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CAPÍTULO 13 PATÉTICO ROMANTICISMO

*** MATT ***

Golpeó mi cabeza una y mil veces después de levantarme, saludar mi abuela, hablarle de Dom, darle un par de explicaciones y salir de ahí.

Algo ronda por mi cabeza que no me deja en paz. Es que ayer... Ayer... ¡Ah! Se que no pasó nada, nada que pude hacer lamentado, pero es que, ver a Dom dormír, no me permitía dormir a mi en paz, es como si solo quisiera quedarme despierto a ver su rostro reflejado por la luz de luna. Y no puedo quedarme con las manos quietas tampoco.

Solo escuchenme, sueno tan patético, como si estuviera cayendo en el romanticismo que tanto odio. Y todo por culpa de Dom, ese engreído que por supuesto no puedo evitar dejar de desear.

Quizá sea amor, te estas enamorando

¡Oh no! Querida voz interior ni siquiera se te ocurra. Eso no es verdad. Dom está para mi hasta que pueda concluir mi cometido. Por ahora, sólo permanecerá con él, y aguantar de él hasta que eso pase.

Después de despejar mi mente varios minutos, decido volver del  pueblo. Volver a aquel lugar que tanto disfrutaba de niño, observar atardeceres cada que podía, claro, hasta que alguien me buscaba y me hacía volver a aquella cabaña, volver a la realidad.

Y ahora fue Dom quien me hace volver. Después de divagar entre recuerdos y anhelos. Por qué cuando era pequeño, nadie se preocupaba por mi, no me escuchaban y ni siquiera se enteraron de mis gustos, y no sólo lo digo por mis aficiones.

Veo a la cara a Dom y sus ojos iluminan mi memoria. Sus ojos, tan grises como caída de la noche. Tan deslumbrantes como cualquier lucero. Apuesto que los he visto antes, pero apuesto que no hay ninguno como los suyos

Ahora llegamos a su casa, bueno a la de sus suegros. A lo largo de todo el camino trataba de disimular lo incómodo que me sentía al lado de Dominic, pero si no pasó nada anoche, o eso quiero intentar pensar.

Llegamos al frente de los anfitriones, y claro de su novia. Y valla que Dom no comento que era realmente hermosa con un cuerpo realmente escultural. He de admitir que pienso cada que él y ella duermen juntos y eso me disgusta.

Él saluda de un beso y abrazo respectivamente a la madre y el padre de Nina. Y llega junto a esta última.

- Dom - le dice Nina apretando su brazo - ¿Quién es él?

Puedo notar cierta incomodidad y no sólo departe de ella, también de sus padres, así que es el momento de hacerles saber quién soy. Me presento, diciendo mi nombre y que soy "amigo" de Dom

Salido cortésmente a la dama y a su bella madre pues les hago un halago y les beso la mano. Se que Dom me mira con cara de pocos amigos porque él no hizo lo mismo que yo; ahora quien es él que queda bien.

Ya han pasado las horas y Dom desaparece de mi vista. Quién se cree que es. Estoy sentado en la barra del gran salón y entonces a escasos metros de mi se sienta Nina.

Mi peligrosa mente comienza a trabajar, quizá mis planes cambien un poco. Porque veo que me mira y sonríe. Lo se, soy irresistible.

*** NINA ***

La fiesta ha empezado y Dom no ha cruzado por esa puerta. Pasan las horas, casi oscurece, y entonces llega, pero no llega solo, alguien viene en su compañía.

Es quizá más joven que él, se ha presentado como Matthew Bellamy y es amigo de Dom. Claro, amigo, seguro es uno de esos empleados que le hacen perder su tiempo y que no venga cada que se lo pido.

Una vez a solas con Dom, en la terraza del piso de arriba, le exijo una explicación

- Amor amor - dijo tomando mis hombros - calma - es un amigo, no ha venido a robar o algo por estilo