Día 5 'Sueños'

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Prompt Libre


Tenía un sueño extraño desde hace un buen tiempo, no era algo muy ocurrente, pero sabía que el mismo patrón se repetía de vez en cuando y a pesar de no molestarle no podía evitar sentir curiosidad por aquella creación de su subconsciente, pues, hasta donde sabia, era muy difícil hallarle sentido a aquellas imágenes que se reproducían, sin embargo él podía decir con precisión en qué consistía en cada uno cuando se esforzaba por recordar aunque aquello no era precisamente lo extraño. Eran siempre los tres quienes participaban en cada historia, Viktor, Yuuri y él, en distintas edades, distintas posiciones sociales, distintas formas de ser, distintas relaciones.

Se sonrojó hasta las orejas cuando recordó el último sueño y ahogó un grito con tal de que no lo notaran, se hallaba en la pista de patinaje como siempre y estaba observando con detenimiento al japonés que reía con total libertad con las trillizas —a quienes no había visto hace un año— sus delicadas facciones y cabellos negros lo llevaban de regocijo cada vez que los delineaba con sus ojos con la más grandes de las discreciones, pues a pesar de ser pareja no podía violar la condición que él mismo había impuesto. Pasó una mano por su cabello corto mientras sonría de lado, quizás pronto se atrevería a decirlo, después de todo ya llevaban un año.

Habían días en que soñaba cosas que le deprimían enormemente, desde el no hallarse en sus brazos y que estuviese en los de Viktor a pesar de su amor por él, otros donde esta vez era el japonés y sufría de no ser correspondido por sí mismo—por muy raro que le pareciese cuando despertase— o momentos en que él moreno caía enfermo o en coma. Su pecho se apretó con fuerza cuando su mente trajo la imagen del rostro de Yuuri cubierto por una mascarilla, si podía pedir uno de sus tantos deseos egoístas era que aquello no pasase nunca.

-Yura, ven un poco.- Su voz dulce y madura lo sacó de las memorias que empezaban a deprimirse al comenzar a recordar un sueño donde el maltrataba a su pareja, se colocó los patines asintiendo y escuchó la petición del moreno agradeciendo la distracción en secreto.

Cuando acabaron con la especie de entrenamiento a las hermana volvieron al hotel en silencio, observó con una sonrisa sus estaturas, había superado al mayor sin mucho problema con sus 18 años y aquello le encantaba, se acercó al pelinegro con cierta dulzura a pesar de lo dicho un año antes.

-Creo que ya deberíamos decirlo- Ronroneó en su oreja haciendo que el otro se sonrojase con fiereza, se separó del más bajo con socarronería al dar a notar su estatura una vez más en ese día. Yuuri asintió con una tierna sonrisa.

-Me parece perfecto Yuratchka- Lo besó sin miedo.

Estaba el escenario donde el de lentes era el consejero escolar y él un alumno condicional siendo pareja, otro donde era su amigo y este mantenía una relación secreta con un profesor —el muy bastardo era Viktor—, la imagen de él siendo una prostituta con Yuuri como él hombre con quien debía cuidarse de no ser visto le hizo estremecer pues aquel no había sido un gran sueño, el sufrimiento se veía por doquier.

Una vez llegaron a la habitación en la que se hospedaba –en otras palabras, la habitación del mayor— se dedicaron a retozar con tal compensar todo el amor retenido, se besaron con ternura, deseo, pasión y cuidado sin pasar a más, debían cenar en unos 30 minutos a pesar de los gruñidos del rubio que provocaban una suave risa en el más tranquilo de ambos que no tardó en rodearlo entre sus brazos.

Aquellas acciones le daban el deseo de que el otro llevara sus hijos, por muy imposible que fuese, lo deseaba además tampoco faltaba la fantasea ¿u otro delirio de su mente? Donde los hombres podían tener hijos gracias una especie de segundo sexo y su amado llevaba los suyos —gemelos fueron en una de las tantas ocurrencias— se encontraba también una donde el japonés era mujer y daba a luz a un niño y una niña —cuyo nombre tenía que ser Liliya si o si— Aquellos eran uno de los mejores donde podía ver con dicha una familia completa.

