“¿Tenemos que hablar?” preguntó Lauren, una sensación de temor llegando hacia ella con el tono serio de Camila.
“Es solo…” empezó vacilante Camila, su mirada fija firmemente en el bote de Nutella de su mano derecha, su mano izquierda jugueteando con la cucharilla distraídamente.
“¿Es sólo qué Camz?” preguntó Lauren ansiosamente cuando no continuó. “¿Estás rompiendo conmigo?”
“¿Qué?” respondió Camila, su cabeza lanzándose hacia arriba y su atención volviendo hacia la morena sentada a su lado. “No, claro que no lo estoy haciendo. ¿Por qué siquiera me preguntas eso?”
“Nada bueno viene en una conversación que empieza con ‘tenemos que hablar,’” le dijo Lauren, recordando el ramo de flores y el picnic que Camila había planeado para ella. “¿Es de eso de lo que se trata todo?” preguntó con interés, haciendo un gesto hacia la manta donde estaban sentadas y la cesta del picnic que había a su lado. “¿Has planeado todo esto para suavizar el golpe de lo que vas a decir?”
“No,” contestó Camila sinceramente. “Quiero decir, a lo mejor un poco pero, quería hacer todo esto por ti,” divulgó. “Pensé que sería bonito, ya sabes, pasar el día de hoy haciendo algo especial juntas. Especialmente con el concierto después…”dijo bajando la voz y Lauren esperó pacientemente pensando que debía continuar.
“Vale…” dijo Lauren con una expresión confusa en su cara cuando Camila no siguió. “Eso aún no explica de lo que tenemos que hablar.” señaló. “¿Estás bien?” preguntó. “Quiero decir, no estás como, muriendo ni nada ¿no?” preguntó preocupadamente.
La esquina de la boca de Camila se convirtió en una media sonrisa y puso la cuchara que sostenía en la mano izquierda dentro del bote de Nutella de su derecha.
“Todos nos morimos Lauren,” comentó simplemente y Lauren sintió su estómago sacudirse ante la algo evasiva respuesta.
“¿Qué significa eso?” dijo Lauren, su voz saliendo aterrorizada, su tono aumentando ligeramente como resultado de su preocupación. “¿Estás enferma?”
“No,” dijo Camila, extendiendo su mano libre para ponerla en el antebrazo de Lauren tranquilizadoramente, sus dedos acariciando la piel ahí mientras la apretaba amablemente. “Estoy bien. Lo prometo. No me voy a morir más que tú.” La aseguró.
“Vale, bueno me estás asustando un poco Camz,” informó Lauren a su novia, poniendo su mano libre en lo alto de la de Camila, cogiéndola y entrelazando sus dedos, “Entonces, lo que sea que tienes que decir, ¿puedes decirlo? Estoy imaginando todos los posibles escenarios horribles en mi cabeza y creo que preferiría que me sacaras del misterio si es algo malo.”
“No es malo,” respondió Camila, apretando la mano de Lauren. “Al menos, no creo que lo sea pero, yo solo…no quiero que te tomes lo que te diga de la manera equivocada, eso es todo.”
Lauren recordó la conversación que había tenido con su madre esa mañana con respecto a Camila y pensó que finalmente entendía la dirección de esa conversación en la que estaba adentrándose.
“Oh,” dijo Lauren, la realización aterrizando en ella. “¿Es sobre tú siendo capaz de hacer más cosas por ti misma?” preguntó a Camila, una especie de alivio invadiéndola porque no podía ser nada más serio que eso.
“¿Quién te dijo?” preguntó Camila sorprendida y Lauren se mordió su labio inferior durante un momento sintiéndose ligeramente avergonzada.
“Mi madre puede haberme mencionado algo,” admitió tentadoramente. “Me dijo que tu madre había hablado con ella sobre que querías ser capaz de tener más independencia ahora que estás en casa.”