" Oye, Min. " « Min YoonGi »

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– Ahh.. –

YoonGi se quedó paralizado, observando bien el físico de la chica. A pesar de que se le hacia conocido por haberla visto un par de veces rondando entre el salón había algo que no lo convencía.

Y era aquellas pecas en su cara.

– . . . ¿Hola?. –

– ¡Hola!. –

Min brincó ante el chillido, aún ido y confundido, él recordaba los mensajes pasados de la joven sobre algunas características de su físico.

YoonGi se enfocó rápidamente en su celular, en busca de aquellas características.

Cuchú Girl

Supongo que mi
piel es normal.

También mi
estatura.

Solo tengo el
cabello algo más
largo de la altura
de los hombros.

Y tengo varios
lunares!

No te diré donde😉

Él dejó salir un suspiro, lo cual la chica se encontraba callada ante la actitud del chico.

– Bien.. entiendo,
¿qué haces aquí solo?. –

– Nada importante. –

– Bueno..disculpa. –

Ella empezó a dar pasos para marcharse y seguir su camino como debía ser.

Una brisa completamente fría invadió el parque casi solitario.

Y el llamado de YoonGi parecía en vano.

– Espera. –

– ¿Huh?. –

– Tu nombre.. –

– ¡Soy Wong Siyeon!, ¿no me recuerdas!?. –

– Sí, claro. –

Él le respondió realmente cortante, la joven llamada Siyeon se fue refunfuñando gracias a la ignorancia y  estupidez que YoonGi tenía.

Él se levantó, decidido en marcharse al ver que ya eran las siete y treinta.

Metió su celular dentro del bolsillo, y empezó a dar pasos para luego cruzar la calle.

Gracias al rápido paso de un auto entre la carretera, pareció que eso causó un frío en el cuerpo del chico.

Pero se equivocó.

No era el auto el causante.

– Ugh.. Oye!. –

Escuchó una voz desde lejos, agitada, casi sin aire, casi sensible.
Una joven había llegado corriendo al otro lado de la carretera.

– Soy yo!. –

YoonGi balbuceó, mirando aquel pelo despeinado, el tapabocas negro que ocultaba la mayoría de la cara, su ropa que parecía no protegerla mucho del frío que amenazaba.

Él sintió una corriente pinchar su espalda hasta sus hombros, y reaccionó. Lo primero que hizo, fue correr hacia el otro extremo de la calle.

– ¡Oye, Min!. –