Una vez bajaron a comer y hablaron en familia, su abuelo también se hallaba allí con tal de conocer la pareja ''secreta'' de su nieto, compartieron bromas con naturalidad pues sus suegros también eran conscientes de su situación y acabaron por jugar a las cartas por ocurrencia de Mary.

Habían sueños extraños donde su padre le maltrataba, Yuuri su salvador y Viktor una clase de asesino serial, la idea daba miedo de por sí así que no tardó en sacar la visión de este manchado de sangre. El anciano con esa sonrisa psicópata le aterraba y agradecía que aquello no fuese una realidad.

Cuando volvieron a la habitación tomados de la mano, el muchacho no tardó en atacar el cuello de quien pedía a que llegasen al dormitorio primero aunque mucho caso no le hizo y ya estaban hechos un desastre cuando cerraron la puerta, el rubio no tardó en colar sus manos por la ropa del moreno mientras dejaba marcas por debajo de su cuello con tal de que estas no se notasen con las prendas de invierno, solo debía esperar un poco más si es que podía darse el lujo de subir. Yuuri reía entre los besos, mencionando que el ruso realmente parecía una bestia o similar, él solo lo hizo callar con más besos.

Si podía llamarse a sí mismo como una bestia sería un tigre probablemente lo primero que viniese a su cabeza, su propio subconsciente lo tenía claro con aquella idea de ser capaz de transformarse en uno, suspiró con el peso del japonés sobre su propio pecho, aquella ocurrencia era extrañaba, esta vez era la pareja de Otabek...

Despertaron temprano y se dirigieron al centro tan pronto desayunaron, esta vez tomados de la mano por iniciativa, Yuuri sonreía gustoso, sabía que estaba cansado de ocultar su relación una vez que ruso había cumplido los 18 años así apretó su mano un poco más para ensanchar la curvatura de sus labios.

Iban a ver una película esa tarde, por lo que entendía era sobre ángeles y demonios que estaban en guerra, simple y algo cliché, pero la idea de ver algo con su novio era lo que le hacía valer la pena, entraron a la sala de cine riendo por su casi nula información sobre la trama.


Quien casi lloraba en los créditos finales era Yurio, quien hacía un esfuerzo increíble con tal de no soltar el nudo en su garganta, el moreno solo le veía divertido sin que el otro se diese cuenta, como lo notase sería una herida a su orgullo, quizás después podría molestarlo, pero no ahora, era inusual que su pareja lagrimeara por una película y era memorable de recordar –y aprovechar la oportunidad—, pero ese no era el momento.

No era la trama ni la muerte de uno de los protagonistas lo que tanto le afectaba, los últimos diálogos eran seguramente lo que había tocado cierta fibra sensible en su mente, la idea le había abrumado junto a un recuerdo amargo, con un escenario similar con el cómo humano y el moreno como un ángel era obvio el choque que tendría tal producción.

-Porque sé que podremos encontrarnos, lo sé, aunque hayan miles de mundos con miles de destinos estoy seguro de ello, incluso si no seremos capaces de amarnos, con tan solo ver tus ojos sabré que aquella vida habrá valido la pena.

Apretó con ganas el cuerpo de su pareja una vez que llegaron a la casa de este, sintiendo cada parte de su cuerpo como si intentase grabarlo en su memoria aterrado de olvidarle, similar a la vez a la se confesó este correspondió con una sonrisa mientras acariciaba sus cabellos rubios, pues parecía entender lo que pasaba por la mente del ruso que ahora besaba su frente, parpados, mejillas y labios en besos cortos y desesperados.

Aquella noche solo durmieron, Yuri Plisetsky no soñó con nada en brazos de su amante que acariciaba las hebras doradas con dulzura.

Sí, aquel sueño era uno de los mejores que ambos podían tener.


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⏰ Última actualización: Nov 28, 2022 ⏰

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