Parte sin título 3

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Habia tomado la decision de hacerme un pequeño viaje en visita a mis hermanos y mis sobrinos, me sentia un poco mal por irme sin avisar a nadie y explotar tan repentinamente mis sentimientos, habia sido algo como una crisis nerviosa cuando el viernes 24 de noviembre se cumplio 6 meses desde que mi mejor amigo habia fallecido, ese dia simplemente estaba sencible y algunas discusiones con algunos amigos, mas con mi padre fueron como una explosion obligandome a llorar, algo que no era de suceder muy amenudo, Valen era quien mas lastima me daba, ella no sabia nada de lo que me sucedia y tampoco le habia texteado diciendole que no estaria en casa. 

Mi sobrino de solo 1 año estiro sus brazos pidiendome que lo tomara, le negue a mi hermana mayor sabiendo que luego no querria despegarse de mi y yo debia irme en solo unos minutos. Volver a esta ciudad solo me traia algunos recuerdos amargos, como Kevin Russo, "mi morocho" solia decirle siempre que lo encontraba, para ese entonces yo tenia novio y con Kevin se habia vuelto rutina usarlo como venganza, el me tomo afecto y yo simplemente me aleje, fue como haberle roto el corazon pero lo mejor de todo era que cuando yo venia a la ciudad, el siempre era el primero en escribirme. Pasaba tiempo con el, me gustaba estar con el ya que mi relacion anterior habia expirado y me sentia sola, el era una buena compañia. Un poco timido al principio, luego toma un poco de confianza y luego simplemente se vuelve bastante gracioso. El tenia todas las cualidades no solo por su forma de ser, si no por lo exacto que era a mi gusto en apariencia, morocho, flaco y de ojos verdes, y sin olvidar su perfecta sonrisa. Tenia todo lo que me gustaba, pero aun asi no queria comenzar una nueva relacion y solo lo deje como un amigo mas. 

Estuve como unos 20 minutos mas en la casa de mi hermano, donde tambien vivia mi hermana ahora y luego me despedi para partir a casa de mi otra hermana, la cual me esperaba anciosa con una gran torta de chocolate para mi. Cuando estaba a solo media cuadra de la casa de mi hermana logre visualizar a los nuevos vecinos, conocia a cada uno de ellos, pero quien llamo mi atencion alli fue el, Kevin Russo. A medida de que me fui acercando con mi cabeza baja fingiendo que aun no los notaba, comence a sentir el silencio entre ellos y fue cuando levante mi cabeza viendo a todos con sus ojos puestos en mi, comencé mirando a Rodrigo Seregni (Valen solia escribirse muy seguido con el) y el era antiguamente un amigo. Continue por Sebastian Russo, el era una de esas personas que sin conocer ya no me caia bien, recuerdo haber preguntado a Kevin si ellos eran familiar por sus apellidos pero el me habia dicho que no era de la misma familia, era comun que hubiera muchos Russo por la zona. Y luego mire a su hermano menor quien enseguida entro a la casa. 


- Blanquita- Me saludo Kevin sonriendome mientras se sentaba junto a Sebastian- 

- Hola- sonreí.


Continue mi paso normal sintiendo como mis piernas sentian un temblor repleto de nervios, no era por cruzar frente a chicos, era por su presencia, por la presencia de mi morocho. Evite la sonrisa estupida que tenia en mi rostro por el toque de emocion que habia causado verlo a el, y me adentre a la casa sintiendo los brazos de mi sobrino de 4 años rodeandome con fuerza. 

El reloj de mi celular marcaba 3:50 de la madrugada y yo aun seguia sin poder pegar un ojo, no era una desgracia, era por la alegria que tenia de que Kevin llevara toda la noche hablandome y diciendo para vernos. Habia algo que para Kevin y yo era prioridad en nuestra relacion, ambos nos drogabamos y fue por eso que salio la excusa perfecta para vernos "¿Vamos a fumar uno?" era escuchado por todos los fumadores, pero para Kevin y yo siempre era la excusa perfecta. 

Mientras fumabamos el silencio invadia entre los dos, debia admitir que cuando se trataba de conquistar, era dificil para mi, siempre que abria la boca ellos terminaban eligiendome como su amiga, o el polvo que echar de vez en cuando. Y si soy bastante consciente de que he sido una hija de puta con los hombres desde que tuve nocion de lo cruel que podian llegar a ser. Mi lema era facil, amarlos hasta que se enamoren de mi y luego solo botarlos antes de que me pidan para tener algo mas serio. La noche estaba calida, y aunque solo hubieramos cruzado 4 palabras y nos saludaramos con un beso en la mejilla, no queria encontrarme en otro lugar mas que aca. 


- Estas diferente- Dijo mirandome con sus hipnotizantes ojos verdes griselados- 

- Tu tambien- me encogi de hombros, no como una mujer de verdad, si no con mi gracia varonil- 

- Quiero decir que siempre hablabas y hablabas, demostrabas mas cariño...- El puso su mano sobre mi mejilla, con una sonrisa pervertida y fue entonces que lo supe- 

- ¿Vamos a tu casa?. 


Su casa solo estaba a media cuadra de donde estabamos, el alegre dijo que si y tomo mi mano llevandome casi corriendo. Apenas nos adentramos en su dormitorio el tomo mis brazos haciendo que lo abrazara, y comenzo dando pequeños besos en mi cuello, hasta capturar mis labios y tirandome a la cama sin desprenderse de mi. 


Corazon de piedra.Where stories live. Discover now