Capítulo 38

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-Qué tal todo, Luke?- me preguntó el psicólogo en cuanto me senté en la silla que se encontraba posicionada frente a él.

-Bien, supongo- dije, mientras me encogía de hombros.

Me examinó durante unos segundos  y acomodó sus lentes.

-He escuchado que has ido superando la ginecofobia, es eso cierto?

-Creo que sí, ya no les tengo temor como antes, incluso, creo que me gustan dos- le respondí mientras reía.

-Vaya... entonces hasta cierto punto eso es bueno- dijo, mientras también reía.

-Mis amigos me han ayudado mucho, sabes? No le digas a mamá, ella me regañaría, pero he ido clubs nocturnos junto a ellos, al inicio odiaba que las chicas me miraran, huia de ellas, pero después de un tiempo dejé de hacerlo, me acostumbré a ello, los desmayos cesarom... hasta creo que pueden resultar más peligrosos los chicos, una vez me hice pasar por mujer y uno me secuestró, puedes creerlo?- dije, era inevitable no reír ante el recuerdo de mi secuestro, pensé que me violarían, una madrugada llena de desgracias.

-Wow- respondió sorprendido, -Sabes? Puedo notar que eres menos tímido ahora e inseguro, antes tu voz era apenas audible, te hacías un puño y no mirabas a las personas a los ojos cuando te hablaban. Te sientes listo para contar tu historia? Puede que eso sea lo que le de fin a tu historia.

-Yo... creo que puedo hacerlo- dije mientras suspiraba.

-Te tendré paciencia, no te presiones.

-Lo haré.

Era difícil, pero a decir verdad, ya no tanto como lo era antes, a pesar de todo, solo mi familia conocía aquella trágica historia de mi infancia, ni siquiera a mis mejores amigos se la había contado, pero quería superarme, dejar ya definitivamente de lado aquella fobia, ponerle fin.

Cuando tenía 5 años, mi mamá contrató una niñera, en aquél entonces ella trabajaba al igual que mi papá, mientras que Jack asistía a la escuela y mi hermano mayor al colegio.

A esa edad, la mayoría de niños son felices, libres de preocupaciones y lo único que quieren es jugar, yo al inicio era así, pero en cuanto llegó la niñera, mi infancia me fue arrebatada al igual que mi felicidad.

Ella me golpeaba, me gritaba... estaba amenazado, no podía decirle nada a mi familia por temor, antes de irse, se aseguraba que permaneciera en mi cama y le decía a mi mamá que me había quedado "dormido", de modo que ella no notara mis golpes. Se comía todo junto a su novio y con suerte me daba algo de comer, además, no les importaba fumar, beber alcohol o tener sexo frente a mí, era un asco, pero él no era un maldito como ella, me daba comida a escondidas y me decía que subiera a mi habitación.

Por los efectos de las drogas, un día aquella desagradable mujer decidió tocarme, lo que me resultó demasiado incómodo y horrible, incluso sus palabras se quedaron grabadas en mi mente "Cuando crezcas serás tan atractivo, Luke, cuando ese día llegue, vendré por ti, eres mío pequeño", qué clase de persona enferma le dice eso a un pequeño de solo 5 años.

Un día le pareció divertido amarrarme como a un perro y atar mis manos para que no pudiese soltarme, además de cubrir mi boca con cinta,pasé 7 malditas horas atado, fue su novio quien me desató y le dijo que era una maldita enferma, ese día discutieron y ella me culpó a mí, por su mirada, sabía que iba a matarme, por lo que ya cansado de la situación, me salí por una ventana y corrí a la casa de mi vecina, mi mejor amiga estaba en el jardín de atrás y en cuanto me vio, en lugar de pedirle ayuda a su mamá, me tomó de la mano y corrió conmigo hacia el bosque para esconcernos, sin embargo, en poco tiempo ella nos alcanzó, y me golpeó hasta dejarme casi que inconsciente, mi vista estaba nublada, pero la pequeña se interpuso para que ella dejara de golpearme, pero... fue asesinada.

Ginecofobia ||L. H|| TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora