Me había enamorado.
Sí amor, me había enamorado.
Seguía sin descrifrar que era lo que ocurría en tu mente, era un cineasta frustado que no podía solucionar el cómo continuar la trama de nuestra historia.
Tan solo me bastaba con verte sonreir por culpa mía. Me bastaba con saber que podíamos compartir una taza de café todas las mañanas y poder ver ese hermoso lunar encima de tus labios.
Me bastaba solo verte.
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Cartas al Olvido
Short StoryDime amor, ¿donde estás que no te encuentro? Todos los derechos reservados ©