Concurso de miradas.

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My libro de One-Shots de Miraculous Ladybug ya está publicado. Serías de mucha ayuda si te pasaras por ahí y votaras :')

—Oh, se terminó. ¿Vemos otra?

—Star, son las 12 de la noche y tenemos escuela mañana. —Replicó el moreno.

—¡Por favor! —Rogó, haciendo su mejor cara de perrito triste. Sabía que Marco no podía resistirse a eso.

—Ugh. — Suspiró. —Bien, pero tú traerás los nachos ésta vez.

Marco escogió una película aleatoria, en realidad no le interesaba mucho. Cuando Star vino y puso los nachos en su regazo, Marco se acostó detrás de ella en el sofá, pero lo suficientemente reclinados para ambos poder ver la televisión.

No eran realmente lo que se llama "ser novios". Podría decirse que estaban saliendo, es decir, Marco nunca le había pedido que fuera su novia pero ambos sabían que tenían sentimientos por el otro y que había algo ahí.

La película iba por el clímax cuando los nachos se estaban acabando. Literalmente sólo quedaba uno. Star dirigió su mano al delicioso nacho cuando su mano se topó con la de su no-novio.

—¿Qué haces? —Dijo él. Star sabía que él quería ese nacho tanto como ella.

—Uhm...Tomando el nacho...

—Pero yo lo quiero. —Su tono se volvió algo infantil y retador.

—Yo también lo quiero.

—¿Hacemos un concurso? —Sugirió.

—¿Como qué, señorito? —Marco lo pensó un poco, ignorando el pronombre.

—¿Fuercitas? —Era su plan. En los últimos años Marco había crecido y obviamente su fuerza era, vaya, la de un hombre.

—No, Marco. Algo que los dos podamos ganar. ¿Qué tal piedra, papel o tijeras?

—Ni loco voy a jugar contigo algo que diga "tijeras". —Rieron, pues Star tendía a hacer trampa.

—¿Concurso de miradas? Ya sabes, el que parpadea pierde.

—Va. —Se enderezaron, quedando uno frente al otro para comenzar el juego. —Yo cuento. —Ella asintió. —Uno...Dos...Tres.

Ambos se miraron a los ojos, luchando por no parpadear. Star empezó a hacer gestos y muecas, pero Marco no cedía. Le picaban un poco los ojos, pero todo sea por ese Nacho.

La rubia, como siempre haciendo trampa, empezó a idear un plan en el momento en que sus ojos empezaron a amenazar con cerrarse. Se inclinó lentamente hacia Marco, para hacerle creer que lo besaría. Él comenzó a hacer lo mismo, sus ojos ya estaban entrecerrados.

Ella rió internamente cuando lo vio cerrar los ojos y le robó un beso fugaz, robándose el Nacho a la vez y corriendo detrás del sofá.

—¡Hey! ¡Hiciste trampa!—Exclamó él, indignado.

—¿Quién es Star Butterfly si no hace trampa? —Contestó entre risas, comiéndose el delicioso nacho y huyendo del lugar con Marzo tras ella.

Lo siento muchísimo por el oneshot más corto después de mucho tiempo. En serio tenía la necesidad de escribir algo y mi mente no colabora demasiado éstos días.

De igual forma, gracias por votar, en serio :)

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