Pobre niña rica.

Pobre niña rica. Capitulo 4.

Capitulo 4:

¿Qué es esto?. ¿Qué esta pasando aquí?. ¿Por qué Ruy tiene esa expresión de nervios, de anhelo y de excitación?. ¿Quién es ese tipo que descaradamente la desnuda con la mirada y ella responde a él como jamás ha respondido conmigo a pesar de que he puesto todo de mi parte para que me mire con pasión o con amor?. 

He esperando pacientemente a que ella me note, a gustarle. Me he pasado durante 3 años esperando migajas de atención. Vivo pendiente de ella y de su hijo. De ese niño que ojala fuera fruto de mi.

Ver los ojos de Ruy brillar así, con alegría y con amor pasional jamás lo había visto. Sus mejillas están encendidas y su cuerpo esta tenso. Parece vibrar de deseo por él. Por un completo extraño que ignora a las demás mujeres que están pendientes de él, centrado en mi Ruy. 

Ella se olvido por completo de que estoy a su lado. Ella y él se devoran con la mirada. Se llaman el uno al otro como si nadie mas estuviera a su alrededor. Ese hombre tiene demasiada seguridad en si mismo. Se sabe guapo, y en efecto es demasiado guapo para mi gusto. Tanto que los demás hombres en el salón parecen sosos y apocados. Parece de la realeza.

¿De dónde lo conoce Ruy?. Se conocen eso es evidente. ¿Pero de dónde?. Creo que lo he visto antes en algún lado, pero no en galas, ni en fiestas de empresarios. ¿Será un nuevo rico?. Pero parece alguien elegante, sofisticado, listo, y sagaz. Parece alguien nacido en cuna de oro. Se siente cómodo en medio de la gente rica. Saluda y sonríe con encanto a quienes se le acercan para saludarlo, pero él vuelve a mirar directo a los ojos a Ruy con lujuria. No me tiene respeto, a mi, al acompañante de esta mujer. No me tiene miedo aunque soy un hombre bastante alto y fuerte.

 El principito con esa cara bonita y cuerpo atlético no soportaría ni un golpe o eso prefiero pensar. Es la primera vez que siento ganas de pelear a puño con otro hombre y decirle que la mujer de otro hombre es sagrada y no se le mira así. Ruy es mía. Jamás le dejare el camino libre para que este con otro hombre. Odio fieramente al padre de su hijo. A ese chófer hijo de puta que la sedujo, pero no paso de ahí porque ella no volvió a buscarlo. Ese fue solo un affair, aunque ella me dijo tiempo atrás que lo quiso. Que lo amo.

Ella es con la única mujer que toda la vida espere casarme. Vivir junto a ella y con Sae, su hijo es mi único sueño. Y no permitiré ahora que otro tipo que si es un rival de cuidado, no como el chófer de la limusina, me la arrebate.

Tuve que prestarle atención a un empresario conocido, amigo de mi familia. Descuide a Ruy unos minutos y cuando la busque entre la gente, la encontré bailando con ese principito ajenos a todos, hablando y mirándose embelesados el uno en el otro. Quise ir a quitársela y romperle la cara al maldito, pero no pude. Soy un hombre de clase. No puedo permitir que los celos y la rabia gobiernen mis actos. Apreté los puños. Ya ajustaríamos cuentas él y yo si se atrevía a cortejarla luego de esta gala.

Cambio de narrador:

— ¿Qué haces aquí Sou?. No hubiese esperado verte en una gala de empresarios. Has cambiado. ¿No fuiste tú quién me dijo que no le gusta la fama ni el dinero?. Te ves muy guapo con este traje negro de gala. La ropa elegante luce en ti. Pero....

— Pero. ¿Qué Ruy?.

— Me gustaba ese hombre sencillo que conocí, y extraño tu barba incipiente.

La vi ruborizarse avergonzada. La estreche entre mis brazos, acariciando sutilmente su espalda y su cintura embriagándome de su perfume, del aroma de su piel, de su calor que tanto extrañaba. Mi cuerpo se sentía anhelante junto al suyo. Y ella estaba sumisa, excitada, centrada en mi. Se apego a mi cuerpo. Quedamos muy juntos para bailar lento. Mi bragueta se hincho. No puedo evitarlo. Mi sexo tiene vida propia, voluntad propia.