-¿Perritos?-

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-Interesante. Nunca habíamos escuchado una transformación en bebé-Dijo curiosa Puppet mirando a la pequeña reina- Les ayudaremos a arreglar este problemilla. Pero debén hacer el trabajado duro. Cuidarla

Su tono de voz era imitando una voz terrorifica. Graciosa a la vista de todos.
Marionette esbozó una cara de terror mientras se tocaba los pelos de sus pálidos brazos.

-¡Uuuh, tengo los pelos de punta!-Respondió Fred en broma anticipando las palabras de la chica, pues esa era una de sus frases más populares.

Lo miró fulminandolo con la mirada. Sin siquiera levantar su mano, afeitó el bigote de Fred. Pequeños destellos quedaron flotando en el aire hasta que se esfumaron con el viento

-¡Noooo!-Gritó el pelinegro tocando su ahora suave rostro.

Los demás rieron por la reacción del recién nombrado. Estaban felices, odiaban su bigote.
La bebé descansaba en los brazos de Freddy, durmiendo sin notar el motivo de las carcajadas

Las Gemelas se marcharon dentro del castillo, mientras los restantes se quedaban en el jardín. Chica sostenía a Lagarto, con la mirada fulminante de Fred en ella y los chicos obervaban las flores del lugar.
Derepente, un cachorro apareció detrás de la reja que los separaba de los alrededores. La pequeña rubia lo miró sonriente y decidió darle un "regalito", tiró a Lagarto sobre la reja y el canino lo atrapó con total precisión para después irse. Fred, totalmente enojado, corrió a buscarlo, sin notar la anterior nombrada reja y chocó contra ella. Su magia de defensa ante el daño que le había causado, hizo que la reja se destruyera al momento de rozar su piel. Sin hacerle caso a la reja caida, saltó lo que quedaba de ella y salió corriendo a por el cachorro, seguido por los restantes.
Se chocó contra la rama de un árbol, no importa. Uy, una piedra en el camino, tampoco importa, ¿acaso hay un diente el suelo?.

-¡Fred, vas a hacerte más daño, deja de correr!-Gritó el otro hermano intentando alcanzarlo

De un momento a otro, el cachorro dejó de correr y entró a una cueva tapada por un majestuoso sauce. La cueva era pequeñita y no tenía salida, solo entrada.
El pelinegro se acerco al cachorro y lo miró enojado, este dejo a Lagarto en la parte más oscura de la cueva. Fred dió un paso. Otro y llegó a la conclusión. Tres perritos estaban tapados con una manta con estampado de coronas, aferrandóse al animal de peluche, felices. El cachorro era hembra y la manta no era una manta, era la ropa interior de Golden.

-Ahí estuvo todo el tiempo-Dijo avergonzado

En ese momento el ojinegro sintió pena invadir su corazón, pena por lo que iba a hacer. No podía quitarles el peluche. Pero no podían quedarselo, el también lo necesitaba.

-Me los quedaré-Comentó seguro, agarrando a uno de los perritos

Golden lo miró sin saber que decir. Si se negaba, probablemente dormiría en el jardín. Se mentalizó para lo que seguiría. Simplemente suspiro cansado y esbozó una sonrisa torpe que mostraba su aprobación.

Caminaron hasta el castillo denuevo, acompañados por la canina que los miraba feliz.
Entraron y dejaron a los cachorros en la habitación del Rey, dónde se quedarían por unos días más.

-¿Puedo tocarlos?

-¡Estupidah mis perros idiota!-Se defendió Fred protegiendo a sus "nuevos" amigos.

Durmieron en el sofá acompañados, de Golden, Fred, Freddy, Chica y por supuesto Lagarto.

[…]
Vine a decir que está novela no durará demasiado. Y qué los próximos capítulos tendrá un poco más de tensión.

¡Gracias por comentar!

Tres Chicos y un Bebé-#FNAFHSCardsKingdomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora