Girls Like U (Camila Cabello y Tú)

Catorce; One last time. (Final)

Estar tan inmersa en mi discurso no me hizo darme cuenta que habían dos carros del mismo modelo al lado mío, aún estaban con sus motores encendidos.

Las luces me enfocaban, me sentía con una adrenalina increíble. Casi como si estuviese presentándome por última vez.

—Estoy disfrutando de la vista—murmuro dándome la vuelta, aunque siempre dispuesta a lanzarme.

—Aléjate de la orilla—me dice Ruby.

—¿Cómo me encontraron?—le pregunto con tranquilidad mientras aún sigo escuchando la música de fondo.

—Fuimos a tu departamento, tu familia estaba preocupada porque se supone que tenías que ir a una cirugía importante hoy—me dice Ruby mientras que Mike está al lado suyo de pie sin saber que hacer.

—Ah... ¿Era hoy?—murmuro—que mal.

—Fuimos a buscarte y encontramos unas cartas encima de la cama.

—Ya. Pero eso no responde a mi pregunta—mi semblante y mi tranquilidad parece ponerlos histéricos.

—Llevamos horas buscándote en todos los puentes—Mike habló.

—Genial—farfullo—¿Algo más que me quieran decir?

—¡Aléjate de ahí maldita sea!—me vuelve a gritar Mike.

—Nop—le doy una pequeña sonrisa burlona y sigo en lo mío, columpiándome hacia delante y hacia atrás.

—Te voy a quitar de ahí—me dice tratando de acercarse.

—Un pasó más y me dejó caer hacia atrás—con seriedad y casi cabreada le hablé.

—_____ escúchanos, esto, no está bien y lo sabes. Muy en el fondo lo sabes, esto no es una salida—me habla Ruby con mucha delicadeza.

—Ya. Pero yo no te pregunté.

—Maldita sea, aléjate de ahí. Podemos ayudarte, somos amigos. Siempre hemos estado para ti ¿Qué es lo que cambia ahora?—me dice casi alterado Mike.

—Estoy harta de tener que hacer lo correcto—les digo con rabia—no hagas esto porque puede pasar esto, se buena si no habrá consecuencias, déjala ser feliz, blah, blah, blah.

—¿Es por Camila?—me pregunta Mike—ella está en camino.

—¿Qué?

—Camila estaba con nosotros cuando tu familia llamó, nos dividimos para abarcar más terreno.

—Mientes...—le susurro—Camila no tiene el tiempo ni el interés de buscar a una moribunda como yo, que está apunto de quitarse la vida.

—Es verdad, viene en camino. Yo me encargué de mandarle la dirección para que llegase aquí.

—¿Y creen que estando ella aquí no voy a tirarme?—me rio sin ganas—¿Me creen capaz de querer matarme porque no me quiere? Tenemos que empezar a ver más allá de lo que nuestros ojos nos permiten.

—Por favor, sea lo que sea, te podemos ayudar. Siempre te hemos apoyado, por favor _____ aléjate de la orilla—me vuelve a rogar Ruby.