Prólogo: Relato de una Traición

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Cross Ange: 天使と竜の輪舞 (Rondó de Ángeles y Dragones)

La Venganza de los Antiguos

Por Shougo Amakusa

IMPORTANTE

Este fan fic está clasificado como M así que estén prevenidos. Aunque trataré en lo posible de mantenerme dentro de los niveles establecidos por la serie (en la versión Blu ray Director's Cut); es posible que en momentos puntuales los supere un poco así que quedan advertidos.

Prólogo

Relato de una Traición

Las explosiones se escuchaban en todas partes, así como el sonido de la metralla; aquel campo de batalla se había vuelto un caos total y ya no se podía distinguir a los atacantes de los defensores. La muerte no paraba de reclamar víctimas de ambos bandos y poco a poco lo que fue un combate se transformó en una carnicería.

La luna llena era testigo silente de lo que estaba sucediendo. Barcos voladores de combate, robots gigantes y naves pequeñas surcaban los cielos buscando derribarse sin piedad. En tierra el panorama no era mejor, hombres y mujeres se enfrentaban apoyados en pistolas y ametralladoras tratando de hacer retroceder al enemigo.

Sin embargo, hacía rato que cualquier plan táctico había desaparecido. En esos momentos todo se había reducido a matar o morir; y en medio de aquella pesadilla, una persona trataba de reaccionar ante la sorpresa de una traición.

Mucho tiempo antes, los Antiguos habían creado una alianza con las Norma con el fin de acabar con Embryo y ponerle fin a su reinado de terror. Para ello, la mayor esperanza, la carta del triunfo era sin duda Jill, o como se llamaba realmente Alektra Maria von Loewenherz.

Ella siendo la primera Norma nacida en la realeza y siendo la portadora de un anillo, fue capaz de controlar al Villkiss. Por ello, los Antiguos estuvieron seguros de que la Operación "Libertas" sería todo un éxito. No obstante, en el momento clave, Jill les había abandonado y el hombre entendía la razón; sobre todo porque había Normas con ellos, ¿o no?

En ese instante, esa persona miró a su alrededor y con estupor constató que en el campo de batalla sólo había Antiguos; incluso en el combate aéreo ya no estaban los Para-mail de las Norma. Finalmente, el hombre lo comprendió, habían sido traicionados. Jill, no, no sólo ella, las Norma les habían vendido al enemigo. Y si podía quedar alguna duda, lo que sucedió después las disipó todas.

– Vaya, vaya, mi querido Andrew, veo que finalmente has notado que se han quedado solos – dijo Embryo apareciendo sobre su Ragna-mail negro.

– ¡¡Embryo!! ¡Tú has hecho esto! – gritó Andrew con impotencia.

– ¡Por supuesto! ¿Pensabas que tu plan era aprueba de fallos? ¿Creías que podían estar fuera de mi alcance indefinidamente? Por mucho tiempo permanecieron escondidos como las ratas que son. Así que me dije, ¿Por qué en lugar de buscarles no hago que vengan a mí? Y míranos ahora, finalmente les tengo al frente y finalmente desaparecerán de este mundo – dijo Embryo con sorna.

– ¡Maldito seas! ¡¡MALDITO SEAS EMBRYO!! – gritó Andrew – ¡¡Retirada!! ¡¡Hemos sido traicionados!! ¡¡A todas las tropas les ordeno que se retiren inmediatamente!! – ordenó el hombre por radio, haciendo que Embryo sonriera complacido, y todos los Antiguos que quedaban empezaron a huir.

– Oh no, mi querido Andrew. No creas que se van a escapar de ésta – dijo Embryo y su Ragna-mail hizo volar al Para-mail de Andrew con un disparo de su rifle de rayos.

Cross Ange: La Venganza de los AntiguosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora