Tres Chicos y un Bebé-#FNAFHSCardsKingdom

-Una oveja para Chica.-

—Abre la boca Chica, vamos.

Freddy intentaba darle la papilla a la pequeña reina, quien la rechazaba cerrando sus labios.
Su hermano, que estaba sentado junto a el, se acerco con un pequeño peluche de oveja que le mostró sonriendo.

—¿Quiéres a Ovejita?

Chica sonrió ante el nombramiento del animal de peluche e intentó agarrarlo con sus pequeñas manitas, siendo imposible.

—Pues bien, comé la papilla y te daré al peluche.

La rubia golpeó la mesa con las manos desparramando la comida en toda la cara del de cabellos castaños. Volviéndolo así, el hombre zanahoria.

—Chica, por favor, todo menos zanahoria. —dijo Freddy con voz pausada y una expresión de fátiga.

—Tengo otra idea.

Fred agarró la pequeña cuchara para darle giros alrededor de la cara de la bebé.

—¡Mira el avioncito!

La contraria le quitó el objeto de las manos para comenzar a lamerlo completamente feliz.

—Ahora solo hay que hacerlo mil veces más hasta que esté satisfecha. —dijo el de cabellos color azabache un poco desanimado.

Golden abrió la puerta sorprendiendo a los hermanos. Traía consigo un pequeño objeto transparente con una cima de color amarillo y detalles rosados, además de una fina manta amarilla

—Vengo con más cosas de
bebés. —comentó dejando todo en una silla color crema con detalles dorados

—¿Qué es este elemento de tortura? —respondió Fred tomando el objeto entre sus manos.

—Para mi es un frasco para guardar pepinillos. —dijo Freddy mirando a su hermano.

—¿Eso? Es un biberón para Chica. ¿Acaso nunca la habían visto, chicos?

Los dos negaron con la cabeza para luego volver a mirar a Chica. Golden entendió de inmediato que estaba pasando, solo bastaba ver la cara manchada del Joker para darse cuenta.

—Veo que intentaron alimentarla, yo los ayudo, tranquilos.

Solo bastó que le acercará la cuchara para qué la de ojos magenta la comenzará a lamer con cuidado. Y siguió así hasta que dió un pequeño bostezó en señal de sueño.
El rubio la agarró con cuidado para colocarla en su hombro izquierdo, siguió bostezando hasta quedarse profundamente dormida.

Los tres chicos fueron silenciosamente hasta la habitación de los reyes para dejarla, todos estaban muy cansados, pues eran las diez de la noche.
Golden la acostó con cuidado en la cama, para luego irse a dormir en una igual junto a ella.

Los Jokers se sentían culpables por dejarlo solo, mejor dicho, el Joker de magia blanca se sentía culpable por dejarlo solo. Por esa razón los hermanos se quedaron en el suelo profundamente dormidos en cojines de color amarillo.

Fred dormía con su pequeña oveja en los brazos mientras su hermano estaba hecho bolita en el suelo.

[...]

Las dos de la mañana y todo estaba en silencio total.
Un crujido se escuchó en la habitación. Si, Golden se había caído de la cama, pero la gran cosa era que la bebé se había despertado, comenzando a llorar despertando a todos en el cuarto.

—¿¡Que pasó?! —gritó Freddy en posición de ataque.

—Chica comenzó a llorar. —respondió el rubio levantandóse del suelo.

El rey agarró a su esposa en brazos solo para que llorara más fuerte.
Ya no sabían que hace, parecía que el de cabellos marrones se iba a desmayar del sueño, mientras Golden le rogaba a Chica que parara de llorar.
Derepente, una idea inundó la cabeza del recién nombrado.

—Dame la oveja

—¿¡Qué?! ¡Nunca! Se la podría prestar, pero si duerme con ella la va a querer solo para su propiedad. —Fred agarró fuertemente a su peluche en sus brazos, intentando protegerlo.

—¡Dame la oveja!

El rubio se la quitó de las manos rápidamente para sonreir en señal de victoria cuándo la pequeña dejo de llorar
El Joker tomó una de las patas del animal para intentar quitarselo mientras el contrario hacia más fuerza intentando que no se la llevara.
Hasta que derepente, un "crac" se escuchó en la sala, la pequeña oveja se elevó mientras su relleno caía hasta donde estaban los chicos.
La bebé comenzó a reír ante los pedazos de algodón que caían hasta sus pequeñas manos, cuál nieve en invierno.

—¡OVEJITA! —gritó Fred de rodillas en el suelo, mientras sostenía los restos de tela de su preciada oveja.

Y así la noche terminó con el funeral de la oveja de peluche y las risas de le pequeña reina ante el llanto de Fred.