Solo buscaba una oportunidad y en aquel restaurante había encontrado más que un empleo cuando conoció a su jefe.
Podía ser que el hombre estuviera fuera de su alcance por distintas razones, pero estaba dispuesto a intentarlo y es que, después de to...
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Mientras estaba recargado en aquella barra de una tienda de conveniencia al lado de Youngwoon se daba cuenta de que no sería sencillo conquistar a su jefe heterosexual y es que si a su mejor amigo le costaba conseguir el número del chico del puesto de flores, el cual era gay, él la tendría difícil, aunque podía ser simplemente cosa de su menor.
Dio un sorbo a su café.
-¿Puedes ver lo hermoso que es?-
-Lo veo- respondió inexpresivo porque después de un par de dos años de escuchar lo mismo las palabras perdían la emoción del primer momento.
-Debería ir a conseguir su número, ¿cierto?-
Asintió.
Tal vez escuchar a Youngwoon describiendo la belleza del chico se había vuelto monótono y aburrido después de dos años, pero si algo seguía siendo divertido para él, era ver a aquel hombre orgulloso y presuntuoso que presumía de sus ligues, ser rechazado por Lee Sungmin. Kangin en ocasiones podía ser algo burlón y un tanto pesado, pero tenía su encanto y aquel aire masculino que hacía sentirse a las personas especiales y seguras a su lado cuando salían con él, pero eso no parecía atraer a su amor platónico desde que lo conociera un día en que pasaban cerca de la zona.
Vio a través del espejo al chico de cabello negro golpear a su amigo con uno de los ramos de flores que estaban en exhibición y no pudo evitar reír un poco al imaginar lo que le estaría diciendo para lucir tan enfadado mientras Youngwoon buscaba cubrirse de aquellas "terribles" flores.
-Wow, eres todo un conquistador- lo fastidió cuando lo vio aparecer con una expresión terrible en el rostro –creo que debería aprender un par de cosas de ti-
-Imbécil- dijo sacándose un par de pétalos de la ropa.
-Creo que incluso yo podría conseguir su número si lo quisiera- murmuró mientras miraba su café helado.
-¿Tú?, no te ofendas pero si ese hermoso conejito me rechazó a mi, dudo que te acepte a ti -
-¿Tan seguro estás?- cuestionó enarcando una ceja y sonrió ladino al ver al mayor asentir –te apuesto cincuenta dólares a que yo puedo conseguir su número-
-¿Y si no lo haces?-
-Entonces aceptaré que no soy mejor que tú y te compraré un par de cervezas y comida en donde tú quieras-
-Hecho- dijo Kangin seguro de que no lo lograría.
Realmente no tenía interés en el chico a pesar de que fuera tal y como describiera Youngwoon, pero siempre era divertido apostar con un amigo y la realidad era que necesitaba un par de billetes mientras llegaba el día de la paga.
-Buenas tardes-
-Buenas tardes- respondió con una pequeña sonrisa y se preguntó qué estaba haciendo mal Youngwoon cuando parecía que el chico era realmente amable -¿busca algo en particular?-
