Un Caballero

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Tetsuya se habia vestido con uno de los kimonos que el armario guardaba, lo adornaba detalles celestes y una flor roja como prendedor que adornaba sus celestes cabellos. Se miro al espejo, sus mejillas sonrojadas le daban un toque de inocencia, sin mencionar que su apariencia ya lo hacia ver bastante inocente.

Lanzando un suspiro al aire sale de la habitación y bajando las elegantes escaleras trata de buscar a su sempai mirando en todas direcciones y entre toda la gente, pero no lo encuentra. El ambiente tenia un toque elegante y a cada paso se podía distinguir varones que aparentaban ser de la alta clase, le llama la atención ver a donceles y mujeres que llevaban una vestimenta similar a la que el traia, todos de una singular belleza los cuales acompañaban a estos tipos, muy a su pesar se podía imaginar o afirmar el tipo de trabajo que tendría en ese lugar.

- Hey!...-
Alguien llama su atención y este voltea, era un chico de tez blanca, ojos grisáceos y cabello negro.

- si...?-

- eres muy lindo- sonrie - tu debes ser Kuroko Tetsuya, verdad?

- amm si...y tu eres?...- lo mira confundido

- ah si, mucho gusto yo soy Takao Kusanari y yo te instruire mientras estés aquí -
Con una sonrisa burlona extiende su mano para formalizar el saludo

Si...mucho gusto - devuelve el saludo algo desconfiado - emmm Kise Ryota me dijo que lo buscara en cuanto termine de cambiarme y...-

Me pidio que te ayude ya que el tiene bastante con hacerse cargo de las personas que trabajan aqui, asi que le hago un favo - sin pedir permiso toma su mano jalandolo hacia una de las mesas, algo apartada, invitandolo a sentarse - bien mmm no se por donde deberia empezar mmm bueno esta es una casa de citas, pero no cualquiera, aquí no vendemos nuestros cuerpo, a menos que tu estes de acuerdo. Como puedes ver - mueve la palma de su mano señalando todo el lugar - los hombres que visitan son bastante peculiares, por ejemplo - busca a alguien con la mirada - ah! - exclama al encontrar lo que buscaba- el! Es Eduard Blaer es dueño de las empresas BLAER y ves a la mujer que lo acompaña? -

Si... - asiente

Es Lili, una de las chicas que trabaja acá, el lleva visitándola los últimos 3 meses y es el mayor postor por...-

Mm? Por? - Tetsu lo mira con fundido, que habían querido decir con el mayor postor, Takao lo percibe y se aclara la garganta para explicar.

Bueno...eso significa que hace una semana se anuncio que la primera vez de Lili esta en venta y durante los siguientes siete días los hombres apuestan entre si. Al finalizar la semana gana el mayor postor, lo entiendes?

Eh?! Pero...ella- pronuncia consternado debido al impacto que aun causaba esa clase de ideas

Ella esta acuerdo, aqui no se le obliga a nadie a hacer nada de lo que no este seguro. Fue ella misma que se ofreció-
Agacha ligeramente la cabeza al recordar la razón de que ahora s odie a si mismo - yo lo hice para salvar a la persona que amaba...pero no sirvió de nada...- sonrie irónico ocultando su mirada bajo su flequillo

Kusanari-san - takao no se había dado cuenta en que momento kuroko se había puesto frente a el y ahora le envolvía en un abrazo - pienso que eres muy fuerte, gracias por confiar en mi - el peliceleste extiende su mejor sonrisa separándose un poco.

Comprendiendo sus razones ambos se miran y sonríen, en ese momento saben que pueden contar el uno con el otro.

Vamos - Takao toma la mano de Tetsu para caminar hacia la entrada - todo lo que debes hacer es recibir a los clientes y ellos hacen el resto, tu solo observa - Tetsu imita a Takao parándose en la entrada junto a los/las demás. Cada vez que entraba alguien dirigía su mirada a los anfitriones y escogía del que mas gustaba.

Ya llego...- escucha susurrar al pelinegro, pero cuando estaba a punto de preguntar un hombre alto de cabello y ojos verdes se para frente a ellos

Bienvenido Midorima-sama - takao siguiendo la costumbre se reverencia. Sin decir mas el peliverde se da vuelta para adentrarse al local siendo seguido por el pequeño pelinegro - Suerte...- le susurra antes de irse

El peliceleste se queda quieto en su sitio, viendo como la mayoría de los anfitriones se iban. Pero de pronto entra un hombre alto bastante elegante, traía un traje negro y camisa azul, sus ojos estaban cubiertos por unos lentes oscuros que le daban un aura rebelde y su cabello rojo de puntas negras. Hasta parecía un príncipe, llevaba el porte digo de un caballero

Continuara....

TU VIDA, MI VIDA, NUESTRA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora