Tú y yo (Lucaya)

18. Amistad

18. Amistad

-Riles ¿me quieres decir qué narices ha pasado?- preguntó Maya mientras le acariciaba el pelo a Riley- y después quiero que me digas quienes lo han hecho para poder ir a por ellos y partirles las caras.

Riley sorbió por la nariz.

-Todo es culpa mía- se lamentó.

-No creo que tú sola te hayas hecho esos moratones en los brazos Riles.

-Yo...

-Riley- Maya cogió la cara de su mejor amiga y la elevó para pudiera mirarle a los ojos- por favor dime que ha ocurrido, soy tu mejor amiga y lo único que quiero es tu felicidad.

-Sinceramente no sé lo que ocurrió, yo estaba en la práctica de animadoras y luego con Lucas...

-¿Lucas te hizo algo?- preguntó Maya preocupada.

-¡No! No, fue muy gentil conmigo, tanto que pensé... pensé que me iba a elegir a mí.

-¡Oh Riles!- dijo Maya dándole un gran abrazo.

-Pero te escogió a ti, aunque eso ya lo sabías.

-¿Cómo...?

-No soy tan tonta como crees Maya, me he dado cuenta de que os comportáis diferente las últimas semanas, actuáis como un par de enamorados pero hasta que Lucas no me dijo que no quería nada conmigo no me di cuenta... ¿cuándo te lo dijo?

-Riley no quiero hablar ahora de eso, quiero saber que te pasó.

-¿Cuándo te lo dijo?- repitió.

-Evitaba a Lucas y de repente comencé a hablarle de nuevo, fue después de eso.

-Mucho tiempo- murmuró Riley- y no hiciste nada.

-Lo sé... no quería hacerte daño.

-Te sacrificas mucho por mí ¿verdad?- preguntó Riley con una sonrisa- ¿cuántas veces habrás puesto mi felicidad por encima de la tuya y no me he enterado?

-Algunas- admitió Maya- pero ahora lo importante eres tú, y que te ha pasado.

-¿Por dónde iba?

-Lucas te dio calabazas ¡perdón! Siento mi falta de tacto pero me estás colmando la paciencia.

-Bien, Lucas me dijo que sólo podía verme como una amiga, me sentí realmente mal pero era una sensación agridulce, dulce porque había elegido a la mejor persona que conozco y agria porque me estaba dando calabazas.

-Conozco esa sensación- murmuró.

-Se ofreció a acompañarme a casa pero quería estar sola, así que volví al campo de fútbol y allí estaba, estaba triste y me dejé engañar, cuando me di cuenta me había cogido por el brazo y me estaba besando, me resistí Maya pero era mucho más fuerte y me hizo daño, pero al final se despisto y pude darle con una piedra y vine directa hacia aquí.

-¿Te... te hizo algo más?- preguntó Maya con los ojos fijos en la ventana.

Quería matar a esa persona, en cuando Riley le dijera quien era, estaba más que segura de que no salía viva.

-No- negó con la cabeza- sólo... me besó varias veces.

-¿Quién?

-No Maya.

-Dime quién ha sido y no volverá a ver la luz del sol.

-No quiero que te metas en problemas Maya, si te digo quien ha sido irás a matarlo.