Capítulo 8: Mi primer día perfecto

18 1 0
                                    

Me desperté a las 9 de la mañana. Mi tono de alarma sonó: It's a beautiful day and I can't stop!! Me levanté exultante, la felicidad me invadía por dentro. Fue solo un beso sí, pero que beso... Puede que no significara nada, vale pero para mi sí lo significo. Por primera vez en 6 meses me salía algo bien que no estuviese relacionado con el piano. Ya era hora. En el día de hoy, llegaba nuestra amiga Cristina. La había visto algo por Córdoba, pero muy poco. La echaba bastante de menos. Como echaba de menos a mis dos amigos del colegio Ramón y Belén. Entonces decidí escribir por nuestro grupo de whatsapp:
Yo: Holaaa😁 ¿Como os va?
Belén: ¡¡Hombre!! ¡Estabas perdido! Pues muy bien, aquí en Chipiona. ¿Y tú?
Yo: Si yo te contara... Han pasado un montón de cosas.
Ramón: No si ya le he contado. Está bastante al día.
Yo: Tío Ramón, me tenías preocupado. ¿Que hiciste al final?
Ramón: Vino a recogerme mi padre... Me echó el broncazo del siglo. Además, he roto con esta chica. Vivía muy lejos y paso de mantener tal relación a distancia..
Belén: Uii míralo... Ya está hasta eligiendo y todo... Como crecen...
Yo: ¿Y tu qué? ¿No encuentras a nadie Belén?
Belén: Que va. Que manía la gente con tener pareja.
Yo: Pues tengo buenas noticias... A pesar de que mi amigo Juan se enrollase con Alicia,¡me he enrollado con ella!
Ramón: ¡No puede ser!
Belén: ¿Enserio?
Yo: Siii
Ramón: ¡¡¡Enhorabuena tíooo!!!
Belén: Bueno me tengo que ir que bajo a la playa.¡¡Adiós!!
Yo: ¡Graciaas! ¡Hasta luegoo!
Entonces ya eran las 10 y me bajé a desayunar. Me hice un chocolate caliente y se me vino a la cabeza la venganza. Me fui al cuarto de mi primo y le puse la taza caliente en la cara:
- ¡¡¡ME CAGO EN TI DIEGO!!!
- Eso por lo de ayer.
Ya estaba satisfecho del todo. Entonces, salí por la mañana. Alicia se había ido a la playa, entonces me quedé con Tomás, Marcos y Cristina ya que Juan estaba estudiando y Noe durmiendo.
- ¡¡Hola Cris!!- dijo eufórico de verla.
- ¡Holaa Diegoo! ¡Te he echado de menos! Oyee, ¿qué me han contado? ¿Tu y Alicia?
- Algo así.- dije sonriendo.
- Pues yo sigo con mi novio.
- Ah, ¿qué tienes novio?- saltó Marcos interesado.
- Sii, llevamos 6 meses.- dijo orgullosa.
- Anda... Fíjate tú que bien...- dijo Marcos decepcionado.
El año pasado le gustó muchísimo Cristina pero al final le dió miedo lanzarse y no pasó nada, aunque los sentimientos de Cristina hacia él eran desconocidos.
Pasamos la mañana en la piscina sin parar de reír. Contando historias e historias. Experiencias y experiencias. Disfrutando. Volví a casa contento. Puse la mesa sin rechistar, hice mi cama... Todo bien. Hasta mi hermana me pregunto:
- Oyee... ¿Tú porque estás tan sonriente?
- Pues no sé... Es que vamos a ir al cine.
- ¿Cuándo vais a ir al cine?
- No sé.
- No lo digas muy alto que Greta se entera.
- Y lo apunta en su libreta.- dije sin poder contener la risa.
- ¡Ai dios! No paro de reirme y encima con el calor que hace...
- Ya... Es que hay ola de calor
Tristemente ya era hora de despedir a mi primo. Había pasado una semana. Ya le tocaba irse:
- Muchísimas gracias por todo Tomás. Pásalo muy bien en Córdoba y espero verte pronto.
- Gracias a ti y recuerda. Siempre aquí para todo.
Nos dimos un abrazo y se montó en el coche. Después yo fui a arreglarme para salir por la noche ya que nos habíamos pasado la tarde entera hablando mi hermana, mi primo y yo.
Ya era por la noche. Estábamos todos: Alicia, Juan, Noe, Cristina y Marcos. Lo primero que hice fue hablar con Juan:
- Juan tío no te preocupes por lo de ayer. No pasa nada todos cometemos errores y siento en el alma todo lo que te dije. Te considero muy amigo mío y por eso me lo tome tan mal. ¿Amigos?
- Los mejores tío, y lo siento otra vez.
Estaba contento, el día de hoy iba bien. Todo iba bien. ¿Nunca os ha pasado eso? Pensar que todo va bien e ir con miedo de que se pueda torcer todo en un momento. La noche siguió su curso. Estuvimos hablando y riéndonos todo el día. Después hubo un momento en el que Alicia y yo nos fuimos solos. Dimos una vuelta por la urbanización. Había luna llena. Preciosa y brillante. Se veía reflejada en las ventanas de las casas. También, se escuchaban cantar a los grillos. El cesped brillaba cuando las gotas de agua del riego eran reflejadas por la luz. Todo era perfecto otra vez. Nos miramos y en vez de besarnos, preferimos darnos un abrazo. Corrijo. No uno cualquiera. El abrazo. Todos los sonidos que habían se pararon en mi mente. No había nada ahora mismo ahí fuera éramos solo ella y yo, yo y ella. Los dos juntos. Otro sueño cumplido. Y durante ese momento, ya dejé de sentir la impotencia que sentí hace unos pocos de días. Ahora sentí satisfacción, alegría y orgullo. Orgullo de decir la chica que me gustaba, gusta y gustará (que ahora si sabía), está aquí conmigo.
Llegué a casa, cerré la puerta con llave y me quite los zapatos. Me tumbé en la cama y acabé cantando la canción con la que empecé: It's a beautiful day and I can't stop.

Lo Que Tiene Ser Adolescente...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora