Cap.4 Primer día con Blake.

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Las clases se pasaron rápido. Sonó el timbre que indica que han acabado las clases del día. Salí de la escuela y me dirigí a la casa.
Llegue, abrí la puerta, la cerré cuando ya estaba adentro y colgué las llaves en su lugar a lado de la puerta.

Me dirigí a la cocina para tomar algo de fácil ingerir ya que estaba hambrienta. Me encontré a Blake. Casi olvido que estaba aquí.

-Hola-. Me dijo cuando me vio con una sonrisa, al parecer estaba preparando la cena-. ¿Cómo te fue en la escuela, niña?

-No soy una niña. Soy grande-. Dije ignorando por completo su pregunta.

-Ahh y por eso te dejaron con niñero, niña grande-. Dijo riendo.

-Yo lo pedí-. Mentí.

Estalló a carcajadas. Auténticas carcajadas.

-¿Qué te causa tanta gracia?-pregunté levantando la ceja.

-¿Crees que me tragaré ese cuento de Yo lo pedí?-. Dijo apoyando ambas manos sobre la mesa.

-Es la verdad. No importa si me crees o no-. Dije cruzándome de brazos.

Seguía mirándome. Lo cual me empezó a incomodar. Pero no aparte la mirada.
Empezaban a arder mis ojos así que los cerré. Perdí.

-Perdiste-. Dijo sonriente-. Gané-. Dijo orgulloso levantando ambas manos al aire y haciendo una reverencia.

-Da igual-. Dije y me dirigí a mi cuarto.

***

Ambos nos encontrábamos cenando lo que Blake había cocinado. Estaba realmente bueno.

-Así que...

-Así que, ¿qué?-. Pregunté.

-¿No dirás que soy un excelente cocinero?

-En realidad... no-. Dije levantándome de la silla e ir a dejar el plato en el fregadero.

-Oh no...-. Alcancé a escuchar de parte de él. Iba a subir las escaleras cuando un Blake se interpuso en mi camino.

-¿Qué haces?

-No te irás sin decirme cuánto te encanto mi maravillosa comida-. Dijo sonriente.

Rodé los ojos. Me cruce de brazos.
Me miró.
Lo miré.

Y nuevamente, estábamos en una guerra de miradas. Y esta vez no pienso dejarme vencer.

Se acercaba cada vez más.
Acto que imitaba. Pero ya estábamos demasiado cerca.

Nuestras respiraciones chocaban.

Narra Blake.

Summer y yo estábamos muy cerca. Demasiado cerca. Sentía su respiración y apuesto que ella sentía la mía.

Mi mirada estaba en sus ojos. Pero por instinto esta bajo hasta sus labios. Lamí mis labios. Por alguna razón estos estaban secos. Mi corazón iba a mil. Sentía como si este en cualquier momento saliera expulsado de mi.

Narra Summer.

Me acerqué aún más a él. Y antes de que pasara otra cosa dije:

-Eres un buen cocinero, Blake-. Y salí corriendo hasta mi habitación. Cerré la puerta de golpe y me tumbe en mi cama.

No podía creer lo que había pasado. ¿Acaso él me iba a besar? Y si yo no hubiese dicho nada...

¿Qué hubiese pasado?

***

Desperté de mi dulce sueño a causa de la alarma. Cada día odiaba más esa cosa. Me levante. Bañé. Me vestí. Y arregle. Iba bajando las escaleras para ir al comedor y cuando ya me encontraba en este, me encontré a Blake sirviendo el desayuno.

Instantáneamente recordé la escena de ayer. Me ruborice.

-Buenos días-. Sonrió y colocó el último plato.

-Hola... desayunare rápido-. Hice una pausa-. Tengo que llegar temprano a la escuela-. Mentí.

-Esta bien. El desayuno ya está listo-. Me senté en la silla. Durante el resto del desayuno nadie dijo nada. Lo cual se volvió en un silencio incómodo.
Termine, me levante de mi lugar y deje el plato en su lugar.

-Puedo llevarte a la escuela. No tienes porque irte caminando-. Se levanto de la silla y dejó el plato en el fregadero.

-Me gusta caminar-. Sonreí sin mostrar los dientes.

-Como gustes-. Me imitó.

Subí a mi habitación. Lave mis dientes. Y salí de la casa. Durante las clases solo pensaba en Blake.

El idiota de mi NIÑERO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora