Universe [Shawn Mendes]

Life & Death. |001|

14 de septiembre del año 2012.

La chica con cabellos castaños cantaba a todo pulmón mientras bailaba una de sus canciones favoritas. No había nadie en su casa, era de noche y las bocinas hacían vibrar todo a su alrededor debido a el fuerte volumen.

—I'm a Veronica, back with a vengeance, back with a song, all you motherfuckers got it wrong, I'm the villain, I'm the one. Yeah I was born just to take you on—. Sacudía su cuerpo de un lado a otro, hasta que de pronto todo quedó en completa oscuridad, la música paro y las luces no alumbraban más. La Luz se había cortado.

Salió de su cuarto, nunca le había tenido miedo a la oscuridad, era algo mínimo. Escucho como una ventana se rompía, su corazón se acerelo y tomó el palo de golf de su padre, a bajo a paso lento, y miro la ventana rota, sujeto con más fuerza el palo hasta que de pronto una mano le tapo la boca y el palo le fue arrebatado de las manos.

—Hola, linda—. El olor a alcohol invadió sus fosas nasales, trataba de contener las lágrimas pero le era imposible. El hombre la llevo a rastras hasta el cuarto de arriba donde sujeto sus muñecas con fuerza amarrando el cinturón,—no sabes cómo me puso verte bailar desde la ventana.
—¡Déjame en paz!—una bofetada cayó sobre su roja y mojada cara hacinado los sollozos más fuertes.
—Mira maldita zorrilla, si no cierras la boca de golpeare hasta deformar tu preciosa cara—. La tomó por las mejillas bruscamente obligándola a besarlo, este comenzó a morder su cuello, levanto su camisa apretando dolorosamente sus pechos, ella simplemente no dejaba de llorar,—que rica estas, no sabes cuánto he estado planeado esto.

Las peores horas de su vida transcurrieron de la manera más lenta y dolorosa que te puedas llegar a imaginar. Al final solo quedo desecha en la cama llena de sangre sin poder hacer nada. En la oscuridad.

18 de noviembre del año 2013.

El chico llego a su casa exhausto, no había nadie, sus padres habían salido a cenar y su adorable hermana estaba con sus amigos. Sentía un dolor horrible en su espalda, había intentado calmarlo con medicamentos, pomadas y masajes, pero el dolor no cesaba. Cada día se volvía más fuerte e insoportable.

Llego a su habitación y boto su mochila a un lado de su cama, respiró profundo y cuando se disponía a dejarse caer boca abajo en la cama, dos fuertes punzadas en su espalda le hicieron gritar de dolor.

—¡Oh mierda!

Un ardor se apoderaba de toda su columna vertebral mientras que las punzadas aumentaban. Se quitó la camisa y corrió al espejo del baño, miro su espalda y entro en pánico cuando vio como esta se movía de una manera extraña. De pronto comenzó a abrirse dejando ver sangre, el chico sentía que iba a desmayarse de dolor, no dejaba de gritar e incluso comenzaba a llorar, sentía como si su espalda estuviera siendo partida a la mitad, cayó de rodillas mientras el dolor crecía, vio sangre caer al suelo, de tanto gritar sentía un sabor metálico en su boca, como si su garganta sangrara; de pronto el dolor se detuvo pero sentía un extraño peso en su espalda, al levantarse logró ver dos inmensas alas en su espalda, sintió miedo, las abrió dejando ver el brillante color blanco que estás poseían, eran hermosos, después sus ojos resplandecieron de color morado, el chico simplemente no creía lo que estaba sucediendo, se veía impactado, ¿que le había pasado? ¿Como iba a ocultarlas?

—¿Qué es lo que soy?—se preguntó Shawn.

Actualidad.

Cinco años después.

Salto el pequeño charco de agua en el suelo, miro el cielo gris, era una vista hermosa, su color era muy oscuro y los truenos le daban una sensación de soledad. Amaba sentirse bien, amaba estos climas. Bajo el gorro de su sudadera para sentir el viento volar sus cabellos castaños, suspiro y siguió caminando.