[Emma]
Estuvo en la ducha durante mucho tiempo. No lo puedo culpar. Probablemente esta es la primera ducha que se da después de meses. Luego de que me descargue llorando en el piso, camine a la sala y empecé a hacer una cama improvisada en mi sofá. Busque varias sabanas de mi armario y las puse encima del sofá y tome una almohada de mi cama y la coloque al extremo del lugar. No era mucho, pero ayudaría. Camine hasta la cocina y me apoye en la barra, respirando irregularmente. ¿En qué me he metido? Esto es mucho más de lo que pensé. Empecé a caminar de un lado a otro, pensando. Tome el teléfono y llame a Blaise. Necesito un poco de apoyo y positivismo en este momento. Ella no contesto. Genial. Escuche como cerraba el agua, y unos minutos después, la puerta abrirse. Mire en esa dirección y vi sus brazos extendidos hacia adelante, sus manos tocaron la pared e intento recordar el camino que le enseñe. No pude distinguir si se veía mejor o peor. Por un lado, todo el sucio y la basura que estaba en su piel desapareció. Se veía más limpio. Pero por otro lado, sin toda la suciedad, sus heridas y moretones son más visibles. La ropa de mi hermano le quedaba demasiado holgada. Sus mejillas se veían más delgadas ahora que todo su cabello estaba para atrás en vez de estar todo encima de su cara. Se detuvo una vez llego al final de esa pared, se veía confundido. Arrastre mis pies en el piso para que el supiera de mi presencia y su cabeza rápidamente se movió en mi dirección, sus ojos se abrieron con miedo.
Aclare mi garganta, "Soy yo Harry. Solo yo."
Se relajó mientras camine hacia él. Lo alcance y coloque mi mano en su hombro, pero el retrocedió.
"¡No me toques!" Grito.
Di dos pasos hacia atrás, sin entender su repentina reacción. "Okay..." Susurre. "Lo siento. No hare eso de nuevo. Lo siento."
Asintió mientras su respiración se calmaba. Nos mantuvimos en silencio por unos minutos. Empecé a balancearme sobre mis pies incomoda, sin saber qué hacer.
Subió su mirada hasta mi cara, "Lo siento," Murmuro. "Solo n-no estoy acostumbrado a esto. No estoy a-acostumbrado a la gentileza."
Arrugue mi cara. "Entiendo que esto debe ser difícil para ti. Discúlpame si hago algo que te incomode."
Asintió de nuevo. Me pregunto cómo aprendió a asentir, pues, él no puede ver. Hice mis pensamientos a un lado.
"Hay un sofá en frente tuyo, a unos cuantos pasos a tu izquierda. Lo acomode para que duermas ahí esta noche," Dije.
Emocionado camino hacia adelante, sus brazos estirados paralelos a su cuerpo. Me asegure de quitar todas las cosas que podrían hacerlo caer al piso. Mis zapatos, ropas, etcétera. Él encontró el sofá y pasó sus manos por toda la superficie. Se sentó en este con cuidado, aun pasando sus manos por toda la sabana como si tratara de memorizarlo. Aclare mi garganta y me senté en el piso en frente de él, no quería invadir su espacio.
Rompí el silencio con una pregunta al azar esperando saber algo de él, "¿Cuál es tu apellido, Harry?"
Miro hacia arriba, parecía que miraba la pared detrás de mí. "Styles." Dijo inmediatamente, sus dedos encontraron la cobija.
Empecé a tocar la alfombra con algún ritmo que vino a mi mente. Styles, me sonaba familiar.
"Mi apellido es Payne. Se deletrea P-A-Y-N-E no P-A-I-N," Sonreí, intentando empezar una conversación. Quiero conocer más a este hombre.
"¿Cuál es tu color favo-" me detuve, mi cara se tornó roja. Casi le pegunto cuál es su color favorito. Dios Emma, eres estúpida.
Me miro. "Azul." Dijo con toda la confianza posible.
Me quede observándolo, confundida. Después de unos segundos, el miro hacia abajo y pude notar una sonrisilla en sus labios.
Sonreí, "Eso fue muy tierno, Harry."
Asintió, volviendo a su forma normal. "Nadie me había preguntado eso jamás," Dijo tranquilo. "Gracias, eso me hizo sentir normal."
Hice una mueca al escuchar sus palabras.
"¿De qué color es?" Pregunto antes de que pudiese decir algo. Arrugue mis cejas, sin entender. Mire sus manos, que estaban acariciando la cobija.
"¿La cobija?" pregunte. Levanto la cobija con sus manos y asintió. "Es gris."
"¿Y esto?" pregunto apuntando la mesa de la sala.
"Marrón." Y así continuamos por los siguientes quince minutos. Él me preguntaba el color de algo, y yo le respondía. No entendí porque él querría saber esto pero si lo ayudaba a abrirse, estuve más que feliz en ayudarlo.
El momento fue cortado por el sonido de mi teléfono. Harry se sobresaltó.
"¡Es mi teléfono!" dije rápido mientras corría a atenderlo en la cocina.
"¿Hola?" Dije.
"¡Hey Em! Vi que tenía una llamada de tu parte." Escuche la voz de Blaise desde la otra línea.
Sonreí, "Si, solo te llamaba para hablar," Dije despreocupada en un tono bajo. Harry estaba en la otra habitación y no quería que me escuchara hablar sobre él. "Es sobre lo que te dije en la mañana."
Ella entendió inmediatamente, "Oh mi Dios, ¿Lo viste? ¿Qué dijo? ¿Está en tu casa?"
"Cálmate, B, ¡Por favor!" Reí. "Si lo vi... No mucho... y sí." Dije respondiendo a sus tres preguntas. "Escucha, no puedo hablar mucho ahora, pero estoy segura que lo conocerás pronto." Dije silenciosa. "Es peor de lo que pensé B. Es horrible."
Escuche mientras tomaba aire. "Escucha Em, no pierdas la motivación. Eres la persona más dulce, amable y gentil que conozco."
Suspire, "Gracias Blaise. Te llamare mañana con un nuevo reporte."
"Suena perfecto, Em. ¡Te quiero!"
"¡Yo también!"
La llamada culmino. Camine de vuelta a la sala para ver a Harry en la misma posición en que lo deje. Sus labios se estaban moviendo pero no pude escuchar lo que estaba diciendo. Me acerque y me debió escuchar porque se detuvo. ¿Qué está haciendo? Mire hacia el reloj, ya era tarde y yo estaba cansada.
"Harry, se está haciendo tarde, creo que me iré a dormir en un rato." Asintió. "¿Recuerdas dónde queda mi habitación?" Asintió de nuevo. "Si necesitas algo solo acércate." Asintió una vez más.
"Gracias, Emma." Escuche tan pronto me voltee hacia mi habitación.
"No es por nada, Harry."
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Sightless || h.s || español
Fiksi PenggemarÉl estaba atrapado. Encarcelado dentro de su propia mente, junto con sus horribles recuerdos. Buscando siempre en la oscuridad eterna. Él era ciego. Ciego, roto, y sin hogar, la vida de Harry se puso patas arriba a partir de la compasión de una extr...