°CAPÍTULO NUEVE°

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Decidieron que lo mejor era regresar a la ciudad y domir en un edificio.
Aunque eran conscientes de que podían ser atacados, era muy arriesgado buscar refugio en el desierto con la tormenta pisándoles los pies.
Entraron con cautela en la ciudad y seguidamente se instalaron en el primer edificio que vieron.
Una vez que comprobaron que estaba desierto, repitieron el proceso de la última vez, bloqueando las puertas y ventanas.
Marie colocó un colchón y una almohada y ayudó a Newt a tumbarse.
El trapo que cubría la pierna de Newt estaba completamente rojo por la sangre.
Marie se lo quitó y volvió a hacerle las curas, aunque sabía que si no encontraban ayuda pronto, la pierna de Newt se pondría mucho peor.
Acabado de sanear la herida, le puso una manta por encima a Newt y ella se fue a acostar a una cama próxima a él.
-Verducha.-
-Ya empezamos. - Dijo Marie resoplando.- ¿Algún día conseguiré que me llames por mi nombre?-
-Dificilmente, cuando se me mete algo en la cabeza, es casi imposible sacármelo.-
-Creo que me he dado cuenta listillo.-
-No te lo tomes como algo personal, tengo la manía de ponerle motes a todo el mundo.-
Marie rió: - En ese caso ya me quedo más tranquila.-
-Marie.- Dijo Newt, cambiando de repente su tono a uno más serio.- Ahora enserio, creo que de no ser por ti estaría muy fucado, no se como agradecerte lo que has hecho por mí.-
-Oh vamos Newt, somos un equipo, nos ayudamos el uno al otro.Tu también me has ayudado en determinadas ocasiones, estoy segura que sin ti yo también estaría...¿Cómo has dicho? ¿Fucada?-
Newt soltó una sonora carcajada, algo que lleno de felicidad a Marie.
-Supongo que si, me alegro de haberme encontrado contigo, es más, casi me alegro de la maldita explosión por haberte conocido.-
Marie se sonrojó al instante, pero le dedicó una sonrisa y le dio una caricia en la cara.
-Lo mismo digo "verducho".Ahora descansa.-
Newt asintió y dijo finamente:- Buenas noches Marie.-
-Buenas noches Newt.-
Y se durmieron uno en frente del otro, con el corazón latiendo con fuerza y con la sensación de estar más unidos que nunca.
A la mañana siguiente un ruido los despertó.
Salieron fuera para comprobar que pasaba y se encontraron con que,una pequeña nave, como la que habían explorado ayer, estaba delante del edificio.
Enfrente de la entrada de la nave estaba una mujer de pelo largo rubia y dos guardias, uno a cada lado de ella.
La mujer era muy alta, casi tanto como Newt.Tenía unos treinta años aproximadamente, iba vestida con un largo vestido  blanco y una chaqueta por encima.
Era muy guapa y tenía unos preciosos ojos grises que mostraban una serena mirada, la cual provocaba buenas vibraciones en Marie.
Los guardias que la escoltaban estaban vestidos con trajes negros y eran idénticos, lo único que los distinguía era el color del pelo, pues incluso el corte lo tenían igual.
Ella empezó a caminar hacia ellos y Marie reaccionó.
Rápidamente puso, esta vez ella, el brazo enfrente de Newt y sacó la pistola, apuntando a la desconocida.
Los guardias se pusieron en alerta, pero ella levantó la mano y se relajaron.
-Tranquilos niños.- Dijo ella, con una voz más grave de lo que esperaba Marie.- No os vamos a haceros nada, al contrario, venimos a ayudaros.-
-¿Cómo sabemos que podemos fiarnos de ti?- Preguntó Marie muy directamente.
-Marie, cielo, relájate.- Dijo la chica dulcemente que, para sorpresa de Marie, sabía su nombre.- No os voy a  hacer daño, quiero rescataros del infierno que estáis viviendo por culpa de cruel.-
-¿Como...?- Marie no sabía que decir, miro a Newt que parecía tan sorprendido como ella.
-Es una larga historia, pero muchos de vuestros amigos están en problemas y tenemos que darnos prisa, lo primero que haremos será encargarnos de la pierna de Newt y luego os contaré todo, pero tenéis que confiar en mí y subiros a la nave con nosotros.-
Marie estaba muy sorprendida, pero desvío la mirada hacia la pierna de Newt y se dio cuenta que necesitaban ayuda.
Finalmente bajo el arma y aceptó, acto seguido la entrada de la nave se abrió y la señora les indicó que la siguieran.
Marie empezó a caminar pero de pronto el brazo de Newt la detuvo.
-¿Estas segura?- Le preguntó Newt.- Perdona que discrepe pero esos pingajos no tienen mucha pinta de amables.-
-No nos queda otra opción Newt, necesitas que te miren la pierna, a parte no parece que mienta.-
-Vale.- Cedió Newt.- Pero no vamos a bajar la guardia, ¿entendido?
Marie asintió y ayudó a Newt a meterse en la nave.
El interior era exactamente igual que la nave que ellos exploraron, a excepción del cargamento, que era nulo.
La mujer les llevó hasta la sala del piloto donde les ofreció un sitio para sentarse.
-¿Adonde puñetas vamos exactamente?- Pregunto Newt.
- Paciencia Newton, enseguida lo verás.-
-¿Cómo sabes nuestros nombres? ¿De qué nos conoces?- Le preguntó Marie.
- Os prometo que lo contaré todo en el momento apropiado. Lo primero, me llamo Penélope, y lo segundo, ponéos cómodos, porque este va ser un largo viaje.-

Perdidos en el desierto (Newt fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora