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Dios mío de mi vida, que mal huele esta bolsa, es como si alguien se hubiese cagado encima en ella sin manchar nada más que sus pantalones y sus calzoncillos y se les hubiese olvidado lavar la bolsa, a propósito. No sé cuanto tiempo llevo aquí, pero si sé que lo que pase en esta sala desde el momento en el que me quiten la bolsa de la cabeza no va a ser bueno. No, no es que no vaya a ser bueno, es que va a ser horrible y me va a marcar para toda la vida, porque quien sabe si me han trasladado a otro edificio.

Me destapan la cabeza y me doy cuenta de que me han hecho algo en la vista, porque aunque tenga los ojos abiertos no veo nada.

-Quítame o quitadme lo que me bloquea la vista.

-No.

-¿Por qué?

-Porque no quieres ver lo que hay en esta sala.

-¿Por qué?- volví a preguntar.

-Porque probablemente llores.

-¿Por qué?- tengo que encontrar la respuesta.

-Quitadle las lentillas.

Me cago en su puta madre. Tienen a "Dama" y Bruno (ambos pareja mía), atados a una silla en las mismas condiciones en las que estaba yo y con unos audífonos que a saber que música están reproduciendo (o si no siquiera es música). Justo en el momento en el que los veo les quitan la bolsa y los cascos, y descubro que también tienen las lentillas. Permanecen callados pero se ve quien tiene más nervio. Entonces habla alguien, y es en ese momento en el que me doy cuenta de que solo estamos nosotros tres en la sala y que no parece haber cámaras ni altavoces. Entonces escucho una voz:

- Vamos a ver chaval, escoge entre o tu novio o tu novia.

-¿Para qué?

-Escoge.

-Explícate.

-Escoge u os mato a los tres.

-¿Cómo?- Justo en ese momento "Dama" sufre una descarga eléctrica.- Vale, vale. Eeeeeh, me quedo con "Dama".

-¿Seguro?

-No.

-Escoge bien.

-"Dama".

-¿Seguro?

-No.

-¿Me estás vacilando?

-No.

-¿Es "Dama" tu decisión final?

-Sí.

-¿Seguro?

-No.

-Mata a Bruno.- Me dan una pistola.

-Ni de coña.

-Si no le matas os matamos a los tres.

-¿Cómo?- Bruno empieza a convulsionar,- Que bien jugáis cabrones.- y acto seguido se retuerce en el suelo de dolor.

-Hijo de puta- Me grita Bruno.-¿en serio hacía falta castrarme?

-¿Prefieres eso y un poco más de tiempo o morir?- Le pregunto.

-Morir cabrón, esto duele un huevo.

-Deja los chistes para luego, hay que salir por patas de aquí.

-Tenías que matarle, - Dijo aquella voz mientras nos rodeaba una oleada de guardias.- no castrarle. Sufrirás las consecuencias de tus actos.