Capitulo 4 - Una Misión Encubierta

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Pasaron tres meses desde aquel incidente y finalmente pude volver a lo mio,tanto tiempo sin hacer nada me estaba haciendo perder la cabeza y sobretodo el hecho de discutir con Anthony el "Chico imposible" y Adam el "Chico Intenso"

Con el pasar de los días sentía que Anthony se adentraba mucho más a mi corazón lo cual me pareció muy estúpido porque llevaba todo este tiempo odiandolo, pero el siempre me hacia dudar, aveces se comportaba tan bien conmigo que creía que el tal ves pudiera quererme pero luego me trataba muy mal así que mi corazón se sentía muy indeciso respecto a el.

Mi jefe se encontraba en su oficina mientras yo ordenaba su papeleo lo cual extrañaba, se sentía bien volver a mi rutina ya que mi cabeza se despejaba, en cambio encerrada en casa hasta lo menos estresante me estresaba.

-Vaya... pero que milagro ¿Descansaste suficiente en tus vacaciones? - me pregunto Meredith de la forma mas sarcástica posible.

Intentando ignorar su voz poco delicada, decidi introducirme los audífonos a mis oidos y escuchar música mientras continuaba ordenando el papeleo en orden Alfabetico y por tal acción ella se marcho humeando.

El resto de la tarde se fue muy rápido lo cual era excelente porque no senti pesades alguna. Todo iba perfecto hasta que mi jefe me envio un mensaje a mi correo con el motivo que tenia que hablar seriamente conmigo y toda clase de cosas pasaron por mi cabeza pero muchas no tenían sentido alguno. Tal ves me llamaba para decirme que tantos días sin venir equivalían a tiempo que pagar con horas extras y eso no seria muy agradable asi decidi dejar esa idea aparte y me dirigí a su oficina cautelosament, el seriamente señalo la silla al notar mi presencia y yo me senté con cuidado, inmediatamente mis manos sudaban y mas aun cuando su mirada intensa me perseguia ya que era notable que el no estaba para nada feliz, ¿Qué pude haber hecho mal?

-Señorita Elizabeth, se debe estar preguntando porqué la llamé, - Se inclino con sus codos sobre su escritorio café.

- Si, eso mismo me pregunto. - Respondi un poco nerviosa, El podia ser encantador pero en este instante era todo lo contrario.

-La verdad o esperaba hacerlo, pero me han dado quejas de su mala conducta. - El entrelazo sus manos.

- Disculpe, pero, ¿Qué mala conducta? No entiendo. - mi nerviosismo aumento.

El respiro hondo y continuo.

-Su mala conducta, su actitud con los demás, desde hace tiempo me habían dado quejas de lo mismo y decidí creer que tal ves no había tenido un buen día, pero hoy sucedió de nuevo así que he decidido platicar con usted.

- Discúlpeme, pero nunca he discutido con nadie aquí, no me gusta crear un ambiente hostil con los demás. - Le aclaré.

-Pero ahorita mismo me han dado quejas de su actitud y también que se encontraba escuchando música en horas de trabajo ¿Acaso no sabe usted que eso esta prohibido? - Su voz fue aterradora y su frente se arrugo.

Todo estaba totalmente claro para mi y era obvio quien pudo hacer algo así, nada mas y nada menos que Meredith, Ella siempre me ha odiado desde que llegue a esta empresa y estaba mas que obvio que quería que me despidieran.

-Lo de la música fue un error, no volverá a suceder. Lo siento señor - Respondi intentando mantener la calma.

-Claro que no volverá a suceder porque la próxima ves que me traigan quejas de usted, estará despedida. - El se aparto del escritorio y acosto su espalda en la silla.

- Pero... señor... - proteste y fui interrumpida.

- Quiero que entiendas que tu no fuiste a la universidad y este empleo exige que hayas estudiado... se que eres una excelente trabajadora pero otras personas que si estudiaron se están matando por el empleo. Así que, ten mas cuidado, y mejora tu actitud con los demás, ¿Entendido?

La realidad de ElizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora