Queso Y Caramelo.

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-Muy bien, Star. ¿Qué quieres tú?

-¡Marco! ¡Mira! Palomitas acarameladas.

-Okay. ¿Me da unas palomitas acarameladas y unos nachos con queso?

-En un momento estará listo. -Dicho esto, la cajera se marchó del lugar y fue a preparar la orden.

-Marco, ¿dónde están Ferguson y Alfonso? Ya debieron de haber llegado hace rato y la película va a empezar.

-Alfonso me mandó un mensaje hace dos minutos. Me dijo que él y Ferguson ya estaban dentro de la sala.

-Su pedido. Serían... doscientos cuarenta y cinco. -Marco le dio el dinero y ambos se dirigieron a la sala de cine.

-De nuevo, ¿qué película era?

-El Conjuro, Star. Vas a asustarte.

-¿Qué? ¿Por qué dices eso? ¿Estás...-Marco puso su mano en la boca de Star para hacerla callar y entrar a la sala. Los anuncios ya habían comenzado.

-¿Ferg? ¡Ferguson! -Gritó en un Susurro Marco. Ni Ferguson ni Alfonso se veían en la sala.

-Marco, ¿ahora qué?

-Hay que sentarnos en algún lugar.

Tan pronto se sentaron, Marco le texteó a Ferguson mientras los anuncios continuaban proyectándose.

M: Ferguson, en dónde están? :/

F: Oh. Alfonso dijo que quería ver otra película porque esa le da miedo :b

M: Y SE FUERON SIN AVISAR? >:c

F: Sep. Si no nunca hubieras entrado solo con Estar.

Star*

-Marco, guarda el celular. Ya va a empezar. -Star sacudió el brazo de Marco de emoción.

-Ya, ya lo guardé.

La película comenzó por fin. Al inicio Star estaba aburrida y le repetía a Marco que no daba nada de miedo. Marco siempre contestaba metiendo palomitas en la boca de Star. Marco había visto esta película dos días antes, pero Star insisitió mucho en venir al cine que decidió asustarla un poco.

Cuando el filme se empezó a tornar más oscura y terrorífica, Star se aferró al brazo de Marco, quién sólo río por la reacción de la rubia.

Marco se aprovechó del momento y levantó el reposabrazos que separaba sus asientos e invitó a la rubia a acercarse. Sin dudarlo, Star se acomodó y enterró sus manos en la sudadera de Marco.

Desde su posición, Marco podía oler su cabello, abrazarla y...

Besarla.

El tan solo pensarlo lo ponía de un rojo encendido y hacía a su corazón latir más rápido. Entonces la película lo arruinó y asustó a Star.

Star pegó un brinco y con su cabeza golpeó la mandíbula de Marco; los dos se quejaron del dolor.

-¡M...Marco! Perdón, perdón, fue un accidente. Déjame ver. - Sin previo aviso, levantó la cabeza de Marco para revisar si había hecho daño. Marco se sonrojó al tacto de la piel de ella tocar la suya. -No, nada de nada. -Star bajó la cabeza de Marco.

Se miraron a los ojos. Estaban muy cerca uno del otro. Marco se inclinó un poco, sonrojando a Star.

-Ah...Volveré a la película.

-Sí, sí. También yo.

Qué mentiras. Los dos estaban separados y tenían la mirada clavada en la pantalla, sin embargo sus mentes estaban en otro lado. Marco sacó su teléfono y texteó a Ferg.

M: no está funcionando ;-;

F: no te rindas ;)

-Marco, nada de celulares en el cine. -Star tenía su teléfono en las manos, totalmente dispuesta a leer los mensajes.

Marco palideció. Star no debía enterarse, mucho menos de esa manera.

-¡Star, dámelo!

-Alcánzalo, Díaz. -Retó

-Dámelo, dámelo ¡Star! -La princesa evadía las manos de Marco y estiraba su brazo para hacerle más imposible la tarea al moreno.

En un intento en vano por recuperar su teléfono, Marco se inclinó sobre Star, tanto, que prácticamente sus frentes se tocaban. El chico se acercó nervioso aún más sobre ella. Sus respiraciones cálidas chocaban y sus labios rozaban. Sus latidos aumentaron la velocidad.

Entonces, sucedió.

Marco tomo su teléfono y le sonrió juguetón a Star.

-No tomes las cosas que no son tuyas, Butterfly. -Se levantó de su asiento en cuanto las luces se encendieron y la película acabó. -Hora de irnos, Star.

Star estaba en su asiento, indignada. ¿Cómo se atrevía?

Oh, pero ese juego pueden jugarlo dos.

-Me las vas a pagar, Marco Díaz.

-Sí, sí, sí, véngate lo que quieras cuando lleguemos a casa. Vámonos antes de que nos encierren en la sala.

Salieron del cine y se dirigieron a casa. El camino era silencio e incómodo y evidentemente Star planeaba su venganza.

De la nada, Marco se vio estrellado contra un árbol y una Star cabizbaja lo sostenía por los hombros para que no se moviese.

En cuanto Star levantó el rostro, estaba sonrojada hasta las orejas.

-¿Sta...

No pudo ni terminar su oración, pues Star tomó sus mejillas y cerró el espacio que había entre ellos con un beso corto.

Marco ni si quiera podía procesar lo que había pasado. Entre más lo pensaba, más se ruborizaba.

Había sido besado por Star.

-¿Pensabas que te dejaría ganar así como así? Muy mal, Díaz.

Lo invadió una seguridad y una valentía en el pecho. Tomó a Star de la misma manera que ella había hecho y la besó por segunda ocasión.

Esta vez era un beso lento y gentil, el cual Star correspondió después de enrollar sus brazos en el cuello de Marco.

Miles de sensaciones invadieron su estómago. Se sentía feliz, ansiosa, como una estampida de guerricornios en su interior. Su corazón latía a mil por hora y su cara no podía estár más carmesí.

De Marco ni hablar, se sentía como esas películas que veían las chicas, donde flotaban los protagonistas y había miles de fuegos artificiales y chispas.

Rompieron el beso necesitando respirar. Marco abrió sus ojos un poco después que Star. Ambos se perdieron en los ojos del otro.

-¿Marco?

-¿S..Sí?

-Tus besos saben a queso cheddar.

-¿Ah, sí? Pues los tuyos sabían a caramelo, Butterfly.

Se tomaron de las manos Y se miraron unos segundos.

-Star.

-¿Mm?

-Te amo. -Ella sólo sonrió y lo volvió a besar con la misma dulzura de antes.

-Yo también te amo, Marco.

N/A

OKAAAAAY. Estuve más tiempo fanguirleando que escribiendo. Este es realmente mi primera historia, así que si está un poco forzado lo lamento, hago lo mejor que puedo.

Estaba de que escribía y fanguirleaba. Luego se me olvidaba lo que iba a escribir y así.

Espero que al menos tú leas esto pinshi Sofia.

Starco || One-Shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora