Rin Takahashi una chica millonaria, super consentida por sus padres. Quién paso los límites en gastar una gran cantidad de dinero en cosas que no las utiliza y armar un escándalo en una tienda por unos zapatos.
Es engañanda para ir a una granja de s...
– ¡ Que! como que tengo que estar en una granja, No ustedes no me pueden dejar aquí — dijo molesta, ya que al bajar del avión y ver el lugar supo que no estaba en Nueva York, agarró su móvil y llamó a sus padres y estos le dijeron que estaba en tennessee y que se quedaría ahí a ayudar a la familia Taisho en la granja y ella se sorprendió ya que no sabia que tenían una granja.
— Claro que sí, somos tus padres.
— Si esto es como un castigo por averme portado mal, ya aprendí aunque que yo recuerde no hice nada malo no me pueden hacer esto.
— hija lo siento pero ya esta decidido te quedaras ahí.
—Si es que me tengo que quedar aquí adonde se supone que devo ir, por que aquí no hay nadie.
— Vendrán por ti solo espera — sin más se colgó la llamada
Hizo una pequeña rabieta y vio que realmente no había nadie solo ella y sus maletas en un lugar que no conocía – y ahora quien vendrá por mi — dijo mirando el lugar y vio que venía una camioneta negra y se paro.
…
EL sol estaba en su punto más alto, un joven peliplateado de ojos ámbar estaba en el establo donde de comer a su caballo llamado ah.
— Que haces aquí Sesshomaru.
— Que no vees que estoy dando de comer a los caballos Inuyasha — dijo sarcástico
— No es eso, papá te mando a llamar — dijo algo molesto su hermano menor que al igual que el es Peliplata y de ojos ámbar Sesshomaru tiene 22 años e Inuyasha tiene 20 años — adiós —se va este dejando a sesshomaru, el termina de alimentar a los caballos y va donde su padre
— Para que me mando a llamar padre.
— Hijo necesito que vallas por ella, no podré ir tengo que ir al pueblo a entregar los pedidos, iré con Inuyasha — y de mala gana tuvo que aceptar ir
Y a si Sesshomaru agarra las llaves de la camioneta, lo puso en marcha y al llegar a su destino vio a un chica castaña parada agarrando sus maletas entones paro y salio de la camioneta
…
Rin vio a un hombre bajando de la camioneta y al verlo se quedó sorprendida ese hombre era guapísimo eso sin contar que poseía unos ojos extraños y que decír de su larga cabellera plateada, el se estába hacercando y ella decidió hablar.
— supongo que tu eres quien vino por mi.
— haci es, sube tus cosas atrás de la camioneta.
No se había ofrecido para ayudarle a colocar atrá sus maletas, no lo podía creer el tipo era sexi pero nada caballeroso ella rechinó los dientes si pensaba que iba a pedirle ayuda podía esperar sentado
Le dolieron los brazos cuando intentó lanzar la voluminosa maleta a la parte trasera, pudo sentir los ojos del Peliplata sobre ella y en ese momento habría dado cualquier cosa por que la maleta fuera más pequeña.
Tomó el asa con una mano y sujetó la parte inferior de la maleta con la otra, con gran esfuerzo tiró de ella.
—¿Necesitas ayuda? —pregunto el con falsa inocencia.
—No... gra... cias. —Las palabras parecían gruñidos mas que otra cosa.
—¿Estas segura?
Por fin consiguió alzar la maleta para empujarla con el hombro hacia dentro, no tenía suficiente aliento para contestar sólo a unos centímetros ella tambaleó sobre sus tacones.
Un grito se escuchó, la maleta y ella cayeron hacia atrás al impactar contra el pasto ella chilló de pura rabia con la mirada clavada en el cielo trato de levantarse pero no pudo ya que le dolía su cuerpo.
Unas oscuras y gastadas botas camperas entraron en su ángulo de visión. Deslizó la mirada por los muslos que se perfilaban bajo los vaqueros y por el ancho pecho y al llegar a aquellos ojos color ámbar que brillaban con diversión, Rin recuperó su aliento aun recostada hablo.
—Esto es justo lo que pretendía.
La risa del hombre fue ronca y oxidada, como si no se hubiera reído en mucho tiempo.
—Si tú lo dices.
—Así es. — ella se impulsó con los codos como pudo hasta quedar sentada, el Peliplata tomo el asa de la maleta y la lanzó con facilidad sobre la parte trasera de la camioneta como si no pesara nada y haci iso con las demás. Luego tiró de ella hasta ponerla en pie. Abrió la puerta de la camioneta y la empujó al sofocante interior y luego entro el poniendo en marcha la camioneta.
Al llegar a su destino Rin vio una casa que era haci.
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— serán unas largas vacaciones — dijo pensando.
Hasta aquí el tercer capítulo, perdón se que esta algo corto pero el siguiente lo haré más largo.
