Capitulo 4 - Amistad

14 1 0
                                    

No hay a donde ir Dark, será mejor que te rindas, no tienes que seguir con esto... ¡No espera no lo hagas, cuidado!

—¡Ahhh!Ah...Ah.—Paso de nuevo, está situación me está afectando más de lo que pensaba. Tengo que tranquilizarme, todavía no es seguro que se trate de él. A este paso no voy a poder volver a dormir.

¡Toc! ¡Toc! ¡Toc!

—¿Sí?

—Eh... Byron, soy Matty, ¿Te encuentras bien?

—Si, si, tranquila, sólo... Tuve un mal sueño.

—¿Puedo pasar?

—Si... Si si pasa.

—Con permiso, Hola.— Dijo Matty  con una sonrisa, parece algo muy de ella estar siempre sonriendo.

—Hola, ¿Necesitabas algo?—Pregunte mientras me ponía en pie y me colocaba la camisa.

—Eh...

—¿Sí?— ¿Por qué estará tan distraída?

—Ah... Perdona, el desayuno esta listo, baja cuando estés listo.— Dijo Matty mientras salía de la habitación.

Bien, ahora sólo será desayunar y regresar lo más pronto posible, ya he desperdiciado mucho tiempo aquí.

~♠~

—¿Ya regreso?—Pregunto Sick al Padre Zuan que se encontraba en frente de la ventana.

—Todavía no hay señales de él.

—¿Qué lo estará demorando tanto? Ya debería estar aquí.

—Quien sabe, bueno, llegará en cualquier momento, mientras comencemos con los deberes del día.—Dijo el Padre Zuan mientras tomaba la escoba.

~♠~

— Oh, buenos días Byron.— Dijo Bleyck al verme bajar las escaleras.

— Buenos días.

— Espero que hayas dormido bien.

— Si, la habitación es acogedora y la cama estaba cómoda, gracias.— Respondí mientras tomaba asiento.

— Bueno, Matty ve y pregúntale a tu madre que tenemos para desayunar el día de hoy.

— Si papá.— Contesto Matty mientras se dirigía a la cocina.

—Espero que seas de buen apetito, en esta casa mi esposa sirve porciones grandes para todos.

— Haré lo que pueda.— Y esto es malo, entre las cosas que aprende un asesino, una es a comer sumamente poco, eso nos ayudaba a racionar la comida en misiones largas.

— Mamá dice que preparara algo de huevos con carne y pan, mientras iré a ordeñar  la vaca para tomar leche.— Dijo Matty al tomar una pequeña butaca de madera y un viejo balde.

— Byron, ¿Qué tal si le ayudas a Matty con eso?

— Papá... No lo molestes...

— No creo que tenga problema, ¿Verdad Byron?

— Papá...

El Hombre de la Cruz de PlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora