Capítulo 1:
¿Quién es esa mujer que me devuelve el reflejo en el espejo?. Es solo un cuerpo vacío. Una muñeca hermosa y delicada de porcelana.
Esa mujer no tiene identidad, no tiene voluntad propia, no tiene sueños, ni esperanzas. No es mas que una marioneta. Y hasta ahora jamás me preocupo eso. No tuve ni siquiera el deseo de mirarme a mi misma y de sentirme avergonzada por no ser una persona con un pensamiento y una voluntad propia, porque. ¿Por qué debo sentir vergüenza?.
¿Cuántas mujeres no desearían cambiarse por mi y tomar mi lugar?. ¿Cuántas personas no desearían tener lo que yo tengo?. Dinero a manos llenas, comodidades, un futuro sin preocupaciones, una vida llena de lujos.
No he sufrido ni he gozado, pasan mis días sumida en un sueño.
Soy una niña rica, como una princesa mimada en un castillo.
Mi vida desde que nací esta planeada, pero por otros.
Permití que las personas que me dieron la vida decidan por mi y que guíen los hilos de mi vida a su antojo.
En mi vida mi padre es quién decide como yo he de actuar, que decir y no decir.
Mi progenitor me dice que debo pensar y no pensar. Es él quién decide que debo sentir y no sentir. Mi padre me ordena que ponerme para vestir. Me dijo además que carrera profesional estudiar. Incluso dispuso con quién relacionarme. El eligió a mi pareja sentimental, y que futuro marido tendré.
Jamás he decidido ni deseado nada por mi misma.
Hasta hoy creí que así es como debía actuar, lo correcto, lo ideal para mi. ¿Por qué quejarme si no han habido en mi vida preocupaciones?. ¿Ni nada de que lamentarme?. Quién no ha soñado no tiene motivos para lamentar nada porque no tiene nada por lo que sentir añoranza, ni sufre síntomas de perdida.
No lamento nada. ¿Entonces a que viene esta sensación de desconsuelo?. ¿A qué se debe esta sensación abrumadora de tristeza?. ¿Por qué tengo un nudo en la garganta y deseo llorar?. ¿Por qué no me gusta lo que veo en el espejo?. ¿Por qué tengo ganas de escapar?.
Hoy es un día que debería ser especial para cualquier mujer. Debería ser especial para mi, pero no lo es, es como cualquier otro día.
Llegaron a mi habitación las maquilladoras y la estilista y me vistieron con un vestido de novia precioso, sin mangas, ceñido al cuerpo. Destacan mis senos algo llenos, destaca también mi estrecha cintura.
La falda del vestido es muy larga y lisa. Este traje de novia va sin velo, solo mi pelo largo y negro cubre mi espalda. El maquillaje que llevo puesto es tenue, color rosa. Los zapatos que calzo son de tacón alto, color blanco. Me puse en las piernas ligas y un sexy body de encaje blanco para que disfrute sacarlo mi marido en el hotel en la noche de bodas luego de que finalice la concurrida fiesta de recepción.
Hoy me caso con un hombre que me quiere, a su manera pero me quiere y me dará la clase de vida cómoda que siempre he llevado.
Deberé dormir en otra cama, en la de mi nuevo esposo, pero no siento entusiasmo ni nerviosismo. Me da la misma cosa dormir en mi cama, en esta casa o en la cama de él.
El ha sido mi único hombre. No conozco en la intimidad a otro hombre, así que no tengo como saber si el sexo que tenemos es bueno, malo o regular. Hasta ahora tener sexo es como comer. Algo que hacen todos. No es nada especial. Nada de otro mundo.
Mi futuro marido es mi prometido desde que tengo 20 años de edad. El es hijo de uno de los socios de la empresa de mi padre, y es el hombre que escogieron para mi desde que nací.
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Pobre niña rica.
RomanceRuy es una joven que lo tiene todo menos la libertad de accion. Su padre decidió que estudiaría,que profesión tendría y con quien se casaría. En el dia de su boda estaba muy deprimida ante el futuro que le esperaba,pero no tenia la valentía para re...