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El peligro de la negación

El camino hacia el hospital era incómodamente silencioso, pero afortunadamente no duró mucho. Tan pronto como Taeyong y Yuta llegaron, se adentraron en él. Había una fila pequeña frente al mostrador, así que esperaron un poco. Yuta metió sus manos en los bolsillos y trató de mirar a todas partes, excepto a su alma gemela que estaba al lado de él. Cuando finalmente les tocó el turno, se encontraron cara a cara con la linda señorita detrás del mostrador. Ella les sonrió.

—¿En qué puedo ayudarles?

—Como que tengo un... eh, ¿problema? —Yuta rodó los ojos por la respuesta de Taeyong.

Cuando la señorita lo miró interrogante, Taeyong levantó la manga de su sudadera negra para revelarle su muñeca. No era la primera vez que Yuta veía el hilo, pero ahora parecía más obvio que había algo mal. La muñeca de Taeyong estaba inflamada y roja. También, el hilo se veía antinaturalmente apretado. Yuta miró el rostro de la señorita. Tenía el ceño fruncido mientras murmuraba algo.

—Esperen un momento, por favor —ella dijo al marcharse rápidamente de la sala de espera.

Taeyong y Yuta se miraron cortamente entre ellos, antes de evitar las miradas de nueva cuenta. Decidieron pararse a un lado por un rato. Y cuando Taeyong sacó el teléfono de su bolsillo y comenzó a escribir furiosamente, Yuta se tomó el tiempo para realmente mirar a su alma gemela.

Inmediatamente se dio cuenta de sus guapas facciones. Mandíbula filosa, pómulos visibles, hermosa forma de ojos, este chico lo tenía todo. Tenía músculos, pero no muchos. No era muy alto, pero quizás un poco más que él. También se dio cuenta de que siempre usaba sudaderas y jeans. Yuta pensó que quedaba con su personalidad. Silencioso y misterioso, pero de igual forma inteligente. Su cabello era negro y a diferencia del primer encuentro, su fleco estaba puesto hacia arriba, probablemente con gel y spray para cabello.

Objetivamente hablando, debería estar agradecido de que su alma gemela se viera así, y Yuta mentiría si dijera que no le atraía el chico, pero absolutamente no era del tipo por el que usualmente iba. Confundía terriblemente a Yuta.

La señorita regresó y les hizo un gesto con la mano para que la siguieran. Taeyong guardó su teléfono. —Le dije inmediatamente a la doctora y ella se las arregló para encontrar un espacio en su horario.

—Woah, no es necesario. Digo, puedo esperar un rato —Taeyong dijo rápidamente, para nada quería ser una carga para la doctora.

La enfermera sonrió por su amable gesto, pero lo descartó. —No, esto es más serio de lo que piensan, chicos, y la doctora piensa lo mismo. Así que, está bien —entonces llegaron a la oficina de la doctora y la enfermera tocó la puerta. Ésta se abrió, y una mujer de mediana edad con corto cabello castaño apareció. Tenía una agradable vibra alrededor de ella.

—Entren, por favor —ella dijo cuando vio a Yuta incómodamente de pie, inseguro de entrar. Añadió con una sonrisa—. Ambos.

Una vez adentro, ella le señaló a Taeyong la cama de pacientes para que se sentara, y a Yuta le hizo una corta reverencia antes de sentarse en una de las sillas al lado de la cama.

—Primero que nada, soy la doctora Choi Minhee y especialista en vínculos de almas gemelas. Para empezar, necesito sus nombres —después de una corta introducción de parte de ambos, ella asintió y escribió la información en su computadora.

—Ahora, Taeyong. Déjame ver tu muñeca, por favor —entonces, eso hizo el nombrado. Ella la sostuvo cuidadosamente en su mano y la miró con atención—. Hmm... —presionó en ella suavemente y Taeyong se estremeció. Yuta se sintió mal por él.

—Puedo imaginar que duele. Bien, pongamos algo para refrescarla —dijo y se desplazó con su silla hasta un gabinete cercano. Escogió una bolsa refrigerante y la colocó en la muñeca de Taeyong, después de regresar a su posición anterior.