(No puedo) Dejarte ir

2K 243 237
                                    

Cuando Yuta se adentró al familiar pequeño café, vio a Taeyong sentado en su lugar habitual, cerca de la ventana. La primera cosa que notó de inmediato, fue que el otro se veía realmente cansado. Su rostro seguía hermoso, pero sus mejillas hundidas y los círculos negros debajo de sus ojos estaban ahí. También estaba sosteniendo su muñeca, como si tuviera mucho dolor. Su furia se disipó un poco ante la vista. Al menos no era el único sufriendo.

—Te ves horrible —dijo al sentarse contrariamente al otro. Taeyong se sacudió en su asiento. Después de haber retomado su compostura, pasó una mano a través de su cabellera nerviosamente.

—Sí. Bueno, tú también —apartó la mirada y un poco más suave, añadió—. Te ordené un latte con caramelo.

Para controlar sus nervios y su aún presente enojo, Yuta tomó un sorbo de su copa. —Gracias —luego tomó un respiro profundo y buscó los ojos de su alma gemela—. Ahora habla.

—C-claro... —Taeyong dijo nerviosamente. Yuta pudo ver que estaba teniendo un momento difícil. Dejó su agresiva actitud un poco ante ello, dándose cuenta de que no los ayudaría a hablarse. Un corto silencio le siguió. Era una extraña atmósfera. Yuta había entrado con tanta furia que tuvo miedo de comenzar a gritar al momento de ver el rostro de su alma gemela. Taeyong lo merecía, por hacerlo sentir tan miserable, pero no podía. Se culpó a sí mismo por ser así de débil.

—Sé que lo arruiné —Taeyong dijo eventualmente, jugando torpemente con sus manos. Luego miró a Yuta, directo a los ojos—. Lo siento, Yuta. Yo... habían cosas sucediendo —después habló un poco desesperado—. Nunca quise lastimarte, lo juro.

—Pero lo hiciste —Yuta dijo y las manos en su regazo se apretaron la una a la otra, con fuerza—. Y no estoy hablando acerca del ajustamiento del hilo. Antes, cuando te esperé, pero nunca te apareciste, te mandé mensajes, te llamé, pero tú sólo actuaste como si yo no existiera. ¿Y ahora esperas que yo actúe como si nada hubiera pasado, y hable civilmente contigo?

Taeyong apartó la mirada ante sus palabras y mordió su labio. Hizo que Yuta se sintiera un poco mejor, ver la expresión culpable en su rostro. Qué tan cruel podía ser eso.

—Yo... también me lastimó —Taeyong dijo, sin encontrarse con los ojos de Yuta—. Sé que no es lo que querías escuchar pero... lo habría hecho de otra manera, si pudiera.

—Pura mierda —Yuta le dio una mirada indignada. Apartó el flequillo de sus ojos con una mano—. Entiendo que hayas tenido un pasado difícil, pero yo soy un ser humano con sentimientos. Encima, ¿al menos no pudiste adivinar qué podía pasar cuando comenzaras a salir con alguien más?

—¿Entonces no puedo salir con nadie más por el resto de mi vida, es eso lo que estás diciendo? —Taeyong habló de vuelta. Probablemente vio la repentina furia en los ojos de Yuta, porque de inmediato se disculpó.

—Lo siento, eso fue... —suspiró pesadamente, pasando una mano sobre su cara—. Lo que tuvimos, Yuta... no fue falso. De verdad me importaste —sacudió su cabeza—, me importas. Yo sólo... he visto lo que un vínculo de almas gemelas puede hacer, qué tanto daño puede causar. No quiero eso. No puedo correr el riesgo —su tono fue suave y suplicante, para que Yuta pudiera comprenderlo. Y lo hizo, Yuta pudo entender su lógica. Mucho antes de ese momento, incluso pensó así por sí mismo. Y al final, Yuta cambió de opinión.

Pero Taeyong no.

Fue así como todo tuvo sentido y aunque rompiera su corazón, Yuta estaba seguro de que no podría cambiar la opinión de su alma gemela. Nunca. El chico coreano estaba tan atado a su pasado. Yuta sacudió su cabeza. Debió haberlo sabido y protegido así mismo cuando tuvo la oportunidad, pero obstinadamente había decidido aferrarse a sus sentimientos por el otro y tratar de hacer que las cosas funcionaran entre ellos.

Escaping Fate » TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora