Su cuerpo había quedado atrapado entre la pared y el cuerpo de Jonghoon o eso fue lo que creyó porque su mente no parecía estar funcionando igual que siempre; Kim lo estaba besando de forma apasionada y él le respondía sin siquiera pensarlo, ¿acaso estaba volviéndose loco? Y temió que la respuesta fuera afirmativa porque no alejó las manos que acariciaban sus caderas y espalda.
Los ojos oscuros del mayor se encontraron con los suyos cuando se separaron para tomar una bocanada de aire y fue él quien reinició aquel extraño juego, traspasando las barreras del pelinegro hasta apoderarse del interior de su boca. Debía estar loco, pero era innegable la sensación de placer recorriendo su cuerpo mientras combatía con Jonghoon en aquella batalla sobre el control.
-Podemos detenernos aquí si lo deseas- escuchó en un murmuro lejano cuando sus pulmones luchaban por abastecerse de aire después de que el beso se rompiera.
Su cuerpo había sido atrapado por uno de los sillones de la sala y aunque estaba sentado y Jonghoon estaba en el suelo, eso no hizo que la sensación de alerta menguara; podía detenerse, podían hacerlo, pero su cuerpo se estremecía ante la sola idea de aquel hombre de ojos negros entre sus piernas.
-Podemos parar- susurró mientras el cierre se deslizaba lentamente, mostrando la tela oculta detrás de él -solo tienes que decirlo- y a pesar de su recordatorio, nunca escuchó una respuesta de su parte.
-Mngh...- un pequeño sonido salió de sus labios al sentir su mano acariciando su miembro por encima de la tela de su ropa interior y no debía de sentir nada, pero ¿por qué un hombre le provocaba esa sensación? Debía ser extraño, incómodo y desagradable saberse tocado por un hombre de esa manera, pero mientras Jonghoon lo tocaba no podía ni siquiera sentir un pequeño signo de esas sensaciones en su cuerpo, sino todo lo contrario.
"Podemos parar", las palabras giraban en su cabeza, pero sus labios ni siquiera se separaron con la intención de susurrarlas.
Deslizó lentamente la tela y el miembro de Kyuhyun se extendió desvergonzadamente frente a su mirada al igual que la del hombre que le poseía y aunque sus ojos marrones parecían confundidos y asustados, nunca le dijeron que se alejara, por lo que su índice acarició con picardía la cabeza antes de deslizarse por su extensión y mientras sus ojos no perdían de vista los del menor, se inclinó hasta que su respiración pudo acariciar la piel de su sexo.
Los labios de Jonghoon se habían cerrado sobre su miembro y sintió entonces que el aliento se atoraba en su garganta impidiéndole respirar hasta que un lento vaivén sacudió todo su cuerpo. Sentía que iba a perder la cabeza.
-J-Jonghoon...- masculló y el nombrado le miró con seriedad sin detenerse, notando sus labios entreabiertos y su mirada vidriosa acompañando su respiración acelerada; lucía confundido, pero aun así no deseaba que parara porque nada impedía hacerlo, pero el placer era suficiente para mitigar sus deseos ligados a una sexualidad que creía inamovible y él por su parte, estaba disfrutándolo demasiado como para renunciar a ver a ese castaño encontrar el placer entre sus manos.
Su cabeza se había ido hacia atrás en el respaldo del sillón y mientras su mirada se perdía en el color claro del techo, su boca liberaba pequeños gemidos al sentir la calidez de la boca de Jonghoon haciendo estragos en su sistema y era más que consciente de su excitación y la firmeza de su falo ante las caricias de este.
¿Por qué se sentía así al encontrarse en esa posición con otro hombre?, no debía, no debería y, aun así, su cuerpo le decía todo lo contrario, respondiendo con ligeros espasmos y falta de aliento, con un ligero calor invadiendo su cuerpo al igual que la irracionalidad de su mente sofocada por el placer.
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Convirtiendo a mi Jefe {YeHyun}
أدب الهواةSolo buscaba una oportunidad y en aquel restaurante había encontrado más que un empleo cuando conoció a su jefe. Podía ser que el hombre estuviera fuera de su alcance por distintas razones, pero estaba dispuesto a intentarlo y es que, después de to...