Death Or Storm (Jason Grace Y Tu)

Capítulo 34

En el anterior capítulo:

- Quirón creo que debo cor...- antes de poder decir nada más una cabeza con pelo castaño y largo y con unos rizos característicos se asoma en el mensaje.

-¡ _____!- grita mi nombre con alegría.

Siento como me hala la Arpia con sus garras y me eleva en el aire.

A una altura de más de 6 metros la Arpia me suelta logrando que grite yo y que grite mi hermana y otra persona por el mensaje que todavía no ha desaparecido.

- ¡_____!- me grita una voz de hombre que reconozco a la perfección.

Jason.

En la actualidad:

Miro detenidamente el mensaje Iris, se va convierten en partículas que poco a poco se esparcen y desaparecen en el aire.

La Arpia me mira risueña esperando mi final para deborarme.

Cierro los ojos con la finalidad de intentar concentrarme en todo lo que me rodea a mi alrededor.

Experimento la sensación de calidez de la brisa cuando azota mi cabello y como los rayos del sol inciden en mis párpados provocandome una especie de cortina de color anaranjada.

Logro conseguir utilizar el viaje sombras antes de chocar contra la superficie del suelo.

Abro los ojos y de un momento a otro me encuentro en el suelo agarrandome la cabeza por el mareo y tapandome la boca, un grito ruidoso llama mi atención.

La arpia se acerca volando rápidamente logrando que no me de tiempo a escapar, me agarra del cuello estampandome contra un árbol.

-Como no me sueltes te poto.- le estrablezco.

-Te crees muy lista semidiosa.- se alzan mis mejillas.

-No me lo creo, lo soy, bicho asqueroso.- efectuó un movimiento que le provoca un corte grave en la pata, levanto mi espada y la posiciono contra su cuello.- ¿últimas palabras?- cuestiono.

-Cuida a tu gente del campamento.- me escupe las palabras como si fuera veneno; seguido suelta una carcajada que provoca un escalofrío en mi columna, amputo su cabeza con solo una tajada con la espada.

Corro y recojo la mochila del suelo, prosigo metiendo la mano dentro de esta buscando mis llaves, al encontrarlas acelero para llegar más pronto a mi vivienda.

Nerviosa introduzco la llave en la cerradura dándome paso al interior del domicilio.

- ¡MAMA!- grito a todo pulmón.

Sus pasos apresurados resuenan por el piso, al llegar a mi lado me acuna la cara con sus manos y me inspecciona rápidamente.

- ¿Qué te pasa cariño? ¿ Por qué vienes de esta manera?- inquiete al verme con la cara roja, sudada y respirando agitada mente.

- Me ten-tengo que i- ir.- digo a duras penas.

- ¿cómo?

- Que me tengo que ir mamá, que mis amigos están en peligro.

Voy a subir las escaleras cuando una mano en mi muñeca me retiene impidiendo mi avance.

- Solo te pido una cosa.- asiento.- regresa salva y vuelve a visitarme de vez en cuando.- una lágrima se escurre por su mejilla.

La presión de mi muñeca desaparece dejándome una sensación de vacío en el lugar.

Corro escaleras arriba a mi aposento y cojo todo lo que me traje del lugar.