°CAPÍTULO DOCE°

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Se despertó el día siguiente de muy buen humor.
Se vistió con la ropa que le habían dejado y decidió ponerse algo bonito, así pues eligió un vestido blanco por encima de la rodilla que le sentaba de maravilla.
"¿Cómo narices habrán adivinado mi talla?"- Se preguntó mientras se subía la cremallera.
Al salir por la puerta se encontró con una agradable sorpresa.
Al final del pasillo estaban Newt y Penélope, esta se giró y le saludó, acto seguido se fue dejándoles a ellos dos solos.
Newt estaba muy cambiado: Para empezar, llevaba puesto una camisa blanca y unos vaqueros, a parte de que estaba peinado y limpio.
La pierna herida no parecía estar hinchada, pero si notó una fuerte cojera cuando empezó a caminar hacia ella.
Marie no lo dudo un instante, corrió hacia él y se lanzó a sus brazos.
-¡Vaya! Calma verducha, que por poco me tiras.- Dijo Newt, que por poco se cayó hacia atrás, pero una vez recuperado el equilibrio, achuchó bien fuerte a Marie entre sus brazos.
Se quedaron un rato abrazados hasta que Marie se apartó y le sonrió.
-¡Madre mía Newt! Que alegría que estés bien, y joder, menos mal que te echaste colonia, ya era hora de hacer algo con ese olor.- Bromeó Marie mientras le guiñaba un ojo.
-Muy graciosa verducha, casi te podría decir lo mismo, pero tu olor a clonc parece ya formar  parte de ti.-
Marie le dio un fuerte codazo mientras negaba con la cabeza, a lo que Newt respondió con una gran carcajada.
-No tienes remedio "pingajo", ¿que te dijo Penélope?-
-Doña Pepis me dijo que, cuando acabáramos de despedirnos, que fuéramos hasta ese salón de allí, al parecer nos tiene que enseñar algo "importante".-Dijo señalando  a su derecha.
Marie soltó una enorme carcajada.
-¿Doña Pepis?- Dijo mientras se reía.- Newt, esto de los apodos de te va de las manos.-
-Bueno, si te hace reír, créeme que vale la pena.- Dijo Newt tímidamente.- Tienes una sonrisa preciosa Marie.-
Marie le sonrió tímidamente y se sonrojó.
Los dos se pusieron en camino hasta aquella sala donde, "supuestamente", tenían algo muy importante que ver.
Nada más entrar se quedaron completamente petrificados.
En aquella sala, nada más y nada menos, estaban sus compañeras del grupo.Sus amigas del grupo, y por supuesto también el de Newt.
Marie no podía con su felicidad, se lanzó a su grupo y no paró de darles besos y abrazos a todas.
-No me lo puedo creer, os he echado un montón de menos.-Dijo con lágrimas en los ojos a Harriet y Sonya.
-Y nosotras también torpe.- Dijo Sonya sonriendo.- Fuiste la única que estaba desaparecida, el resto nos fuimos encontrando por el camino.-
-Bueno, aunque parece que no estabas mal acompañada.- Sonrió Harriet pícaramente.- Confiesa, seguro que lo pasaste bien sin nosotras,¿quién es ese bombón?
Marie se sonrojó y posó su mirada en Newt, el también estaba rodeado de sus compañeros...pero algo iba mal.
Newt tenía una expresión preocupada y miraba para todas partes, estaba muy serio.
-Vaya vaya, no le quitas el ojo encima ¿eh?- Marie ignoró el comentario de Harriet y centró su atención en Newt, que se dirigía muy nervioso hacia Penélope.
-¿Dónde puñetas están Minho y Thomas?- Le preguntó con un tono muy preocupado a Penélope.
Ella le dirigió una mirada triste y dijo en voz alta, de forma que todos la oímos:-Minho y Thomas se ofrecieron a formar parte de la misión, junto con unos guardias, de colocar una bomba en cruel, el problema, es que hace ya días que salieron y aún no han vuelto y, además, hemos perdido la comunicación con ellos.-
Marie vio el rostro de Newt palecía , sin duda debían ser muy amigos suyo.
-Pero tranquilo Newt, estamos preparando un equipo de rescate más cualificado y enseguida iremos a buscarles.-
-Yo voy-Dijo Newt, sorprendiendo a Marie.
-Si tu quieres puedes cielo.- Le respondió Penélope.
A Marie se le cayó el alma a los pies, era muy arriesgado,no quería que le pasara nada a Newt.
Pero ya estaba decidido.
En unas horas, Newt y los demás ya se estaban preparando para ir a buscarles, faltaban apenas unos minutos para que marcharan, pero Marie no tenía fuerza para despedirse.
Se encontraba en su habitación mirando por la ventana, sumida en sus pensamientos, cuando de repente llamaron a su puerta.
-¿Si?- Dijo Marie con la voz débil.
-Soy yo verducha, ¿puedo pasar?-
Marie no contestó, pero Newt entró igualmente.
Ella se giró y ahí estaba, vestido como para ir a la guerra, solo que sin las armas.
-Oye...-Empezó a decir Newt.- Estamos a punto de irnos y...bueno, venía a despedirme.-
-¿Por qué lo haces Newt? Nadie te obliga.-
-Son mis amigos Marie, tengo que ayudarles.-
-Es una completa locura y lo sabes Newt, es posible que os maten.-
- Conseguiremos hacerlo Marie, estoy seguro.-
-¡No me importa la dichosa misión!- Grito Marie, sobresaltando a Newt.- ¿Y si...? ¿Y si pasa algo?-
-¿Algo? ¿Cómo que algo? ¿Algo cómo que?-
Marie no contestó y se giró, las lágrimas amenazaban con salir si seguía hablando.
Newt se acercó lentamente y le cogió la mano.
-Marie,por favor, ¿que ocurre?-Dijo con voz de súplica.
Marie no aguantó más, ese sentimiento que se formó cuando conoció a Newt estalló.
Decididamente, se dio la vuelta, soltó la mano de Newt y se lanzó a él.
Sin pensárselo dos veces lo besó, y noto como se formaba un cosquilleo en su interior...

Perdidos en el desierto (Newt fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora