Era la última sesión del día, clase de Literatura con el profesor Hemingway.
Hemingway ordenó hacer el ensayo de la lectura del mes, hace exactamente, un mes.
Y adivinen quien olvidó hacer el ensayo.
Por supuesto, yo.
Y adivinen quien está pidiendo los ensayos para calificarlos en este preciso momento. Claro, el señor Hemingway, el mismo que castiga a los alumnos por no presentar los trabajos como el lo pide: en tiempo y forma correcta.
El profesor Hem, no era más que un señor apunto de jubilarse a sus 67 años. Mas bajo que la mayoría de los alumnos de ésta escuela, pero con más mal humor que canas en su casi inecistente cabello blancuzco.
Miraba con desesperación el reloj que estaba colgado arriba del escritorio del profesor, quien estaba calificando a Mary Shelley, una chica que va dos puestos delante de mi.
13:50pm a diez minutos de un largo fin de semana, 48 horas, suficiente tiempo para terminar el ensayo.
A 3 minutos de que acabara la clase, contaba los segundos que restaban, cuando una voz adulta pronunció mi nombre.
---Summer Johnson ---llamó el profesor desde su asiento.
Maldición. ¿Cómo es que sigue calificando faltando tan poco para salir?¿Acaso no quiere llegar a su casa?
O tal vez solo disfruta el sufrimiento de los alumnos.
Me levante pesadamente de mi lugar y de la misma forma, caminé hasta llegar a donde el señor Hemingway.
Quedé del otro lado del marron y un poco mal tratado escritorio, resultado de sus muchos años de servicio en la institución.
Dentro de mi mente había una guerra sobre el como empezar mi súplica.
Al parecer el señor de cabello blanco frente a mi, se percato del hecho que aún no le entregaba mi trabajo del mes; así que comenzó a hablar con desdén.
---¿Y su trabajo, señorita Johnson? ---cuestionó subiendo la mirada hasta mí.
Pude ver con más detalle sus arrugas, en los lados de los ojos, en su cuello y como le colgaba la piel en algunas zonas.
Wow. Nunca quiero estar así.
Después caí en cuenta en lo muchonque lo había estado observando.
---Pues verá... Es una historia graciosa... Porque en este mes he estado tan desubicada de todo, sabe ---solté una risa cargada de nervios y pena.
Me miro sin ningún tipo de empatia.
---Eso no justifica el que no haya realizado su ensayo, ¿o me estoy equivocando? ---levantó sus cejas.
---No. Usted está en lo correcto, profesor.
Se mantuvo unos segundos con postura firme, para después relajarse y proseguir:
---Mira, Summer; no acostumbro a hacer esto, pero es la primera vez que faltas con una de mis tareas. Haz demostrado ser una excelente alumna, y seguro esto solo fue un tropezón.
¿Acaso dirá lo que creo que dirá? Mi cara se iluminó.
---Así que, por esta vez, puedes presentar el ensayo hasta la próxima semana.
No contuve mi alegria y me lance encima del profesor Hemingway para envolverlo entre mis brazos.
---¡Muchas, muchas gracias, Sr. Hemingway!
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El idiota de mi NIÑERO
RandomBlake. Blake. Blake. Si estás leyendo esto. Quiero que sepas que... te odio, niñero. Con cariño, tu bella Sum.