El reloj de mi teléfono marcaba 6:54 am, Kevin estaba recostado a mi lado mirando videos en su teléfono, y aunque me sintiera diferente a otras veces, aun no conseguía comodidad. Quería poder sentirme otra vez como cuando estaba junto a Juan, pero por mas que intentara remplazar a Juan, aun no encontraba ese alguien que tuviera labia para llamar mi atención completamente. Admitía que estar junto a Kevin era algo especial, porque a pesar de todo, esta noche había preferido a el antes que cualquier otra cosa. Pero Kevin lo sentía mas como un amigo que por algo que pudiéramos llegar a ser. La idea latente de meterme nuevamente en un relacion y enamorarme causaba miedo, las relaciones no eran para mi y nadie haría cambiar mi pensamiento.
- Creo que debería irme- Dije con mi voz levemente ronca-
- Puedes dormir aqui si quieres ¿lo sabes, no?- me miro bajando su celular-
- Es mejor que me marche- me senté en la cama evitando su repentino abrazo-
Sin siquiera mirarlo sabía que me estaba observando fijamente mientras yo comenzaba a vestirme para marcharme a casa, no me quedaría a dormir, eso iría contra mis principios, sería traicionarme a mi misma. Haciendo una cola de caballo en mi pelo me atreví a girarme y observarlo con esa mirada que dice "esperaba mas de ti, Estoy muy decepcionado" era la misma mirada que mi padre. Rode la cama y me senté a su lado plantando un beso en su frente, realmente le tenia mucho cariño a Kevin, solo que no era lo que el necesitaba en su vida, yo no sería quien le rompería su corazón por primera vez. Casi se lo rompo una vez, y debo admitir que la culpa me rondo, esta vez no me arriesgare tanto como la ultima vez.
- Tienes tanto miedo a estar bien con alguien- Me dijo casi en un susurro con un tono bastante asqueado-
- No es...
- Si lo es, eres igual a todas- Sonrió con sarcasmo- Crees que puedes venir, usar a los hombres mientras aun continuas en la etapa de superación a tu ex- pauso girando hacia mi- pero en el momento en que ellos sienten algo por ustedes, solo nos ven como amigos. - Se rio suavemente para luego tomar mi rostro con sus manos-
- Eres un patético- Le dije y sonreír ignorando su discurso-
- Eres una perra- me beso dulcemente los labios-
Me separe lentamente de el y luego di un pequeño beso en su nariz, tome mi mochila y sali de la habitacion, el sol ya estaba en lo alto, la alarma de mi celular sonó marcando las 7;30 am. Las personas ya se estaban trasladando rumbo al centro a sus respectivos trabajos, mientras yo recien caminaba a casa a dormir, asi de vaga era mi vida. Cuando faltaba solo una cuadra para llegar a casa fue cuando mis ojos se centraron en Sebastián quien estaba sentado en el porche de su casa, era extraño verlo despierto tan temprano. El se paro de donde estaba y sonriendo de forma simpática se me acerco, tenia una forma de caminar extraña, como si marcara superioridad.
- Hola- le dije y force una sonrisa, sus ojos sobre los mios me causaba timidez-
- Que hay... - Beso mi mejilla- ¿quien hacerme el dos en quemar uno? - sonrio.
Su sonrisa era un entrevero de simpático y tímido a su vez, asentí y el camino conmigo hasta una pequeña placita sin juego con solo una gran roca en el centro. En el camino no hubo ni una palabra, el iba tranquilo armando el cigarrillo de marihuana y yo solo no tenia ningun tipo de incomodidad por el silencio que había entre ambos, de cierta forma era un silencio cómodo a pesar de estar con alguien que es prácticamente un extraño. Y el silencio que el tenia me hacia pensar que tal vez me había equivocado en pensar que el era un egocéntrico, esperaba de alguna forma que no lo fuera. Cuando me paso el cigarrillo fue cuando me presto atención por primera vez desde que habíamos caminado.
- Venias de lo de Kevin - Se rio como si su mente recien procesara que estaba junto a mi-
- de donde mas...- hable como si realmente Kevin fuera unico-
- Tengo 20 años- Se rio por mi sorpresa-
- No lo aparentas- reí-
- Tengo 20 años y se que Kevin es loquito por ti, mientras tu solo lo usas cuando te encuentas aburrida- solto mi cabello- Quedas mejor así- tomo mi mano mostrando su perfecta dentadura-
- Tengo solo 18 años ¿Crees que estoy para enamorarme otra vez? - Sonreí arqueando una ceja-
- Disfrutas la vida- asentí- Porque te engaño.
Reí por su forma de adivinarme de forma tan facil, como si ya me conociera de toda la vida. Y aunque realmente Juan me hubiera engañado, yo lo habia echo primero pero esa es la parte de la historia que jamas debes contarle a un hombre, si no quieres ser difamada como una sin corazón o mejor dicho: Perra.
- No todos salimos ganando en las relaciones- mire para otro lado para exagerar el drama de ser una chica con el corazón roto-
- No eres la unica- acomodo la capucha de mi buzo sobre mi cabeza para evitar que mi cabello continuara volando por todo mi rostro- Mi ex novia tambien me engaño.
