Era martes, cuarto para las cuatro de la tarde, y Taeyong se paró nervioso frente al dormitorio de Yuta, apretando unas rosas por detrás de su espalda, tan fuerte que podía sentir una de las espinas pinchando su piel.
Aún no se atrevía a tocar la puerta, completamente al tanto del hecho de que Yuta estaba esperándolo desde que le había abierto la puerta principal, después de que lo hubiera llamado. No tenía idea de qué debería decir o qué podía pasar hoy. Podía ser de tantas maneras diferentes, que Taeyong no había dormido la noche pasada, recorrió cada posibilidad en su cabeza.
Los últimos días desde el sábado fueron incómodos y horrendos. Cuando Jaehyun prácticamente lo había echado de su departamento, se encontró totalmente perdido. Se negó a llamar a Taeil, ya le había causado suficiente dolor y preocupaciones. Conocía lo suficiente al otro como para saber que también estaba teniendo dificultades.
De cualquier manera, Taeyong no pudo evitar sonreír ligeramente ante el recuerdo de una llamada que recibió a las cinco de la tarde, aquel sábado. Doyoung lo había llamado y sin explicar nada, le dijo que se quedara con él.
...
Doyoung lo miró y le hizo un gesto para que entrara en silencio. Taeyong no sabía qué más hacer, en lugar de seguir al alma gemela de su mejor amigo. Cuando cerró la puerta detrás suyo, Doyoung ya estaba hurgando en un closet. Cuando se dio cuenta de que Taeyong seguía parado en el mismo lugar, se giró hacia él.
—No tengo una habitación extra, así que espero que no te importe dormir en el sillón por una vez —dijo cuando encontró lo que estaba buscando, se lo lanzó a un Taeyong desconcertado. Era una cobija.
—¿P-por qué estás haciendo esto?
Doyoung caminó hacia él y cruzó los brazos, tenía una mirada preocupada en su rostro. —Porque no creo que fuera correcto que Jaehyun te rechazara así. No conozco todos los detalles de lo que ocurrió, ya que sólo hablé con Jae, pero... has estado dolido por todo esto, ya por un buen rato. No voy a dejarte dormir en la calle sólo porque eres un estúpido desgraciado.
—No me dejarías dormir aquí si supieras lo que hice.
—No quiero saber. Ahora, ¿quieres dormir aquí o no?
Taeyong asintió. Y con una suave voz, dijo: —Gracias —a cambio, Doyoung le dio una pequeña sonrisa y Taeyong cayó en cuenta de que ambos eran mejores amigos de lo que esperaba. Aún si debía odiarse a sí mismo y no permitirse sentir ni una mínima parte de la felicidad, se sentía cómodo en el ligeramente desordenado, pero iluminado departamento. Y ver a su flacucho amigo, quien estaba de pie frente a él de manera incómoda, le dio un sentimiento consolador y tranquilizador.
—Sólo no le digas a Jae que te dejé dormir aquí —Doyoung añadió con un suspiro—, no estará feliz si se entera y la verdad no tengo ganas de que descargue toda su ira conmigo.
—No lo haré —Taeyong le prometió. De alguna manera, se sentía con ganas de llorar—. Muchas gracias, Doyoung, realmente aprecio esto.
—Sólo toma una ducha y vete a dormir, Taeyong. Te ves exhausto. Supongo que Jaehyun puso ropa limpia en tu bolso, así que... —y entonces, para la sorpresa del pelirosado, Doyoung caminó hasta él y puso una mano en su hombro—. Todo estará bien. Es tu alma gemela, no importa qué tanto lo hayas echado a perder, ese hecho no va a cambiar. Eventualmente, te perdonará. La cosa más importante para ti, es el perdonarte a ti mismo e intentar hacer bien las cosas.
—No creo poder hacerlo aún —Taeyong admitió derrotado.
—Entonces trabaja en ello, porque no irás a ningún otro lado, créeme, lo sé — y esta fue la primera vez que Taeyong se dio cuenta de que no todas las parejas que parecían tener la relación perfecta, eran, en efecto, perfectas.
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Escaping Fate » Traducción
FanficCuando el hilo rojo apareció alrededor de su cuello, Yuta supo que estaba condenado. Lejos estaría su libertad e independencia. ¿No era así como siempre pasaba? Bueno, definitivamente no renunciaría a sus sueños simplemente así. Taeyong descubrió e...