Hola idiota

¡Sólo por un maldito helado!

Tres meses después:

Al final la chica nunca se fue, se quedó, sólo por él. Pero hay una frase que dice que no todas las historias comienzan con "había una vez" ni terminan con "felices por siempre", y en este caso eso sucedió.

Caroline estaba acostada en la cama, observando el techo. Desbloquea su celular y pone su canción favorita, "Sign of the times".

Sus lágrimas comenzaron a caer en sus mejillas, necesitaba botar todo su dolor, pero no sabía como.

Lloraba y lloraba, mientras recordaba lo sucedido.

-¡Sólo por un maldito helado! -grita con rabia mientras golpeaba la cama- Sólo por un..-No pudo terminar la frase, sus lágrimas caían y caían.

La música seguía y ella más recordaba lo sucedido. Desde ese día ella no había probado ni una sola gota de helado, ninguna.

Se arrodilló y rezó, por él y por ella, para que pudieran estar juntos, para que el apareciera al lado de ella y la besara como si nada más importará, nada más.

Pero luego se dio cuenta que eso no era posible, las pocas esperanzas que tenía se habían desvanecido, se las había llevado el viento.

Ella lo único que deseaba era matar esa parte de ella que le decía que él la estaba esperando, que le había mandado un mensaje o que esperaba afuera de su ventana con su chocolate favorito.

Pero eso no era posible, el estaba muerto.

Flash back:

-Mi amor, ¿dónde estás? -le dice Evan a Caroline por teléfono- En mi casa, estudiando ¿por? -le responde.

-¿Qué tal sí vamos a comer un helado? - le ofreció.

-Que tentador, pero tengo que estudiar -se entristece.

-Por favor -dice Evan con voz de guagua.

-Esta bien.. nos vemos allá, besos.

La chica se viste, un poco indecisa con que ponerse hasta que decide por un jeans, una polera amarilla con la espalda descubierta y un collar, algo sencillo y cómodo.

Sabía perfectamente a que lugar de helados se juntarían, iban bien seguido.

Caroline llegó y se sentó en una de las mesas del parque.

Espera un momento hasta que encuentra a Evan cruzando la calle, le manda un beso.

Pero...