Capitulo 3:
Mis padres y mi abuela me recibieron de vuelta en casa. Mi abuela y mi madre me recibieron como la hija prodiga. Vi en sus ojos lágrimas de felicidad, de orgullo, aunque se mantuvieron en silencio detrás de mi padre, quién me miro con censura e ira. Vi venir la bofetada pero me quede quieta esperando el golpe. Fue una sonora cachetada masculina que me hizo escocer el rostro.
— ¡¡Zorra estúpida!!. ¡¿Cómo fuiste capaz de ensuciar mi nombre?!. ¡¿Cómo te atreviste a convertirme en la burla de todos en la iglesia?!. No soy capaz de darle la cara a tu prometido ni a su familia.
Cuando vi que volvería a pegarme estaba por moverme, pero mi madre se antepuso entre él y yo. La pobre mujer menuda y sumisa templaba de miedo. Era la primera vez en mi vida que ella me protegía de él. La sostuve del brazo derecho y la mire con agradecimiento. Luego me dirigí a mi padre con la cabeza en alto.
— Padre. Lo que sientas me importa poco, así como te importo poco lo que yo pensaba o quería cuando me obligaste a hacer todo lo que me ordenaste durante toda mi vida. Ya no mas papá. Volví pero ya no como tu hija, sino como la piedra en tu zapato. Ya no te tengo miedo y no haré nada que me ordenes de aquí en adelante. No seguiré tus ordenes nunca mas.
Debes saber que seré una socia en la empresa. Ya no seré tu abogada, ni participare de tus delitos contra el fisco.
Lo vi ponerse pálido, sin dar crédito a sus oídos. Me miro como si no me conociera. Y en efecto no me conoce en lo absoluto.
— Tomare el puesto de vicepresidente y seré parte activa del consejo de accionistas. Como sabes mamá tiene el 50% de las acciones, por que la empresa viene de parte de su familia. Mi abuela tiene el 20%. Ambas me cedieron sus derechos.
Si papá. No pongas esa cara. Usare este poder que he obtenido contra ti si te atreves a poner un dedo sobre el hombre que me ayudo a huir de la iglesia y si vuelves a maltratar a mi madre y a mi.
Esta es la última vez que me pegas. Tengo en mi poder copias de todos los documentos de la empresa, contratos, negociaciones, todo. Y se los daré a los fiscales si das un solo paso en falso. Se acabo tu reinado del miedo.
Tome las manos de mi madre y abuela y dejamos a mi padre libido sentarse perdido de si mismo en el sofá del living. Ahora seremos mujeres libres. Las tres escribiremos una nueva historia en la vida de nuestra familia.
Hoy las mujeres podemos tener voz y voto, y libertad de seguir nuestros deseos, sin que los hombres nos dominen. Lo primero es perder el miedo.
Cuando fui a la reunión extraordinaria de accionistas, tome la palabra y sin preocuparme de las miradas criticas de los hombres les expuse cual seria mi nuevo papel.
Aunque les molesto y mas de uno se retiro de la reunión, no pueden impedirme que tome el puesto, por que aunque estén en contra soy la accionista mayoritaria y soy yo quién tiene la palabra final.
No me sentí ofendida por esas miradas de hombres altaneros. Les demostraría mi valía.
Trabajare duro. Pondré todo mi empeño para que algún día me respeten y me apoyen. Daré un nuevo aire a esta compañía. Haré crecer esta empresa. La haré limpia. No se harán mas negocios fraudulentos. Tengo muchas ideas para aumentar el capital y el crecimiento.
Terminada la reunión se quedo en la sala de juntas mi ex novio. El novio que plante en la iglesia. Sabia que él esperaría a estar a solas para reclamarme. Lo dejaría desahogarse. Se lo debo. Lo que le hice no tiene perdón.
El me dijo en cuanto nos quedamos solos.
— Pareces otra mujer Ruy. No sé que te sucedió, pero ya no eres la mujer que conocí. Sin duda conocer a una persona de toda la vida no quiere decir que la conoces de verdad. ¿Cierto?. Cuando me dejaste plantado en el altar me sentí humillado, insultado, y menospreciado. Pero lo peor vino después. Cuando estuve a solas. Tuve que perderte para darme cuenta de que te amo. Y no sabes cuanto.
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Pobre niña rica.
RomanceRuy es una joven que lo tiene todo menos la libertad de accion. Su padre decidió que estudiaría,que profesión tendría y con quien se casaría. En el dia de su boda estaba muy deprimida ante el futuro que le esperaba,pero no tenia la valentía para re...