Capitulo 2 - La Promesa

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-!Bueno ya, se acabó! Déjame tranquilo.- Le grite a Sick, que no paraba de saltar de un lado a otro mientras intentaba convencerme de que jugará con él.

- Ah... Por favor señor, será divertido, es muy raro que tenga alguien con quién jugar, por favor no sea malo.-Respondió Sick mientras jalaba mi brazo.

-Ya te dije que no y punto, estoy muy ocupado con los encargos del Padre Zuan.- Fue lo último que le contesté con la esperanza de que esto acabará aquí, pero, ¿Cómo terminé en esta situación?

-Vamos señor, al Padre Zuan no le importará que juegue conmigo, además necesito un mounstro para combatir.-Dijo Sick esperando que accediera a su petición.

¿Mounstro?.... Yo... Yo...

-Lo siento, no puedo.... Ya no...-Dije con la mirada baja intentando evitar que se me quebrase​ la voz, ¿mounstro? No... De nuevo...

-¿No puedes?, pero si apenas hace una noche tu mismo dijiste que eras un mounstro, recuerdas.-Dijo mientras se cruzaba de brazos y me miraba fingiendo estar enojado.

- Yo... yo...

- Vamos, se un mounstro.- Dijo ahora con más insistencia.

- Yo... No

- Vamos, señor por fa....

-!Yo no soy un mounstro! !No lo soy¡- Grite con todo la fuerza que pude, ya no lo soporto más.

-Pero... -Dijo Sick aún mirándome fijamente pero ahora en voz baja.

-!Pero nada! !vete! Déjame sólo.- No creo poder resistir.

-Pero... Repite Sick.

-!¿Qué no escuchas?¡ !vete¡ Dejame sólo.-Grite aún mirando al suelo.

-Bien.- Dijo Sick en voz baja antes de salir corriendo.

Después de eso sólo pude escuchar los pasos de Sick alejándose y a mi conciencia retomando su tortura. La palabra "mounstro" estaba haciendo eco en mi cabeza y yo...

-!Nooo! Ya no... No soy un.... - Después de gritar, sólo pude sentir mi cuerpo caer de rodillas y lágrimas bajando rápidamente por mis mejillas, y aún con la mirada pérdida sólo podía ver las peores imágenes.... Esos malditos recuerdos.

~♠~

-!Byron¡ Por favor entra ya está lista la cena.--Dijo el Padre Zuan desde la ventana de la cocina.

-Voy enseguida Padre.- Respondí mientras secaba el sudor de mi frente con un pequeño trapo.

-Apresurate, la comida es buena caliente.- Indico el Padre Zuan mientras regresaba a la cocina.

Si, la comida es buena caliente, y no sé el porque pero.... Esas palabras me hacen recordar a mi madre, sólo intentaré no pensar en eso.
Me siento como si estuviera aquí hace mucho tiempo, y solamente ha pasado un día desde que llegué a la iglesia y el padre me propuso quedarme con ellos, ese momento resuena en mi cabeza:

"-Soy Byron, y también es un placer conocerlo.

-Ahora, Sick ve a jugar mientras habló con el Joven Byron.- Le ordenó el Padre Zuan a Sick.

-Si señor.-Dijo Sick mientras se alejaba corriendo y saltando.

-Ahora Joven Byron, vamos a hablar adentro.-Dijo el Padre Zuan con una sonrisa mientras abría la puerta.

Una vez adentro nos dirigimos a una de las bancas y dijo.

-Por favor toma asiento, no deseo quitarte mucho tiempo así que iré al punto.-Dije el Padre invitandome a tomar asiento pero ahora sus palabras tenían una tonalidad más sería que antes.

El Hombre de la Cruz de PlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora