Imaginas✂K

Chen (Exo)

Abriste los ojos de golpe y te levantaste abruptamente, respirando pesadamente y agarrando las sábanas con demasiada fuerza. Estabas sudada y el corazón te iba a mil. Todas las imágenes que habían aparecido en tu mente segundos atrás ya estaban borrosas, pero aun así seguías asustada.

-¿Jagi...? -Preguntó una voz adormilada a tu lado, sacándote del trance. Aun con la respiración entrecortada te giraste y, pese a la oscuridad, pudiste ver a la figura de Chen palpando la cama a su lado intentando encontrarte. Se despertó un poco al no notarte y se incorporó, frotándose los ojos para despertarse- ¿Has tenido una pesadilla?

Te relajaste ante su toque, notando como su brazo rodeaba tu cintura y te acercaba a él. Asentiste un poco, enterrando la cara en la curva de su cuello y perdiéndote en su esencia. Su mano subió por tu espalda y empezó a acariciarte levemente, arrullándote poco a poco y haciendo que tu corazón se calmara.

-No pasa nada, solo ha sido un mal sueño. -Al final su mano terminó plana encima de tu cabeza. Te separaste un poco y miraste hacia arriba, entreviendo gracias a la luz de la luna que entraba por la ventana su sonrisa gatuna llena de adoración.

Soltaste un suspiro tembloroso y cerraste los ojos. Antes de volver a estirarte, aun con sus brazos a tu alrededor, Chen se inclinó un poco y juntó vuestros labios en un suave beso. Soltó una risilla al darse cuenta de que las comisuras de tus labios se habían levantado levemente y, una vez tumbados, apretó su abrazo y te acercó más a él.

-¿Crees que vas a poder dormirte de nuevo? -Dijo, apoyando su frente con la tuya y mirando -aunque no viera nada- en tus ojos.

-No lo sé... -Volviste a suspirar, esta vez de forma pesada, y cerraste los párpados en un intento inútil de volver al mundo de los sueños.

-_____ -Habló minutos después, rompiendo el silencio. Ahora su voz sonaba normal, sin rastro de pereza en ella.

-¿Hm? -Le respondiste. No estabas dormida aun y no te apetecía abrir los ojos así que lo hiciste sin moverte.

-¿Por qué tienes tantas pesadillas? -Se cambió de posición. Aun con un brazo en tu cintura se giró quedando de caras al techo y se pasó la mano libre por debajo de la cabeza para usarla de almohada extra. Aprovechaste esa oportunidad y alzaste la cabeza para apoyarla en su pecho, aunque a él no le importó.

-No lo sé... siempre las he tenido, pero no tienen importancia. Al despertar ni siquiera las recuerdo. -Explicaste, ahora tan despierta como él.

-Ah... Pero... Si te pasa algo... sabes que puedes contármelo, ¿no? -Te sorprendiste por lo tímido que se había vuelto de golpe, pero reíste suavemente y asentiste.

-Lo sé Jongdae -Abriste un ojo solamente un ojo y le miraste. De nuevo, esa sonrisa y esa mirada de gato que te miraban como si fueras la cosa más preciosa del mundo- Muchas gracias.

Su mano en tu cadera se alzó hasta tu cabello, empezando a jugar con tus mechones mientras tu te centrabas una vez más en intentar dormir sin conseguir mucho resultado.

-¿Estás dormida ya? -Dijo al cabo de un rato. Negaste- ¿No puedes?

Antes de que le respondieras volvió a cambiarse de posición, volviendo a la inicial, esta vez usando solo una mano para abrazarte y llevando la otra junto a la tuya para poder enredar sus dedos con los tuyos.

-Cierra los ojos. -Te pidió. Le hiciste caso sin pensártelo mucho y enseguida la habitación se inundó de su dulce voz cantando suavemente, murmurando palabras tranquilizadoras de amor que hicieron que te olvidaras de todos esos monstruos sin forma que te perseguían en los sueños, que te dejaran a solas con él y únicamente él. Ahuyentando a toda esa oscuridad que se ceñía sobre ti cada vez que bajabas los párpados y haciendo que todos tus pensamientos dejaran de importar, porque los únicos que existíais en ese momento erais vosotros dos, abrazados debajo de las mantas y por la calidez de vuestros cuerpos y lo único que importaba era eso, que estabais juntos, y con él no tenías ningún miedo.