Capítulo 9 (Iosif Stalin POV)

618 50 73
                                    

-Iosif... -Trotsky entró en mi despacho, con gesto preocupado.

-¿Qué ocurre, Leon? -Pregunté levantando la mirada.

-Hay un señor con un bigote muy raro que pide hablar contigo -Explicó-. Dice que se llama Adolf Hitler y que es el Führer en Alemania.

-Estoy ocupado -Dije simplemente.

-Hitler dice que es urgente -Me apresuró Trotsky. Suspiré hondo y dejé el sudoku que estaba haciendo sobre la mesa.

-Está bien, pero más vale que sea rápido. Tengo importantes asuntos de estado que atender.

Trotsky salió de mi despacho para volver a entrar seguido de el hombre más atractivo que habían visto mis ojos comunistas. Su hermoso flequillo peinado al lado izquierdo, su pequeño bigote, sus ojos azules. Nada más verle me olvide del sudoku, de los gulags, de Trotsky y de todo lo que me rodeaba. Era como si solo pudiera verle a él.

Adolf Hitler.

-Señor Stalin -Saludó Hitler y se sentó frente a mí.

-¿A qué se debe la visita? -Me esforcé en hacer la pregunta, intentando apartar la mirada de su distintivo vello facial y mirarle con seriedad sin ahogarme en el bello azul de sus ojos.

-Tengo un trato que proponerle -Dijo con su marcado y sexy acento alemán-. Sé que usted y yo tenemos ciertas... Diferencias ideológicas que hacen imposible cualquier tipo de relación pero...

Me deprimí al escuchar sus palabras, pero era cierto. Yo era comunista, él era nazi. Una relación entre nosotros no podría funcionar nunca. Además, ¿por qué estaba siquiera pensando en establecer una relación con Adolf Hitler? Ya estaba saliendo con Trotsky, quien no tenía esos bellos ojos alemanes ni ese hermoso bigote.

-Quisiera firmar un pacto de no agresión entre la URSS y Alemania -Estableció el führer, sacándome de mis pensamientos.

-¿Pacto de no agresión? -Preguntó Trotsky quien, aunque nadie se diera cuenta, seguía en la habitación.

-Voy a ser sincero con usted, señor Stalin... -Comenzó a hablar Adolf, pero le corté a mitad de palabra.

-Puedes llamarme Iosif.

-Iosif... Tengo un plan maestro para dominar el mundo -Dijo con una sonrisa de oreja a oreja que hizo que mi frío corazón se derritiera un poco. Era adorable-. O Europa, de momento. Y ahora mismo, una guerra entre nuestros países destrozaría mi plan. Por eso he pensado en firmar un pacto de no agresión durante diez años, repartirnos Polonia y vivir felices.

-¿Repartirnos Polonia? -Repetí sus palabras.

-La invadiremos el 1 de septiembre, la partimos por la mitad y nos la quedamos -Explicó su plan de invasión-. ¿Qué dices, camarada Iosif? ¿Hay pacto?

-Por supuesto que no -Habló Trotsky, pasando de ser rojo a invisible.

-Sí, hay pacto -Acepté y estreché su mano, mirándole firmemente a los ojos y sintiendo una chispa entre nosotros.

-Me alegro de haber llegado a un acuerdo, Iosif -Me sonrió de nuevo.

Hitler se levantó y se fue de mi despacho, haciéndome sentir como un adolescente con su primer amor.

-¿Qué ha sido eso? -Preguntó Leon enfadado.

-Se llama estrategia -Respondí, volviendo a mi sudoku.

-Ese loco te dice que quiere conquistar el mundo, ¿y tú haces un pacto con él? ¿Qué clase de estrategia es esa?

Ignoré a Leon y continué haciendo mi sudoku.

-Además, he visto como le mirabas -Dijo celoso, terminando con mi paciencia-. ¿Él te gusta, verdad? Ni siquiera has escuchado una palabra de lo que te ha dicho.

-¡Sí, me gusta! -Admití, levantándome de mi asiento-. ¡Y no, no he escuchado una sola palabra de lo que ha dicho porque estaba ocupado mirando su hermoso bigote!

Trotsky me miró ofendido durante unos segundos y un silencio incómodo se apoderó del Kremlin.

-¿Así es como agradeces todo lo que he hecho por ti, Iosif? -Preguntó con lágrimas en los ojos-. ¿Enamorándote de un nazi de mierda?

-La gratitud es una enfermedad que sufren los perros.

Sin decir una sola palabra más Trotsky salió corriendo de la habitación, dejándome por fin solo para terminar al fin mi sudoku y procesar mis nuevos sentimientos por Adolf.

More Than Comrades ||Trotsky x Stalin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora