-Propuesta-

180 27 6
                                    

La mano de Fred comenzó a temblar, estaba aterrado. Hacía tanto tiempo que no se sentía así.
Freddy dejó a Golden en el suelo, donde el rubio lentamente recobró los sentidos.

-¿Fred? ¿Espera...dónde estabamos?

-Larga historia.

Los ojos color océano del castaño comenzaron a cobrar un color más sombrío, igual que una marea violenta.
Su hermano nunca se había enojado tanto.

-¿Dónde está?

-¿Quién?-Le respondió Leo imitanto un tono de confusión

-¡Chica!-Gritó enojado.

Fred sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Estaba tan herido que no podía usar magia en ese momento, dependía de su hermano.

-Ah, cierto-Dijo el de cabellos rosados-Lamento decirte, pero si la quieres devuelta, primero debemos hacer un trato.

Freddy cerró sus ojos y apretó sus puños con fuerza. Al abrirlos, estos se volvíeron completamente blancos, iguales a dos perlas. Desprendían una magia que Golden no pudo nombrar ni siquiera imaginar. Todo era muy confuso.

-Tú...¿tú dañaste a Fred? ¿¡Fuiste tú?! ¿¡Tú le hiciste esto?!

Lo golpeó ocasionando que se estampara con la pared, que se agrietó casi completamente.
Leo no se sorprendió por la magia de su oponente, más bien, lo consideró divertido.
El castaño se preparó para volver a golpearlo, pero una mano aspera le agarró la muñeca. Volteó esperando encontrar a otro oponente.

-Freddy, para. Por favor.

El peli-negro tenía la mano vendada torpemente y con la otra se sostenía en la pared, intentando mantenerse en pie. Por primera vez, Freddy notó terror en los ojos de su hermano, el brillo de ellos se había ido y parecían apagarse con cada parpadeo.
Se vió reflejado en sus tristes ojos. No solo su rostro, sino sus sentimientos.

-Y-yo...

Los ojos del Joker volvieron a la normalidad y el humo blanco de sus puños se desvaneció en el aire como una neblina.

Golden ayudó a Fred a pararse. Y los dos se dedicaron una mirada de tristeza. Mientras Leo se limpiaba el polvo de la ropa.

-Pareceste que desayunaste bien-Comentó bromeando.

El rubio dejó a Fred junto al castaño y caminó, con su cabello despeinado y la capa rota por la habitación hasta llegar al causante de todo el problema.

-¿Qué quiéres a cambio?

Leo soltó una eufórica risa, había llegado justo a donde quería.

-Fué más fácil de lo pensaba. Nath y Beth no podrían haber llegado hasta aquí.

El rey de Diamantes no reconoció los nombres, pero sintió que no eran personales con las cuales debía involucrarse.

-Bien, iré directamente al
punto-Continuó-Lo que deseo es la corona.

Fred caminó a medias hasta donde estaba Golden y se apoyó en el hombro de este.

-Yo si quieres puedo hacerte una con ramas-Dijo con tono infantil

-No esa clase de corona, idiota-Le respondió el de ojos grises.

Fred refunfuñó enojado y volvió a su lugar junto a su hermano.

-No te daré mi trono.
-¿Ah, si?

Leo chasqueó los dedos y una chica de ropas grises entró en la escena, mostraba una extraña sonrisa se gato y era bastante alta, sostenía una manta con un bulto indefinido dentro de ella.
Le dió con cuidado la manta al de cabellos rosados y se paró de manera encorbada junto a el.

-Gracias, Coraline. Puedes retirarte.

-¿No puedo quedarme un rato más?-Dijo en tono divertido.

Leo le dedicó una mirada atemorizante, a lo que la chica solo asintió y de un momento a otro, había desaparecido.
Ojalá para los Jokers y el rey fuera tan fácil escapar, peor sabía que Leo no los dejaría ir sin antes hacer el dichoso "trato"
El chico desprendió un poco de la manta del bulto y se vió la cabeza de un bebé durmiendo.

-¡Chica!-Gritó Golden con un poco de alivio, pero sin dejar el tono serio.

-Dejemos el reencuentro para después-Dijo Leo-Ahora, tengo otra propuesta para ti, Golden.

El rey tragó saliva, un poco ansioso y atemorizado.

-Si me vences en un duelo de espadas. De devolveré a tu reina-Le dijo con una sonrisa malevola.

Tres Chicos y un Bebé-#FNAFHSCardsKingdomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora