Enojo y arrepentimiento

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—...Dale una dosis de Salvaninex.

—Sí, doctora Minhee.

«Eh.»

«¿Qué está pasando?»

—...Nunca esperé que esto sucediera.

—Doctora, creo que está despertando.

Yuta se sintió a sí mismo entrando y saliendo de la inconsciencia. De hecho, sintió como si estuviera flotando, escuchando pasos y voces de vez en cuando, pero sólo viendo oscuridad, porque su vista no se había recuperado aún. Sus manos se movieron un poco y sintió algo suave contra su piel.

«¿Dónde estoy?»

Entonces, sintió una mano en su frente.

—Cariño, ¿puedes escucharme? —era una linda voz de mujer y Yuta la reconoció vagamente. Quería decir algo, pero en el momento que trató de inhalar a través de su boca, apenas recibió casi nada de aire. Era aterrador y sus manos intentaron ir hacia su cuello como instinto, pero su cuerpo estaba demasiado exhausto para moverse de alguna forma. Dejó escapar un quejido escandalizado.

—Shhh, shhh, no entres en pánico, está bien. Nayoung, ¿puedes darme la mascarilla de oxígeno, por favor? —luego Yuta escuchó un ligero crujido, y después de un corto momento, algo fue puesto sobre su boca. Quería sacudir su cabeza para removerlo, pero de pronto, pudo respirar otra vez. Estaba un poco tenso, pero sintió que el aire fue hacia sus pulmones y suspiró en alivio.

—Eso está mejor, ¿no? —la agradable voz preguntó de nuevo—. Yuta, cariño, ¿estás conmigo? —y él simplemente asintió.

Inmediatamente, luego de su preocupación principal que era el necesitar aire, fue resuelto; un increíblemente vacío y solitario sentimiento se adueñó de él y sus ojos se fueron abriendo. La luz estuvo demasiado brillosa por un momento, pero lentamente volvió a abrir sus ojos cuando se acostumbró a la cantidad de luz. Vio a la doctora de pie frente a él con una aliviada sonrisa en su rostro.

Pero se sentía terrible.

No quería verla.

Sólo quería ver a una persona. La persona que había sostenido su mano no hace mucho tiempo atrás. Lo necesitaba.

—T-Taeyong, necesito a... —dejó salir un suave quejido—. Taeyong.

—Lo verás pronto. Ahora necesito que me escuches con claridad, Yuta —éste obedeció, apenas pudiendo mantener sus ojos abiertos. Ella continuó—. Voy a darte una inyección. No tengas miedo, de inmediato te hará sentir bien.

—¿Dónde está Tae...? —simplemente lo quería. Quería aliviar su dolor.

—¡Yuta! —ella dijo severamente—. Éste es tu vínculo hablando, así que necesitas calmarte, ¿sí? —entonces, la voz de la doctora Choi se volvió más suave otra vez—. Voy a darte una alta dosis de Salvaninex combinado con un sedante, te hará sentir muy adormilado, pero no te preocupes y mantén quieto tu brazo.

Yuta escuchó sus palabras y las procesó en su mente lentamente, antes de asentir. No mucho después, sintió una punzada en la curva de su brazo y se quejó ante la extraña sustancia, enviando una sensación de hormigueo a través de todo su cuerpo. El sentimiento vacío en su pecho disminuyó un poco e instantáneamente se sintió calmado. Sus ojos se cerraron de nuevo y sintió una agradable calidez.

Y tanto cansancio.

Una mano acarició la suya con suavidad. —Ten más descanso y te prometo que te sentirás mucho mejor cuando vuelvas a despertarte. No te preocupes, Taeyong estará aquí.

Escaping Fate » TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora