Este mundo esta lleno de secretos y la Nefilim es uno de ellos, uno de los más peligrosos y mortales que existen.
Mitad ángel, mitad humana, Malena no es lo que aparenta ser.
La Nefilim sólo sabe mentir, engañar, manipular. Nadie la cree capaz de am...
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VISITA NOCTURNA
Leonel:
Tomo a Luna por la muñeca, puedo sentir esa pulsera que compré para ella. Nos ponemos a correr hacia la calle, no había notado que sus pies están descalzos hasta que le escuché quejarse por una piedra, esta no es la mejor manera de enamorar a la chica que te gusta.
Levanto la bicicleta del suelo, me monto en ella y le indico a Luna que suba a la canastilla.
—Espero que esto sea tan especial como dices —Me sonríe antes de subir a la canasta—, vamos.
Me encantaría acariciar su cabello, me controlo porque se supone que este es un paseo entre amigos. Espero que no se vea sospechoso que dos adolescentes salgan a media noche juntos.
Avanzo por la calle, mi papá fue realmente generoso al dejarme llevar a Luna a su trabajo, quiero mostrarle a Luna porque este lugar es el mejor sitio para vivir, el único detalle que no le mencioné a mi papá es que la traería a media noche y que me escaparía de la casa para hacerlo, espero no se moleste tanto.
Observo a Luna solo un segundo, esto parece gustarle bastante, puedo escuchar su risa, ese sonido es uno de los que más amo en esta vida. Seguimos así unos cuantos minutos más y por fin veo ese enorme edificio.
—Ya casi llegamos.
—Está bien.
Freno poco a poco hasta que la bicicleta se detiene en una de las entradas del edificio, Luna baja dando un saltito, me gusta mucho el pijama que trae puesta, un lindo pescador morado y una blusa de tirantes blanca. Desvío la mirada un poco incómodo, le digo que iré a dejar la bicicleta para ocultar mi nerviosismo, dejo nuestro transporte sobre la pared, regreso a su lado y le tomo la mano, entrelazo mis dedos con los suyos, creo que me estoy aprovechando de la situación, pero a ella no parece molestarle.
Damos un par de pasos para llegar a la puerta, deslizo la tarjeta de acceso que me dio mi papá sobre la ranura, la puerta emite un timbrazo que nos indica que ya está abierta. Empujo la puerta y dejo que ella entre primero, yo entro después y dejo que la puerta se cierre sola, vuelve a sonar ese timbre que indica que se cerró de forma correcta.
—El lugar es muy bonito.
Luna gira sobre sus talones para observar todo el espacio, tiene poca iluminación, pero los cristales reparten muy bien la luz.
—Es lindo, pero aún no has visto lo mejor —Le sonrío—. Recuerda que voy a convencerte de vivir aquí.
Sonríe mientras niega, toma un mechón de su cabello y le da vueltas sobre su dedo, Luna es simplemente hermosa.
—Entonces pasemos a la mejor parte —Suelta su cabello y me sonríe.
La llevo hasta el elevador y presiono el botón de subida, no quiero hacerla subir escaleras, creo que ya la incomodé lo suficiente al traerla descalza, incluso sus pies son lindos.