Imaginas✂K

D.O (EXO)

Os habíais subido ya a todas las atracciones posibles te habías olvidado completamente de los nervios que tenías al principio. No era que estuvierais incómodos el uno al rededor del otro pero siendo los dos tan callados y reservados era un poco difícil mantener una conversación que no terminara en una risita nerviosa por parte de uno o de otro. Estabais sentados en un banco, descansando de tanta adrenalina y sin saber lo que ibais a hacer después. 

-¿Tienes hambre? -Preguntó D.Orompiendo el silencio. Te lo pensaste unos segundos e hiciste que sí con la cabeza. Os levantasteis a la vez y uno a lado del otro empezasteis a caminar hasta la zona en donde estaban los puestos de comida- ¿Qué quieres? 

-¡Eso! -Tus ojos se iluminaron al ver el algodón de azúcar y se lo señalaste con un dedo emocionada. Lo cogiste del brazo para que se diera prisa y os acercasteis al puesto.

-Uno, por favor -Pidió amablemente el chico, sacando un par de monedas de su cartera. 

-¿Tu no tienes hambre? -Le preguntaste con curiosidad mientras esperabais. Hizo que no y sonrió tímidamente. Después de pagar y agradecerle al vendedor seguisteis caminando un poco, dando vueltas sin rumbo por el parque de atracciones- ¿Quieres un poco?

D.O te miró un poco confuso pero enseguida lo entendió. Le tendiste tímidamente el algodón de azúcar y él, sin tocarlo con las manos, abrió la boca y le pegó un mordisco. Empezó a masticar distraído, mirando a su alrededor a ver si encontraba alguna atracción en la que aun no os hubierais montado, pero tu estabas demasiado ensimismada viendo como sus mejillas regordetas se movían al masticar y por sus labios gruesos se quedaba algún que otro rastro de azúcar rosado. 

-Kyungsoo -Le llamaste de nuevo. Antes de que pudiera girarse del todo acercaste los labios a su mejilla y plantaste un beso ahí- ¿Volvemos a subirnos en la montaña rusa? 

-A-ah… sí -Dijo, abriendo los ojos sorprendido. Le cogiste de la mano otra vez y le estiraste para que se diera prisa mientra que él se llevaba la libre a la boca y se la tapaba para que no le vieras reír como un tonto.