Capítulo 2: Alicia y yo

45 2 0
                                    

Empecemos por la rayada del verano pasado. Alicia estuvo bastante empalagosa y simpática conmigo durante todo el verano, pero claro, yo no tenía ni idea de que podía ser. Me hacía preguntas como: ¿Será asi con todos los chicos? Pero claro, la verdad es que con Juan  o Marcos no estaba  así por lo que no tenía otras referencias. Otra cosa que me hacía rayarme, aunque parezca una tontería, eran los comentarios de Instagram. Marcos se pasaba el día diciéndome: No te preocupes con eso, será así con todos. ¡PERO A EL NO LE COMENTABA! Yo creo que lo decía por mi bien para que no me hiciera ilusiones por sí acaso. Pero claro, eso lo sabía yo. Lo que no me tranquilizó mucho. Habia otra cosa que me desquiciaba un montón. Cada vez que jugábamos a prueba o verdad, escogía prueba. Y un día tuvimos una conversación por whatsapp:
D: Aliciiiaaa
A: Dimee gordii
D: Coomo es que elijes siempre prueba cuando jugamos a prueba o verdad?
A: No sé, será porque hay cosillas que no quiero que alguna gente se entere.
D: Ah buenoo vaalee. Era por saber.
¿Tú como te quedas al ver eso? Rayado ¿no? Pues imagínate a mi que me gustaba. Gusta. Gustará. Bueno no sé todavía...
Había aún más razones. Por ejemplo, siempre venía a llamarme a mi puerta. ¿Por qué me llamaba a mi? ¿Y no a los demás? Esta fue la respuesta de Marcos:
- Hombre, yo creo que si vives a dos casas  de la suya, no será tan perra de enviarte un whatsapp. Puede que sean paranoias mías. Pero vamos yo lo veo así de claro.
Cómo no, Marcos desanimándome. Pero me da igual. Yo estaba entusiasmado. Y rayado. Y preocupado. Y confuso. ¿ Porque tantos sentimientos invaden mi puta cabeza?
Como no, Marcos también contesto a esa pregunta:
- Porque necesitas respuestas a preguntas que todavía no te has formulado y eso te crea  una dependencia que hace que quieras saber todo. Pero todo no lo puedes saber hijo mío.
¿¡¿¡Ahora Marcos era psicólogo?!?!  Que estrés de vida. Lo que me hizo rayarme más que nunca, durante tantos meses fue la conversación que mantuvimos el último día. No podría haber sido el primero. NO. Tenía que ser el último. Hay veces que me siento tan pringado y tan retrasado... En serio, hay veces que me supero. Yendo al grano, así empezó la conversación:
- Bueno Diego, ¿ y tú qué vas a hacer cuando empiece el año?
- Pues supongo que ponerme las pilas. No tengo otra. Este año las he aprobado raspadas 2 o 3 y no quiero pasar por lo mismo el año que viene.
- No tonto, digo en cuanto a relaciones.
- Ahhh... Pues no sé.
- ¿No tienes ni idea?
- La verdad es que prefiero que surja espontáneamente.
- ¿ Espontáneamente?- dijo mirándome con cara de "tío, te estás quedando conmigo"
Tragué saliva y me expliqué:
- A ver, no voy a ser el típico que me lio con una chica por liarme o que tenga una novia por postureo. Me gustaría tener una relacion con alguien que sea como t- tu- todas. Me refiero, con alguna que no sea como todas.- dije yo muy nervioso y pensando que ya la había cagado.
- Entiendo... ¿Y cómo opinas que soy yo?
- Tu eres distinta.
Se me quedó mirando fijamente y se me notó que me gustaba cuando intenté arreglarlo:
- Quiero decir...
Interrumpiéndome dijo:
- Pues tu sí que me pareces un chico diferente
- En plan... ¿Diferente?
- Tu forma de actuar no es como el que quiere un solo lío o cualquiera  de esas chorradas. Tal y como dices. Tú eres un tío de verdad a quién se le puede querer recibiendo cosas a cambio. Con el que hay una relación recíproca.
- Ahh... Entiendo.
CAGADA NÚMERO 1: En ese momento tendría que  haberla besado. Pero claro, era boquerón. No sabía como se hacía eso por aquel entonces.
CAGADA NUMERO 2: No intente continuar la conversación. Estaba tan cagado que no intente seguir nada de la conversación porque me estaba rayando lo cual  dió lugar a la cagada número 3.
CAGADA NUMERO 3: Fingí que me estaba llamando mi madre. Y que tenía que hablar con ella y me alejé. El problema fue que mi madre tuvo que sacar la basura justo esa noche. No podía sacarla otro día. NO. Quedé como un mentiroso y un cagado aunque eso Alicia, jamás me lo ha echado en cara (de lo cual me alegro mucho porque se me cae la cara de vergüenza nada más de acordame). Porque seré tan penoso... Bueno, esos han sido los factores que han hecho que me raye durante todo el año. Vosotros diréis: Una chica, rayarte un año. ¿En serio? ¿ Eso se puede? Pues os contesto: SI, SE PUEDE. Desde esa noche, no he mantenido ninguna conversación de carácter sentimental con ella lo cual  para mí, es un fracaso total ya que no sé que habrá sido de ella durante el año. Si se ha liado o si está con alguno. Supongo que todavía estáis con la duda de si me gusta. Ahora mismo, no soy capaz de responder a esa pregunta. Pero si os puedo responder a otra pregunta. El verano pasado si me gustaba. Y aún a otra más. Sí, me arrepiento de no haberla besado cuando debería haberlo hecho y también de no haber vuelto a sacar el tema. Espero que un año no sea demasiado tarde. Aunque esta claro, que lo es. Os he contestado a dos preguntas pero yo os dejo unas cuantas  para que penséis vosotros también. Que yo las llevo pensando todo el año...
¿Me gusta Alicia actualmente?
¿Le gusté a Alicia el verano pasado?
Si no le gusto, ¿ a queé vino toda esa conversación?
¿ Que reacción esperaba Alicia que tuviera  al terminar la conversación?
¿ Tendrá novio ahora Alicia?
Espero que mientras siga pasando el tiempo, podamos contestarnos todas esas preguntas. Creo que deberíamos de desconectar un poco sobre este tema. Quizás debería hablaros un poco sobre el año que he pasado (que ha sido largo). Entonces, ya podremos seguir avanzando en el presente y ver que es lo que pasa. La respuesta a esas preguntas y, cómo no, mi reacción al poderlas responder.

Lo Que Tiene Ser Adolescente...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora