TRATAMIENTO

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Apenas pude darme cuenta que en un abrir y cerrar de ojos Peeta me jalo para ir a saludar a quien nos esperaba.
-Presidenta Pylor, es un gusto que este aqui para recibirnos- dice Peeta dirigiendose a la presidenta.
-lo mismo digo Peeta, me entere por el Dr. Aurelius de su llegada, y así mismo de la razon por la cual estan aqui y quiero que sepan que cuentan con mi apoyo.
-muchas gracias- dije con un poco de interés y agradecimiento, bueno creo que después de todo exagere, bueno no creo que quieran detenerme por matar a Coin y alejarme de Peeta así que si es para ayudar a Peeta acepto a quien sea. Además esta mujer siempre me ha dado confianza pero al verla tan rodeada de hombres armados, que más me podia imaginar?
-he traído a estos hombres para que los escolten hasta el Capitolio, es dónde se quedarán-dijo Pylor
-bueno ... La verdad es qué Peeta y yo ya conseguimos un lugar, un hotel dónde quedarnos.- dije un poco apenada.
-ah si me he tomado la libertad de cancelar su reservación ya que también hable con Haymich y me dio los datos y perdonen mi atrevimiento pero de verdad me gustaria tenerlos de huéspedes en el Capitolio, hace mucho que no nos vemos y apreovechando su instancia aqui me gustaria tratar unos asuntos con ustedes.
-es usted muy amable pero sólo si Katniss así lo quiere podemos quedarnos, tu que dices?-dijo Peeta dirigiéndose a Pylor y luego a mi.
-si, por mi esta bien- creo que ahora que todo es diferente tal vez pueda intertarlo, siempre quise conocer el capitolio de otra manera, y creo que es momento de hacerlo.
Después de eso, subimos a un auto muy grande y elegante subimos con la presidenta y siendo escoltados por varios guardias.
El camino fue silencioso y corto, Peeta sólo miraba por la ventana y de vez en cuando apretaba mi mano, y me volteba a ver.
Llegamos, el auto se estaciono cerca del gran capitolio, esa gran casa que me trae los recuerdos más extraños y dolorosos, a mi mente llegaban los recuerdos de mi viendo a mi hermana explotar, viendo a Snow riendose de mi, viendolo felicitandonos por ganar los juegos, viendo sus horribles ojos de serpiente, y su terrible olor a rosas y sangre, todo se vuelve oscuro no se dónde estoy, solo escucho una bella voz diciendo mi nombre.
...
-esta despertando-escucho decir a alguien, intento abrir los ojos, hay demasiada luz y me lastima. Por fin lo logro y puedo distinguir a Peeta frente a mi con una cara de preocupación.
-por Dios Katniss estas bien-dice Peeta y me abraza, estoy desconcertada.
-que paso?-pregunto
-te desmayaste Katniss, no lo recuerdas?
-no se.. De repente todos se volvio oscuro-volteo a los lados Pylor y el Dr. Aurelius están aquí. Estoy en una habitación, es grande y espaciosa, tiene colores claros y varios muebles muy bonitos.
-Hola Doc.-me dirijo a él.
-Hola Katniss, que gusto volver a verte.
-igual, usted... Ya sabe lo de Peeta- pregunto inoportuna
-si, es una de las razones por las que estoy aqui, además, porque te desmayaste, me dejas revisarte?
-si, esta bien.
Reviso mis ojos con una lamparita y me pregunto si sabia la razon de mi desmayo le dije sobre mis recuerdos, al parecer todo estaba bien, sólo me dio unas pastillas por si tenia dolor de cabeza.
-bueno Katniss los dejaré un momento debo ir a arreglar unos asuntos, me alegra que estes bien-dijo Pylor
-gracias
-los veo en la cena
-ahi estaremos-respondió Peeta por los dos
Pylor salio de la habitación y en seguida el Dr. Aurelius despidiéndose.
-luego te veo Peeta, debemos hablar de tu tratamiento.
-si doctor.-asintió Peeta
La puerta se cerro y Peeta y yo nos quedamos sólos.
Me volteo a ver, estaba preocupado, lo veía en sus ojos.
-vamos Peeta no me veas así.-dije levantándome de la cama dónde estaba
-me preocupaste sabes-dijo siguiendome con La mirada
-si, lo siento, ya estoy bien-dije caminando por la habitación y acercandome a él, para poner mis manos en sus hombros y él los suyos en mi cintura, recargue mi cabeza en su pecho y sentí su aroma.
-lo siento, es sólo que, los recuerdos se apoderaron de mi y , no se fue raro y doloroso..
-lo sé Katniss y.. Por eso.. Creo, yo creo que..
-que cosa Peeta-dije volteando a verlo
-bueno.. Tal vez sea mejor que regreses al doce, al menos hasta que yo mejore. .
-que?-dije separandome de él.
-NO!, yo no me voy a ir, no te voy a dejar aqui, sólo.
-Katniss es lo mejor
-NO, no.. Y es mi última palabra, yo me voy a quedar aqui contigo, entendiste-me acerque a él molesta , el se cubrió un poco, penso que lo golpearia por la manera en que me acerque, le quite mas manos de dónde las tenia para bajarle la guardia, lo mire a los ojos muy enojada y amenazante,...y... Estampe mis labios en los suyo de manera brusca, sin que el lo percibiera, se quedo sorprendido, lo solté de las manos y las puse en su cuello el tardo en corresponder pero al fin lo hizo y puso sus manos al rededor mio y me apretó hacia él.
