzar el nuevo año de una gran forma. A la tarde fui a dar un paseo con mi familia por la ciudad y ilusionado comencé a chatear con Jon, que cada vez me empezaba a caer mejor. 

Los mensajes fueron enviados pero él ni siquiera se molesto en responderme a pesar de haberlos leído. 

En aquel momento me había enfurecido y estaba muy enfadado. Veía como él se conectaba y no me respondía. 

Sentía que a él no le importaba nada.

Me sentí echo una mierda. 

Todo eso de expulsar mis malas sensaciones no había servido para nada ya que estos sentimientos ya volvían hacia mí. Me amenazaban y me empujaban a un estado de tristeza. Creía que Jon me había dado falsas esperanzas. Me había hecho creer que yo valdría algo para él pero en aquel día me demostró que las cosas no eran como yo creía. 

Mientras cogíamos el autobús para volver a casa después del paseo decidí mandarle un mensaje a Jon: 

Aitor dice:

"Hola Jon, ahora me has demostrado todo. Me has echo creer como un idiota que era un gran amigo para ti pero ahora lo sé todo. Sé que soy un gilipollas y un idiota para ti. No nos conocemos tan bien como lo harás con otros pero creí que entre nosotros se había formado un vínculo. Si te molestaban mis mensajes solo tenías que decírmelo. Había creído en ti pero creo que me había equivocado"

El autobús ya estaba llegando a su destino y yo no sabía si había hecho lo correcto en mandar aquel mensaje. Ya era tarde para lamentarse. El mensaje ya había sido mandado y punto. Guardé el móvil en mi bolsillo y salí del autobús acompañado de mi abuela que me agarraba de la mano. Entonces me fijé que mi abuela intentaba darme algo de dinero. Como mi abuela sabía que a mis padres no les hacía mucha gracia que me dieran dinero lo hizo como si fuera algún miembro de contrabando. Esto me hizo mucha gracia y a la vez sonreí. 

Mientras subía las escaleras de mi casa el móvil que estaba en el bolsillo de mis vaqueros comenzó a vibrar. Vi que una lucecita azul se iluminaba en mi celular. Intentaba avisarme de que un mensaje privado había llegado a mi WhatsApp. ¿Sería Jon? ¿Y si fuera él como me habría respondido?. Estaba impaciente y a la vez nervioso lo que se notó ya que al dibujar el patrón de mi móvil fallé 5 veces por lo tanto tuve que esperar treinta segundos más. Estos pasaron volando y mientras entraba a casa comencé a leer la respuesta de Jon. 

Jon dice:

"Aitor perdóname por no haber podido responderte. A la tarde he estado ayudando a mi familia con toda la cena para tener todo preparado para la gran noche. Recuerda que no pasa nada porque no pueda responderte al segundo. No te pongas melodrámatico Aitor"

Al leer esas palabras me cabreé un poco y estuve dispuesto a escribirles muy malas cosas pero entonces me paré a pensar. ¿Tendrá Jon razón? ¿Me habré preocupado demasiado por aquella simple tontería? ¿Les daré demasiada importancia a detalles que no la tienen? 

Antes de comenzar a cenar decidí disculparme ya que había tenido un comportamiento inadecuado. 

Aitor dice: 

"Lo siento Jon. No he tenido un buen día. No sé que me pasa que estoy muy triste. Lo siento por cargarla contigo. No me encontraba muy bien y la he pagado contigo, justo la persona que menos se merecía. Espero que me perdones."

Había cometido un gran error. Me llevaba las manos a la cabeza y me acerqué hacia la mesa cuando volvió a vibrar el móvil. Esta vez había respondido rápidamente.

Jon dice: 

"Tranquilo Aitor, todo esto es porque es el último día del año y estás preocupado porque quieres empezar el nuevo año sin todos los trapos sucios y tú tranquilo que yo estaré allí para apoyarte. Me voy a cenar, luego hablamos"


Los doce miembros de la familia ya nos habíamos sentado en la mesa así que la cena comenzó a las 20:30 como había sido programado. 

Todo pasó muy rápido y yo estuve el mayor tiempo mirando al reloj porque quería seguir chateando con él. La cena había acabado para las 23:15 y mientras disfrutaba del último trozo del turrón Suchard que se encontraba en la mesa saqué el móvil y me encerré en mi habitación. Jon no había podido conectarse desde la última vez así que volví al salón para ver la televisión con los abuelos. 

Estuvimos viendo un divertido programa de humor mientras sin darnos cuenta daban las 23:55. Al ver que hora era el abuelo comenzó a gritar para toda la familia avisándoles que fueran al salón ya con las uvas preparadas. Volví a mirar en el móvil pero tampoco había un mensaje suyo esta vez. Aparté el móvil de mí porque ya creía que no recibiría ningún mensaje más. Al estar tan preocupado por el móvil se me había olvidado comer las uvas y para cuando intenté comerlas toda mi familia ya estaba gritando: 

—¡FELIZ AÑO NUEVO!

Yo seguía sentado en el sofá. Algo decepcionado la verdad hasta que una luz azul volvió a encender una chispa de esperanza en mí. Era un mensaje de Jon.

Jon dice:

 "Aitor , feliz y muy muy feliz día de Año Nuevo porque lo que es bueno hay que dejarlo y como nuestra amistad es buenísima no solo hay que dejarlo sino que hay que alargarla hay que protegerla, poner lo mejor de cada uno para hacer de esta un refugio en el que se pueda refugiarse de lo malo y que el otro nos ayude a mantenernos fuertes sin derrumbarnos en momentos de estrés. ¡Por eso te deseo un feliz 2014! ".

Al leer este mensaje una sonrisa de oreja a oreja apareció en mi rostro. Ahora si que podía decir que había tenido un buen fin de año. ¿O quizás sería un buen comienzo de año? No lo sé, la cosa es ¿seguirán así de bien los próximos días?

Él, era la persona que hace poco conocí pero que junto a él quiero subir todas las escaleras hasta llegar a la cima.

Carta a mi mejor amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora