Universe [Shawn Mendes]

Life & death. 000

Hace millones de años atrás cuando los angeles danzaban en la tierra y los dioses habitaban los cielos, existía un conflicto entre los dos reinos. Ningún Dios podía bajar a la tierra, los Angeles temían de ellos ya que no tenían ni un ápice de bondad; eran los únicos capaces de destruir a un arcángel.

Aunque eso no parecía importarle a Eliot, un joven dios que observaba desde las alturas la belleza inigualable de Isis, hija del arcángel Zahar, uno de los mas fuertes y prepotentes ángeles que dominaban sus tierras protegiendo a los ángeles menores en todo momento. Al castaño le encantaba la forma en la que los rizos dorados de aquella mujer se agitaban con las ráfagas de viento tan violentas que golpeaban a las orillas del mar, donde la chica observaba al borde del acantilado el extenso mar azul. Movía su cabeza curiosa viendo la secuencia repetitiva de olas llegar a la arena dejando espuma ante cada partida. Sigiloso y sin apuros el castaño descendió de la nube en la que se encontraba para hacer acto de presencia por primera vez ante Iris.

La chica fue sacada de su burbuja cuando unos pasos detrás de ella se hicieron presentes, volteo la mirada en busca de lo que ella creía sería su padre pero en lugar de eso se topó con chico alto de cabellos castaños y mejillas sonrosadas; su presencia no le molestaba pero al percatarse de su ausencia de alas y el brazalete de oro que adornaba su muñeca identificándolo como un dios, le hizo pegar un brinco extendiendo sus alas en el proceso.

—¡Tranquila! No voy a hacerte daño,— le dedicó una tímida sonrisa tratando de tranquilizar a Iris pero esta lejos de estar calmada sentía pánico.

—¿Quién eres? Y-y, ¿qué es lo que quieres? —, ella mantuvo su distancia aun desconfiando del aquel chico.

—Mi nombre es Eliot, yo solo...quería saludarte.

—Mientes, — casi parecía reclamarle, —¿¡Qué es lo que buscas?!

—¡No he venido a causar disturbios! —se defendió antes que nada—Yo te he...estado observando, — Iris  palideció inmediatamente, ¿por qué un dios estaría acechándola?

—¿¡Como te atreves!?

—¡Déjame terminar!— exclamó tomando cortos pasos para acercarse,— hace un tiempo que baje a la tierra, allá arriba no es tan hermoso como aquí, — sonrió de lado, —Y ti vi...me pareciste hermosa,—la chica se sonrojó—no sabes cuántas veces intente bajar para volver a verte, pero tenía miedo de tu reacción.

A partir de ese día, Eliot bajaba todas las noches al mismo acantilado para encontrarse con Iris. No pasó mucho tiempo para que los dos cayeran profundamente enamorados a pesar de saber que su amor era totalmente prohibido.

Una noche cualquiera en la que los dos estaban tomados de la mano mientras veían el mar azul, Eliot decidió que era momento.

—Iris, te amo.—La chica recargo su cabeza en el pecho de el mientras suspiraba.

—Yo también te amo, Eliot.—No todo podía ser perfecto, un chillido insoportable los hizo separarse inmediatamente.
—¿¡Que está pasando aquí!?—El Padre de Iris no tardó en ver el brazalete dorado, el hombre entró en una profunda ira y clavo su cetro en el corazón del chico, Iris grito con un dolor profundo en su pecho y se arrodilló al lado del cuerpo sin vida de su amado.
—¿¡Que haz hecho padre!?—El cielo rugió como nunca antes y de este descendió Kritos, el Dios más temido para los Angeles.
—¡No puedes hacer nada! ¡El violo las reglas he intento seducir a mi hija!
—Solo esta vez Zahar. Recuerda que ustedes no pueden matarnos. El solo está herido y recibirá su merecido castigo.
—¡No por favor! ¡No le haga daño!
—¡Silencio Iris! ¡Vamonos!