Nos separamos un momento
-esta bien, no iras al doce.
-no, no lo haré, yo me quedo dónde tu estes-dije mirándolo a los ojos.
-gracias, gracias por estas conmigo Katniss, y bueno debo admitir que, al principio creí que me golpearias...
-ah si, eso me recuerda-dije soltandonos y dándole un golpe no muy fuerte en el brazo.
-auch-se quejo
-eso es por querer que me valla de aquí
-y esto-dije besandolo de nuevo-es por ser tan lindo.
Se quedo sorprendido no sabía que hacer.
-bueno, supongo que lo merecía, valla.. Tengo una novia impredecible.
...
Después de eso nos pusimos ropa más cómoda y decidimos bajar a cenar con la presidenta, fue una cena bastante tranquila y muy deliciosa, al parecer sabian cuales eran mis platillos favoritos ya que abundaban en la mesa.
Cenamos de lo más delicioso y después de una pequeña charla con el Dr. Aurelius sobre como iniciaremos con el tratamiento de Peeta.
Sé que sera difícil y en algunas seciones no puedo estar presente así que la presidenta Pylor me dará actividades que hacer con ella, algo así como una asistente sólo que " trabajo" cuándo yo quiera y pueda.
La verdad no me gusta la idea de estar lejos de Peeta pero no puedo hacer nada para que me dejen estar a su lado durante las seciones así que mejor deje de insistir, sólo porque Peeta me lo pidió.
En las sesiones Peeta habla sobre todo lo que le hicieron en el Capitolio, el Dr. Aurelius descubrió que aún quedaban unos rastros del veneno de rastrevispula en su sangre, es poco, pero aún así es peligroso, podría atacarme en cualquier momento, también podrían darle fuertes dolores de cabeza, esta empezando con dolores leves, el Dr. Aurelius dijo que si no sacamos en veneno de su sistema podría tener dolores terribles, e insoportables de cabeza, además de nauseas y alucinaciones.
Eso me preocupa, no quiero que Peeta sufra, así que platique con Peeta y llegamos a la conclusión de que aceptariamos el tratamiento para sacar el veneno de su sistema.
...
-estas bien?- pregunto a Peeta, cuando noto que se ha levantado de la cama, deben ser las 3 de la mañana.
-ah, si mmm vuelve a dormir
-no puedo dormir sin ti.
-lo siento, es sólo que, la cabeza me duele un poco y tengo un poco de fiebre, creo.
-que?-me levante preocupada y me coloque a su lado, le sentí la frente, esta ardiendo.
-Dios Peeta estas ardiendo-digo preocupada.
-debemos hablarle al Dr. Aurelius-digo dirigiendome a la puerta.
-no!- dice Peeta deteniendome-es aún de madrugada, no hay que molestarlo
-bueno, tienes razón, pero ven, voy a tratar de ayudarte-digo llevandolo a la cama para que se siente, lo acomodo con unas almohadas y voy al baño por toallas y agua, también por las pastillas para el dolor de cabeza y encuentro unas para la fiebre que suerte!!
Me acerco a Peeta le doy primero la pastilla para el dolor de cabeza, así se sentirá mejor, él la toma sin reprochar nada y sin protestar.
Sólo me observa, mira con atención cada movimiento que hago, al mojar las toallas y exprimirlas, coloco una en su frente, y recuesto un poco su cabeza, el no deja de verme con mucha... Curiosidad? Ternura? Amor? Tal vez todo junto.
Le doy la pastilla para la fiebre.
-tomate esto
-para que es- pregunta curioso
-para la fiebre, te hará bien, así que tomala!-ordene
-si-en seguida lo hizo y siguio viendome
-que pasa?, porque me miras tanto?-digo colocandome al lado de él y recostandome en su pecho mirándolo a los ojos.
-nada, es sólo que, ya te he dicho lo hermosa que eres?
-que?-pregunto apenada y bajando la mirada, Estoy roja como un tomate..
- que eres muy hermosa, bellísima, la mujer más linda del mundo, no se que he hecho para ser merecedor de ti.
-Peeta, -digo viéndolo a los ojos- creo que la fiebre te esta haciendo alucinar, soy yo la que no te merece, eres tú el guapísimo, el lindo, amable, el que me inspira tanta paz-Peeta sólo me.mira y yo a él.
Lo beso, así de pronto, repentinamente, y él capta el beso de inmediato, como si ya lo estuviera esperando,
Coloca sus brazos alrededor mío y juntandome a él, haciendo que nos acerquemos más y más uno del otro.
Yo acaricio sus brazos, sus hombros, su espalda, su pecho, todo...
Dejo de besar sus labios y empiezo a besar su cuello, esta caliente... Sera por la fiebre? Supongo que sí.
Peeta sólo suspira...
Dejo de besarlo me paro de la nada de la.cama
Peeta esta desconcertado.
Sólo me pongo de pie me doy la vuelta para el lugar de Peeta le quito el trapo humedo de la.cabeza, lo vuelvo a sumergir en agua y lo exprimo para volver a ponerselo en la cabeza.
-duerme bien Peeta-le doy un beso en los labios muy tierno y corto.
Luego voy a mi lugar de la cama me envuelvo en los brazos de Peeta y me quedo tatalmente dormida.

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