24. Pagar

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24. Pagar

-¿Qué vas a hacerme?- preguntó Maya intentado parecer valiente cuando entraron en los vestuarios.

-Lo que le hice a Riley y más- sonrió- esta vez no me pienso conformar con las sobras de Lucas, por una vez quiero el plato principal, que eres tú Maya.

-No sé si sentirme ofendida por tratarme como si fuera comida.

-Me gusta la comida- se encogió de hombros.

-Normal que no ligues, si lo primero que le dices a una chica es ¿quieres ser la guinda de mi helado?

-¿Cómo...? Mira da igual.

-¡Ah que eso es lo que dices!- se echó a reír.

En realidad estaba muy nerviosa, sólo estaba prolongando la charla por si por arte de magia se le ocurría una idea por la cual podría salir airosa del encuentro como Riley, bueno Maya no quería moratones, pero el chico había aprendido de la última vez y ella no se veía capaz de levantar una taquilla para echársela encima.

No, Maya no era Hulk.

-No es gracioso, siempre salen corriendo.

Normal, ¡estaba loco! Pero Maya sonrió compasiva.

-Lo primero que tienes que hacer para ligar es tratar a una chica como tú igual, no como si fuese una comida, gracias a eso ganarás más puntos.

-¿En serio?

-Sí, seguro que te dice que sí, eres guapo.

Vale la última palabra le dolió en el alma, en realidad ella no lo definiría como guapo, más bien como no lo peor que ha visto pero claro no se lo iba a decir.

-Eso sería genial- sonrió- ¿cómo sería nuestra cita?

-No sé algún sitio que le guste a ella, pero sin comida, si quieres podría ayudarte a preparar la cita.

-¡Ya lo sé!- dijo con una enorme sonrisa- iremos al museo de arte.

-¿De arte?- ladee la cabeza interrogante- no a muchas chicas les gusta ese sitio ¿seguro que no quieres escoger otro sitio?

-Pero a ti sí.

-Bueno a mi sí pero...- Maya cayó en la cuenta- ¡¿quieres llevarme a mí?!

-Eres a la única a la que veo- dijo acariciándole la mejilla.

-Pero yo no puedo ser.

-¿Por qué no?

-¡¿Por qué estás a punto de violarme?!- gritó histérica.

-¿Y si no lo hago? ¿Me darías una oportunidad?- preguntó con los ojos llorosos, estaba tan desesperado porque le diera una oportunidad que casi, casi le dio pena.

Pero enseguida se esfumó al pensar que él le había hecho lo mismo que a ella a su mejor amiga y podría haberse excedido si Riley no le hubiera dado con la piedra.

Podría mentirle y seguir, pero corría el riesgo de que Estefan descubriera su mentira porque se le notaba a kilómetro que estaba muy enamorada de su vaquero, ella no quería mentirle, sería como mentirle a Lucas o a ella misma.

No podía.

-No Estefan.

-¡¿Por qué?! Te estoy dando la oportunidad de no sufrir y lo único que te pido es que te fijes en mí, sólo eso.

-Es que... no puedo. No podría fijarme en ti, ni en ningún otro chico que no sea Ranger Rick porque por ahora estoy muy enamorada de él, tal vez no le diga tantos te quieros como él querría pero de verdad que lo amo.

-No Maya... eso es lo que piensas pero...

-Pensaba que sólo era atracción, me engañé varias veces por lo que sentía por Lucas y gracias a eso Riley, él y yo acabamos en un estúpido triángulo, luego me dije que era un me gusta y mira como estoy ahora.

-Bien, entonces no me dejas elección, te disfrutaré una vez y luego despareceré, mi madre quería enviarme a un internado en Suiza pero por ti me quedé aquí.

Maya cerró los ojos aceptando el destino fatal que le tocaría, esperó a que los asquerosos labios de Estefan se estrecharan contra los suyos, ella al menos no se rendiría sin luchar y estaba dispuesta a darle una patada en donde no sale el sol en cuando le besara.

Pero no ocurría nada, es más sintió como ya nadie la sujetaba.

Abrió los ojos y encontró a Estefan tirado en el suelo, y a Lucas con la respiración acelerada junto a ella y la mano en alto.

Nunca había estado más agradecida de la presencia de Huckleberry.

-Maya...- murmuró- ¿te encuentras bien?

Las lágrimas amenazaron con salir de sus ojos, y no las contuvo porque ya le daba igual llorar ante Lucas, quería que viera a la Maya vulnerable, tenía derecho a verla.

-Sundance...- dijo.

Lucas se acercó a ella y le estrechó contra su pecho, allí pudo derramar sus lágrimas a gusto, la respiración acompasada de Lucas la tranquilizaba y pronto estuvo callada disfrutando del contacto.

-Si te ha hecho algo yo...-amenazó Lucas al sentir a la rubia calmada.

Pero Maya no le dejo terminar la frase, y lo besó como nunca lo había hecho, quería demostrarle todo lo que sentía en ese mismo instante, es decir que lo quería a él y sólo a él.

Lucas respondió igual de apasionado que ella, pero en vez de estrechar su espalda contra la pared como otras veces se agarró a sus caderas, en señal de que no quería hacerle daño, que no era como Estefan pero no hacía falta que se lo demostrara ya lo sabía.

-Te quiero- dijo nada más separase de Lucas.

-Yo también te quiero Maya.

-¿Cómo... cómo has podido encontrarme?- preguntó- no me quejo pero...

-Zay- dijo Lucas- se retrasó unos minutos más porque en vez de agua caliente le salió fría, y cuando salió se escondió para cotillear sabes cómo es- se encogió de hombros- y cuando te trajo aquí me llamó, por suerte estaba cerca intentado descifrar por qué no me llamabas, vine hacia aquí corriendo y menos mal que llegué a tiempo.

-¿Y Zay?

-Fue a por la directora.

-Bien.

-¿¡Cómo se te ocurre venir a patearle el trasero tú sola!?- espetó muy enfadado- ¡me has mentido! Porque debo suponer que eso del hospital es mentira.

-Lo es- murmuró- Riley no quería que nadie se enterara.

-Pero no podías dejarlo así.

-¡Ella no iba a hacer nada! Como su mejor amiga tengo que cuidarla y el que le hizo algo malo iba a pagar las consecuencias.

-Que casi pagas tú.

-Me distraje porque decidí contárselo a las autoridades y me atrapó.

-Por favor Maya- dijo serio- la próxima vez por dios, dímelo a mí y te ayudaré no vuelvas a hacerlo tu sola.

-No lo haré- prometió- ¿podemos irnos? No creo que pueda estar más en este sitio hasta que se me pase el trauma.

-No, ¿y si despierta y escapa? Tenemos que esperar a que Zay llegue, este mal nacido va a pagar haberse metido con mis dos chicas, mi mejor amiga como una hermana y mi novia.

Tú y yo (Lucaya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora